El incendio del Windsor
Guillermo García Pol. Presidente de la APTB
Tras dos días pendiente de la TV y de la radio, desde la lejanía y con un total desconocimiento de las condiciones en que se produjo y desarrolló el trágico siniestro de la madrileña zona AZCA, acuden a mi memoria siniestros similares que he vivido y me asaltan una serie de dudas.
Recuerdo el paralelismo, salvando las distancias y la magnitud, entre este siniestro y el que sufrió un emblemático hotel de la zona de la Bonanova de Palma hace escasamente 10 años : edificio de gran altura, obras de remodelación, ausencia de ocupantes, tardanza en la detección, gran despliegue de medios, horas y horas en intervención… En ambos casos un final idéntico : siniestro total. Tras el siniestro aparecen las dudas y las preguntas:
Parece evidente que los sistemas de detección y extinción automática no funcionaron. ¿Permanecían conectados a pesar de los trabajos de remodelación?
Es más evidente que la compartimentación en sectores de incendio tampoco funcionó. ¿Existía a pesar de los trabajos de remodelación?
La empresa de seguridad manifiesta que "aplicó los protocolos establecidos". ¿Eran correctos y suficientes?
Uno de los arquitectos que diseñó el edificio ha manifestado que no se explica la enorme carga de fuego en la planta 21, impropia de un recinto de oficinas. ¿Se acumulaban ahí otros materiales combustibles?
¿Se sostiene la sospecha de que la causa fué un cortocircuito?
Con demasiada frecuencia atribuimos los siniestros a la casualidad cuando no a la fatalidad. En la sociedad actual la cultura de la protección contra incendios es escasa.
No existe formación universitaria en ingeniería contra incendios, tenemos que adquirirla en el extranjero.
Las administraciones se limitan a promulgar normas y luego dejan su aplicación en manos de pseudo-profesionales sin establecer los oportunos controles y sistemas de comprobación.
Los ayuntamientos invierten escasísimo dinero en sus departamentos de Prevención. En ocasiones, estos ni siquiera existen. Los bomberos solo realizan tareas de extinción.
El diseño y proyecto de instalaciones de seguridad se hace, salvo contadas ocasiones, con criterios puramente económicos y reglamentistas. La verdadera ingeniería de seguridad contra incendios suele brillar por su ausencia.
¡¡ Así nos luce el pelo!!
APTB: Asociasión Profesional de Técnicos de Bomberos
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