España Fallece uno de los bomberos rescatados en el incendio de la calle Uría

bluebird3

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El terrible incendio de la calle Uría se ha saldado con una víctima, uno de los bomberos que intentaba extinguir el fuego. Los equipos de rescate de la Unidad Canina han conseguido evacuar a los dos bomberos que estaban atrapados en el interior del edificio de la calle Uría pero uno de ellos no ha podido sobrevivir. El fuego y las fuertes temperaturas han derrumbado finalmente el edificio de la calle Uría que desde este mediodía es pasto de las llamas. El desplome había pillado en el interior de las viviendas a dos miembros del equipo de bomberos que intentaban extinguir el incendio. Tanto la Unidad Canina de Oviedo como la del SEPA han intervenido en el rescate. Del edificio solo queda en pie la fachada. El fuego está controlado, aunque los bomberos siguen trabajando en la zona. El trabajador fallecido formaba parte del equipo de bomberos de Oviedo que acudió a apagar el fuego y hoy no le tocaba trabajar. "Estaba de refuerzo", han revelado sus compañeros, que se encuentran en estado de shock. El otro bombero se encuentra herido y ha sufrido la fractura de una pierna. Fue atendido en primera instancia en una UVI Móvil en la misma calle.

Parte de la estructura del edificio se derrumbó a las 16.27 minutos. En ese momento había bomberos trabajando en la parte superior del edificio regando con agua. En un momento dado, por las ventanas del edificio salió una densa nube de humo. Posteriormente se derrumbó repentinamente buena parte de la estructura.

Tras el derrumbe se han producido momentos de desconcierto, con los bomberos llamando a sus compañeros a gritos. La calle sigue cortada al paso de tráfico y peatones, con estrictas medidas se seguridad. El edificio, que fue rehabilitado y que databa del siglo XVIII, ya se da por perdido ante los graves daños.

Alerta

El espectacular incendio en plena calle Uría ha desatado la alerta en el centro de Oviedo. Bomberos y policía local intentan apagar el fuego en el edificio, el número 58 de la calle, que amenaza con extenderse al número 56 y que se ha ampliado a la calle Melquiades Álvarez. El incendio se ha producido en el primer piso del bloque de oficinas. La posible causa que investiga la policía es un cortocircuito en los fusibles de los halógenos. La propia policía tuvo que desalojar el edificio al ver que las llamas se extendían hasta el segundo y el tercer piso. El humo denso, debido a las estructuras de madera de los pisos, invade la arteria comercial de la capital asturiana. Todo el turno de bomberos de la ciudad está intentando frenar el avance del fuego.

El incendio se está ampliando también por la parte de atrás de la vivienda, por la calle Melquiades Álvarez, en el portal 25, dado que están conectados. Los bomberos están entrando con máscaras de oxígeno por Uría, mientras que en Melquiades Álvarez tienen desplegada una escalera. El fuerte olor a humo se está extendiendo por toda la ciudad. Se ha cortado el tráfico y el paso de peatones. El incendio está provocando además la caída de cascotes a la calle. El concejal de Seguridad, Ricardo Fernández, ha asegurado que el fuego "es muy grave" y que todo el turno de bomberos y de la policía local se está centrando en extinguirlo y en ordenar el tráfico de la ciudad. Los bomberos están enfriando también tanto los edificios colindantes como tejados para evitar la extensión del foco.

Roturas de cristales

Hasta el lugar del suceso están llegando más dotaciones de bomberos al ver que las llamas se avivan y que comienzan las roturas de los cristales del inmueble. Se han desplazado dotaciones del Cuerpo Local de Bomberos y varias de la Policía local que han cortado el tráfico. Pese al espectacular incendio, no hay ninguna persona afectada. Los establecimientos de los bajos comerciales están cerrados por seguridad.

El primer piso del edificio de la calle Uría, un edificio protegido por su interés que fue rehabilitado hace unos años, está ocupado por la Federación de Concejos, mientras que en el segundo vive el propietario de todo el bloque. El dueño llegaba a casa cuando se encontró el humo saliendo y la policía ya no le permitió entrar. El tercer piso está alquilado por Cervezas Mahou y el cuarto por la Asociación de Comarcas Mineras (ACOM). La buhardilla se utiliza como sala de reuniones de la Federación de Concejos. El bloque afectado en Melquiades Álvarez es un bloque de oficinas, aunque en el tercero vive una familia, que fue la que avisó de que las llamas se estaban extendiendo por el patio que comparten con Uría.


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Elkete

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Lamentable, pa peor puros mediagüeros.... afortunadamente en Europa hace 200 años a Napoleón se le ocurrió exigir muros cortafuegos :p

La mejor táctica en estos casos es meter el chorro horizontal para que llegue al foco del incendio, manejar chorros desde la vereda o calzada es solo para sentirse útil, pero no le hace nada al incendio.

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Venturio

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24 Jul 2012
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Lamentable, pa peor puros mediagüeros.... afortunadamente en Europa hace 200 años a Napoleón se le ocurrió exigir muros cortafuegos :p

La mejor táctica en estos casos es meter el chorro horizontal para que llegue al foco del incendio, manejar chorros desde la vereda o calzada es solo para sentirse útil, pero no le hace nada al incendio.

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Elkete,

Te refieres a un chorro como el de este video ?


(el video fue tomado desde el snorkel de la 7 cia de Iquique)

Saludos
Venturio
 

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Anatomía de un incendio que concluyó en tragedia


El bombero fallecido y su colega herido se encontraban trabajando en el tejado del edificio // Compañeros de Eloy Palacio creen que se infravaloró la gravedad del siniestro y cuestionan el operativo

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"Cómo se nos ha ido de las manos", clamaba Carlos Espina, el propietario del edificio número 58 de la calle Uría devorado por las llamas. Esta frase demuestra cómo lo que en principio pareció un pequeño incendio originado, en apariencia, por un problema eléctrico, ha terminado convirtiéndose en un virulento fuego que se ha cobrado la vida de un bombero de Oviedo --Eloy Palacio, de 56 años, natural de Pola de Siero, que estaba de descanso y fue llamado de refuerzo-- y ha provocado heridas de gravedad a un compañero. Además, ha dejado en ruinas un bloque de finales del siglo XIX, rehabilitado en el año 2000, y ha causado daños de gravedad a un inmueble de Melquiades Álvarez, con el que comparte patio. Otro bloque de Uría también está afectando. El dispositivo movilizado incluyó desde el turno completo de la Policía Local, a todos los efectivos de Bomberos de Oviedo de servicio, además de cinco compañeros de refuerzo; bomberos del Servicios de Emergencias del Principado (Sepa) --con autoescaleras, nodrizas pesadas, autobombas,...-- dos equipos de unidades caninas,...

Después de más de cuatro horas luchando contra las llamas, cuando parecía que el espectacular incendio comenzaba a estar controlado, y se habían conseguido salvar los edificios colindantes, un estruendo y una denso columna de humo reveló que el edificio había colapsado. En ese momento, había dos bomberos en el tejado que se cayeron con toda la estructura. Unos minutos antes había abandonado el interior un equipo. De inmediato, se organizó la operación de rescate, en la que participaron las unidades caninas de bomberos de Oviedo y del Sepa. Tras unos minutos de tensión, se rescató en primer lugar al herido, que fue trasladado al HUCA y que, a la espera de un exhaustivo examen, presentaba contusiones y la rotura de un fémur. Tardaron algo más en sacar a su compañero. Los intentos por reanimarlo fueron en vano.

Ni siquiera durante el rescate se detuvieron las labores de extinción de incendios. Los compañeros de los que estaban, en ese momento, desaparecidos continuaron trabajando sin cesar, tanto desde la calle Uría como desde Melquiades Álvarez. Los bomberos se encontraron con serias dificultades a la hora de desarrollar sus funciones. No encontraron ni hidrantes ni bocas de riego servibles en la calle Uría para poder conectar las mangueras, así que tuvieron que recurrir a una situada en Melquiades Álvarez. Esta limitación de medios se vio aliviada por la llegada de los equipos del Sepa, con autobombas. Tampoco fue posible contar con el refuerzo del helicóptero del 112 Asturias. Fuentes consultadas por ASTURIAS24 señalan que los modelos monoturbina no tienen autorizaron para volar sobre población, y el biturbina que había disponible no cuenta con permisos en reglar para instalar la cesta-depósito que se utiliza en la extinción. Algunos profesionales creen que en un primer momento se infravaloró la gravedad del incendio. También se preguntan qué hacían dos compañeros en el tejado cuando el riesgo de colapso era inminente.

La cronología del incendio
Existen versiones encontradas sobre el punto exacto en el que se originaron las llamas. Lo que está claro es que fue poco antes de las doce del mediodía y en el edificio de Uría 58. El propietario de todo el bloque, Carlos Espina, reside en el segundo piso. Cuando llegó a casa apenas un pequeño hilo de humo se colaba por las ventanas. La asistenta les había avisado de que había una densa humareda en el rellano entre el primer y el segundo piso. El resto del edificio estaba compuesto por oficinas, entre las que están la de la Federación Asturiana de Concejos (FACC) y la de la Asociación de Comarcas Mineras (Acom) que han perdido gran parte de su documentación y que acababan de cerrar un acuerdo para mudarse a la sede de la Procuradoría General, en la plaza de Riego.

El primer paso fue evacuar el número 58. A medida que las llamas fueron cobrando virulencia, se extendieron por el patio de luces trasero y comenzaron a afectar al número 25 de Melquiades de Álvarez, por lo que hubo que desalojar a la familia que vive en el tercero y a las empresas que ocupan el resto de las dependencias. No fue suficiente. La estructura de madera se calcinó por completo y las llamas se estiraban desbocadas por las ventanas y hasta por el techo. El riesgo de que terminara pasando a otros bloques colindantes se disparó. Los bomberos reconocían por la emisora que la temperatura del siguiente edificio, también con balconadas de madera, era muy alta. Por seguridad, se vaciaron los números 56 y 54 de Uría. En uno de los momentos más críticos, las llamas saltaron por el tejado a una pequeña lona que cubre una terraza del edificio del número 52 de Uría, que está vacío. En ese momento, la situación en Melquiades Álvarez parecía controlada, por lo que los esfuerzos se centraron en reducir las llamas del inmueble más afectado y en enfriar las fachadas y los tejados de los colindantes.

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VIENE DE ARRIBA

"Cómo ha podido pasar esto"
En ese momento, Carlos Espina y su mujer, Herminia Campuzano se vinieron abajo. "No se cómo ha podido pasar esto", repetía él. "No parecía nada y se nos ha ido de las manos", insistía. Para entonces, el suelo de su vivienda en el segundo ya se había venido abajo, las llamas se comían el tejado y el riesgo de derrumbe era evidente. Blanca García, una vecina del edificio que está justo delante, se mostraba desolada. La vista desde su ventana era dantesca. Los bomberos les habían dicho que no bajasen las persianas, que era peligroso. Así que alternaba las ventanas abiertas o cerradas en función de la dirección en la que soplaba el viento. A pie de suelo, los agentes de la Policía Local mantuvieron durante todo el día acordonadas las calles Uría y Melquiades Álvarez y tuvieron que afanarse por contener tanto a curiosos como a peatones que insistían hasta la irritación para intentar cruzar por zonas en las que el riesgo era más que evidente.

La intensa labor desarrollada por los bomberos logró meter en cintura el fuego. Poco a poco, la situación comenzó a controlarse. El riesgo de que se extendiera al resto de la manzana disminuyó. Los vecinos comenzaron a respirar aliviados. Desde el primer momento, estuvo a pie de calle el concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández, y el comisario principal jefe de la Policía, los Bomberos y Protección Civil, José Manuel López. También se acercó el edil de Cultura, Roberto Sánchez Ramos, que confirmó que el 58 de Uría es un edificio catalogado, que se construyó a finales del siglo XIX, obra del arquitecto Juan Miguel de La Guardia, rehabilitado hace apenas 16 años. El alcalde de Oviedo, Wenceslao López, llegó en el momento más crítico.

López estaba informando a los medios de la situación, una vez controlada, acompañado por el Consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, cuando el edifico se vino abajo y solo quedó en pie la fachada. Los peores temores se confirmaron en cuestión de segundos. Había dos bomberos desaparecidos que estaban en el tejado justo cuando colapsó. Las funciones se repartieron, entre los que continuaron con las labores de extinción y los que se concentraron en el rescate, con el apoyo de dos unidades caninas. La información fue muy confusa en los primeros momentos. No se sabía ni el número total de afectados ni a qué cuerpo pertenecía. A ello contribuyó el delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, que no supo precisar nada --ni el número de afectados, ni la gravedad de lo sucedido ni tampoco a qué cuerpo pertenecían--, pero que compareció ante los medios.

Los peores augurios se cumplieron
Finalmente, los augurios más pesimistas cristalizaron. Uno de ellos fue rescatado grave pero el segundo había fallecido. La noticia conmocionó a todos los trabajadores del operativo, desde bomberos a los equipos del SAMU y de Ambulancias de Asturias desplegados, a la Policía Local y las autoridades municipales y regionales. Pero el dispositivo continuó hasta las siete y media de la tarde, cuando el incendio se dio por extinguido. No obstante, un retén ha trabajado durante toda la noche para enfriar los edificios afectados y los colindantes y evitar así que las llamas puedan reavivarse. El intenso olor a humo aún se expandía por toda la ciudad bien entrada la noche.

El Ayuntamiento de Oviedo ha decretado tres días de luto. El Gobierno de Asturias, por su parte, ha expresado su solidaridad con la familia y su profunda consternación por la muerte del miembro del Cuerpo de Bomberos de Oviedo. Los mensajes de apoyo se han sucedido a lo largo de la tarde. La presidenta del PP de Asturias, Mercedes Fernández, y el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, de visita en Gijón, señalaron que el bombero fallecido era un "referente en el cumplimiento de su trabajo". La presidenta de Foro Asturias, Cristina Coto, también expresó sus condolencias por el fallecimiento y el delegado territorial de Ciudadanos en Asturias se sumó a las condolencias a lo largo de la tarde. "En nombre de Ciudadanos Asturias lamentar el fallecimiento del bombero Eloy Palacios, y condolencias a familiares y amigos", publicó en su cuenta de Twitter. Emilio León, de Podemos, estuvo en la calle Uría para mostrar su apoyo a todos los miembros del dispositivo.

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Nacho

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Eloy Palacio, el bombero fallecido, no tenía que trabajabar hoy
Acudió el primero al incendio cuando le llamaron pidiendo refuerzos | Era bombero conductor, con una larga trayectoria en el cuerpo, en el que ingresó en 1992
07.04.2016 | 21:58
. Eloy Alonso Palacio, vecino de Pola de Siero de 56 años, falleció esta tarde atrapado en el edificio incendiado en la calle Uría, cuando se desplomó. Estaba trabajando en compañía de Juan Carlos Fernández Granda, de 35 años, que resultó herido y se recupera de múltiples contusiones y una rotura de fémur en el hospital.

El bombero fallecido, con una larga trayectoria en el cuerpo, en el que ingresó en 1992, era bombero conductor. Estaba casado y tenía dos hijos. Se da la circunstancia de que hoy no le tocaba trabajar, pero acudió el primero al incendio cuando le llamaron pidiendo refuerzos. http://www.asturias24.es/secciones/...os-en-el-incendio-de-la-calle-uria/1460026394
 

bluebird3

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Algunos bomberos achacan a "una negligencia" la muerte de su compañero en Oviedo

  • Eloy Palacio quedó atrapado tras el desplome de un inmueble del siglo XIX
  • La falta de medios propició que el fuego de un halógeno que parecía no revestir gravedad arrasara el bloque y provocara la tragedia
«Una negligencia». Así definieron algunas fuentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad las decisiones tomadas por quienes dirigieron la intervención en el incendio que ayer costó la vida a uno de sus compañeros. Eloy Palacio, de 54 años, quedó atrapado entre los escombros tras el derrumbe del edificio número 58 de la calle de Uría, como consecuencia del fuego que arrasó un inmueble protegido que data del siglo XIX. A Palacio no le tocaba trabajar ayer. Era su día libre. Pero la importancia del incendio hizo que Seguridad Ciudadana llamase a todos los efectivos.

A primera hora de la mañana de hoy, viernes, continuaban las labores de enfriamiento del incendio, que se sucedieron durante toda la noche. Durante los trabajos nocturnos no se produjeron nuevos derrumbes ni en la calle Uría, número 58, donde se originó el fuego, ni en Melquiades Álvarez 25, edificio aledaño al que se extendieron las llamas.

A lo largo de esta mañana técnicos evaluarán el estado del edificio para decidir qué medidas se tomarán para garantizar la seguridad. Éstas podrían incluir derribar los inmuebles afectados.

A pesar de que hoy se declaró una jornada de luto municipal en Oviedo, el Ayuntamiento no ha suspendido el Pleno de presupuestos, que tendrá lugar a las 10 de la mañana.

Los hechos

El fuego se originó ayer a las 11.30 horas y, en principio, no revestía gravedad, pero acabó en tragedia. Esa «negligencia» se tradujo en la falta de hidrantes en toda la calle Uría. Los bomberos tuvieron que enchufar sus mangueras a una boca de riego con una presión de agua insuficiente. En la calle paralela de Melquiades Álvarez, en otro edificio que compartía patio interior con el arrasado y que se vio afectado por el incendio, los técnicos comprobaron que los hidrantes, allí sí los había, estaban inutilizados. No había agua para sofocar las llamas que, finalmente, provocaron el derrumbe y que acabó con la vida del bombero e hirió a su compañero en una pierna. Los compañeros del fallecido reprocharon que ningún técnico municipal acudió a evaluar los riesgos de un posible derrumbe. Lo hicieron, pero por la tarde.

Casi cinco horas después de que comenzara el suceso, a las 16.15 horas, el alcalde de Oviedo Wenceslao López y el consejero de Presidencia Guillermo Martínez atendieron a los medios de comunicación: «Por fin se está controlando el incendio», fueron las palabras del regidor. Tras decir que era «muy potente», reconoció las «grandes dificultades para conseguir extinguirlo», pero negó el descontrol. «Es un edificio antiguo, todo de madera, esto es una yesca. La dificultad es atacarlo desde dentro. No se puede acceder a un edificio en llamas, al final las personas son lo primero». Quince minutos después de estas declaraciones, un estruendo hizo presagiar lo peor: dos bomberos habían quedado atrapados en el edificio, uno de ellos sin vida.

El origen

Todo comenzó a las 11.30. La casualidad hizo que una patrulla de la Policía Local que pasaba por la calle de Uría viese que de la segunda planta del portal número 58 salía una pequeña columna de humo. Los agentes accedieron al edificio y comprobaron in situ que de los halógenos del falso techo de la primera planta salían unas chispas. Dieron aviso a los vecinos y desalojaron a 10 personas. En ese momento, las llamas ya eran evidentes y afectaban solo a la segunda planta. «El edificio es de madera y con techos muy altos», describió el agente, en esos primeros momentos. Tres camiones del Servicio de Extinción de Incendios se afanaban por extinguirlas. El propio dueño del edificio, cuya vivienda ardía, se mostraba aún tranquilo y confiado. «Lo importante es que no hay víctimas», dijo. Poco se imaginaba lo que iba a suceder y menos cuando, 60 minutos después de originarse el fuego, las llamas comenzaban a remitir. Solo fue una

impresión. Pronto se reavivaron, tanto, que alcanzaron la parte posterior del edificio, que da al número 25 a la calle de Melquiades Álvarez. La voz de alarma la dio la propietaria de la tercera planta. Lo desalojaron también. La Policía Local hizo lo propio en el edificio colindante al número 58 de la calle Uría, el número 56. Comenzó el descontrol.

Pinceladas
Eloy Palacio será llevado hoy al tanatorio de Pola de Siero. Fuentes cercanas a la familia le recuerdan como una persona muy amable, que siempre estaba pendiente de sus seres queridos e incluso hacía la función de médico de familia, ya que el bombero vivía con su pareja y sus suegros.

Uno de los momentos más emotivos de la jornada de ayer fue cuando uno de sus dos hijos, el mayor, acudió hasta el cuartel de bomberos para recoger las pertenencias de su padre, roto de dolor, donde exclamó que ahora le toca a él suplir su figura y cuidar de los suyos.

Era aficionado a la pesca e incluso hace apenas unos días se interesó por el estado de las mareas para practicar una de sus aficiones.

En la arteria principal de la ciudad, Uría, no hay hidrantes; en la calle de Melquiades Álvarez, donde ardía el segundo edificio, los técnicos hallaron sus bocas de incendios inutilizadas. Algunos bomberos comenzaron entonces a romper con un pico y a mazazos losas, buscando puntos de agua debajo. Finalmente, optaron por utilizar bocas de riego para enganchar las mangueras. Una presión de agua insuficiente para atajar un incendio «muy grave», como así calificó el concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández, que siguió la evolución del incendio. «Al ser un edificio cuyo interior es todo de madera, los pasillos hacen de efecto chimenea y el viento que sopla complica las tareas de extinción. Tenemos a todo el turno de bomberos aquí», explicó el concejal. Pero las llamas no remitían, por lo que la Concejalía de Seguridad Ciudadana solicitó apoyos al Principado de Asturias. Eran las dos de la tarde. Hasta el centro de Oviedo acudieron 10 efectivos de Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias, generando expectación entre los viandantes. Más cuando en el número 52 de la calle de Uría se desató otro conato de incendio. Unas chispas, provenientes del edificio afectado, provocaron que la claraboya del tejado comenzara arder. Los bomberos no se percataron. Fueron los vecinos del edificio de enfrente quienes dieron la voz de alarma. Ese fuego se sofocó rápidamente. No ocurría así con el primigenio. El número 58 ardía completamente. El techo de la segunda planta comenzó a desmoronarse. El propietario del edificio cayó en la desolación: «¿Dónde estaban los medios? Si no era nada. Si lo hubieran abordado bien desde el principio esto no se hubiese desmadrado», lamentó Carlos Espina. Su mujer, Herminia Campuzano, fue más explícita: «Es una pena ver cómo se quema tu casa.Si solo salía un poco de humo. ¿Cómo se llegó a esto?», se preguntaba.

"Un peligro"

El jefe de la Policía Local, José Manuel López, aseguró a este periódico que del edificio «solo iba a quedar la fachada». Más alarmantes fueron las declaraciones de uno de los bomberos del Servicio de Extinción de Incendios de Oviedo que participó en las tareas de extinción. «Es imposible apagar este incendio con mangueras. Como las llamas impiden acceder a su interior el edificio se va a caer. Es un peligro estar aquí». Y se cayó. Ocurrió a las 16.15 de la tarde. El tejado no pudo soportar los daños causados por el fuego y se vino abajo. Fue entonces cuando el derrumbe se llevó por delante a los dos bomberos que estaban en la cornisa del edificio. Al primero de ellos se le pudo sacar con vida. Resultó herido con una fractura en la pierna. Su vida no corre peligro.

Eloy Palacio no tuvo esa suerte. Los escombros sepultaron su cuerpo. Eran las 17.15 horas de la tarde cuando sus propios compañeros sacaron sus restos tapados con una sábana blanca. Seis horas de lucha contra un fuego, que en un principio era una simple columna de humo. Al final un edificio devastado, otro dañado seriamente, un bombero fallecido, otro herido. El Ayuntamiento ha decretado tres días de luto oficial.

http://www.eldiariomontanes.es
 

Pitón Ruso

Capitán de Guardia
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11 Ene 2008
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Al parecer no fueron llamados tardíamente los bomberos, se ven 3 líneas de ataque ofensivo que ingresaron por calle Uría 58. (En un video se ven claramente las líneas).

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El trabajo interior no dio resultado esperado, resultando en un ataque defensivo.

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El chorro se rompe antes de ingresar por la ventana, seguramente no entra agua por la evaporación.

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Incendio descontrolado.

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¿Como se propagó hasta allá?

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Incendio afecta la parte trasera por calle Melquiades Álvarez 25.

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Vista por calle Melquiades Álvarez


Resumen
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Mis recomendaciones:


Inicialmente para este tipo de incendio no muy alto es bueno usar el minuteman (Ataque Rápido):
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Más vale una línea rápida de HARTO caudal y con llave de corte.

Saludos
 

Nacho

Comandante de Guardia
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La muerte de un bombero: menos lacitos y discursos y mejores condiciones laborales

Ayer murió un hombre en Oviedo mientras hacía su trabajo. Un trabajo que consiste en jugarse la vida para protegernos al resto por un sueldo que no llega en la mayoría de los casos ni a 2000 euros.


Foto: Mario Rojas. Diario El Comercio

Hoy seguramente se llenarán las redes sociales de lacitos negros, pero hace unos meses muchos de los que ahora los ponen en sus perfiles acusaban a los bomberos de ser los que provocaban los incendios forestales, se les llegó a criticar y a denunciar por encadenarse a las rejas del gobierno regional o por protestar en los plenos del ayuntamiento para pedir unas condiciones más dignas, más medios y que sacaran más plazas de personal, porque como se vio ayer mismo no son suficientes. Se les llegó a criticar porque según algunos tenían muchos días de descanso. No olvidemos que Eloy Palacio, el bombero que murió ayer, estaba de descanso y acudió el primero cuando lo llamaron de refuerzo, como hicieron otros compañeros de toda Asturias ante la magnitud del incendio y la falta de personal.



A finales del diciembre pasado una banda de delincuentes quemaron media Asturias para sacar tajada con ello. Y para apagar esos fuegos estuvieron los bomberos y volvieron a jugarse el pellejo, pero los políticos de turno, en vísperas de elecciones, llenaron las noticias haciendo malabares para intentar proteger a los que sabían perfectamente que eran los culpables. Se hicieron homenajes a los ganaderos que sacaron sus cubas pero pocas palabras hubo para los que siempre están ahí jugándose la vida, porque eso "es su trabajo".

Hoy es distinto, los políticos saldrán dando discursos, convocando días de luto e incluso haciendo el rídículo, como hizo ayer para variar el señor Gabino de Lorenzo, exalcalde de Oviedo y ahora delegado del gobierno, uno de los responsables de la actual situación de los bomberos de Oviedo (leer artículo), que apareció en las noticias de la noche en su lamentable estado habitual y dando más grima que vergüenza (el que quiera avergonzarse que vea el vídeo).



Ayer, cuando eran las 12 de la noche, todavía se escuchaban las sirenas desde mi casa y allí seguían los bomberos, entre ellos varios conocidos y un íntimo amigo mio, jugándose el pellejo y trabajando sabiendo que pocas horas antes uno de sus compañeros se había dejado la vida allí mismo.

Menos lacitos, menos discursos y menos basura. Que les den las condiciones de trabajo y los medios que piden, porque ellos son los primeros que saben lo que se necesita, y ayer quedó muy claro.
 

Nacho

Comandante de Guardia
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La Policía investiga por qué el bombero fallecido trabajaba sobre el tejado y no desde la grúa
Los testigos dicen que no estaban enganchados con el arnés de seguridad - La Inspección de Trabajo también rastreará las causas del accidente - "Ningún mando ordenó que se bajaran de la cesta al edificio", dicen los jefes del operativo
09.04.2016 | 17:22

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La Policía investiga por qué el bombero fallecido trabajaba sobre el tejado y no desde la grúa
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Marta PÉREZ Una investigación iniciada ayer por la brigada de Policía Judicial trata de esclarecer si hubo negligencia en la gestión de las labores de extinción del incendio del edificio de la calle Uría en el que perdió la vida el pasado miércoles el bombero del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) Eloy Palacio Alonso. Ayer tuvieron que prestar declaración de forma oficial en la Comisaría de la Policía Nacional de General Yagüe el jefe de los bomberos de Oviedo, José Manuel Torres, y dos mandos del servicio en calidad de testigos. Durante la comparecencia visionaron varios vídeos grabados por ciudadanos del momento del derrumbe en los que se aprecia que dos bomberos -el fallecido y el herido- se bajaron de la cesta del brazo articulado del camión al tejado unos minutos antes de que el inmueble se viniese abajo. Además, según algunos testigos, lo hicieron sin estar sujetos a esta estructura móvil. Lo que trata de esclarecer ahora la investigación es por qué, cuando el incendio estaba ya controlado, asumieron este riesgo. "Ningún mando les ordenó bajarse", declararon ayer los bomberos interrogados.

Los jefes respondieron a las preguntas de los investigadores durante al menos tres horas, visiblemente afectados por la tragedia. Les preguntaron por el protocolo de trabajo y detallaron que, a este respecto "todo está claro y por escrito". Según las explicaciones ofrecidas, los bomberos no pueden descender de la cesta "a no ser que tengan que rescatar a una persona o intervenir en un momento determinado en un tejado". Sin embargo, el edificio se derrumbó con los dos funcionarios municipales dentro.

Eloy Palacio tuvo la mala suerte de "caer a plomo", según relataron. Quedó atrapado bajo los escombros a la altura del hall de lo que era la sede de la Federación Asturiana de Concejos (FACC), a la altura del primer piso del edificio. Su compañero, Juan Carlos Fernández "Cuni", se desplomó "dando tumbos" y corrió mejor suerte al quedar encima de los escombros. Cuando sus compañeros entraron a rescatarlo lo encontraron acurrucado en una esquina. Herido, pero con vida. Tras pasar la noche en el hospital, "Cuni" se recupera de múltiples contusiones y una lesión en una pierna, ya en casa.

http://www.lne.es/multimedia/fotos/oviedo/2016-04-08-56935-imagenes-despues-incendio.html

http://videos-cdn.lne.es/multimedia...sonar-sirenas-senal-duelo-eloy-alonso-1_p.mp4
 

briam4ta

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Lamentable Y más aún cuando los Bomberos en España llevan una lucha de años en contra de los recortes políticos exigiendo más personal, mejores materiales y sueldos, en Valladolid en bombero más joven tiene casi 40 años.
 

briam4ta

Chupe
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Se me quedaban en el tintero, han alegado bastante por las medidas de seguridad y los cestos de las corcheteras, pasó en un documental justamente de Valladolid cuando un bombero operaba la mecánica con un periodista y camarógrafo arriba comenzó a seder a lo que un Bombero le dice: Te fijas? A esto nos referimos y es a esto a lo que nos arriesgamos y nos ha pasado mil veces.
 

Nacho

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"Estábamos diciéndolo: el techo va a ceder, va a ceder... y cedió"
El bombero Iván González, que participó en los rescates, dice que encontraron al herido "acurrucado en una pared"
09.04.2016 | 06:53
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Compañeros del fallecido, visiblemente afectados, conversan con el Alcalde, de espaldas, ayer en el Rubín. M. L. S.

Miguel L. SERRANO "Pensamos que el techo tenía que caer. Estábamos comentándolo. Esto va a ceder, va a ceder... y cedió".

El testimonio es de Iván González, uno de los bomberos de Oviedo que el jueves pelearon contra las llamas para sofocar el incendio de Uría, 58 y que colaboró en los rescates de sus compañeros. Iván lleva 21 años en el cuerpo, tiene un pequeño tatuaje en la mano derecha y muchos recuerdos que tardará en olvidar. El jueves tenía la cara cubierta de ceniza y ayer los ojos hinchados. Pero habló. Habló con crudeza: "Son situaciones de mucho humo, mucho desorden. Cuando se colapsó fue un momento de tensión, de miedo, de angustia. Sensaciones contradictorias", afirmó ayer en el parque de bomberos del Rubín.

Cuando el edificio se derrumbó, Iván no dudó ni un segundo en entrar al inmueble para rescatar a sus compañeros. Sabía que estaban allí dos amigos: Eloy Palacio y Juan Carlos Fernández, "Cuni". Y que el panorama era desolador. Así explicó el rescate del único superviviente, un bombero que había entrado en el cuerpo hacía algo más de dos años. "No veíamos nada. Todo estaba lleno de humo. La estructura se vino abajo y ni él sabe cómo pudo librar de esa. Cayó boca arriba y se tuvo que soltar el equipo porque le estaba tirando para atrás. Después se desplazó a gatas. Tuvo la suerte de quedar a la altura de una ventana. Estaba acurrucado en una pared. Volvió a nacer. De mil veces sales vivo una", señaló a este diario Iván, compañero de Cuni, al que define como "un bombero como la copa de un pino".

Iván estaba ayer tan afectado como el resto de sus compañeros, que participaron en un acto con el Alcalde, Wenceslao López, y la mayoría de los concejales del Ayuntamiento en el parque de bomberos del Rubín, donde sonaron las sirenas de los camiones en señal de luto. Pocos quisieron hablar y prefirieron aguantar en silencio el dolor. Aunque sus gestos les delataban. Iván hizo el esfuerzo. No habían pasado ni 24 horas desde que estaba metido entre los escombros , donde encontró a su compañero fallecido: "Le llamábamos a ver si respondía. No se veía nada, había mucho humo. Le encontramos semienterrado", indicó Iván, lleno de coraje, verbalizando algo que le dolía, que no quería que hubiera pasado. "Eloy fue un grandioso profesional. Muy bien amueblado", matizó este bombero.
 

Nacho

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Lamentable Y más aún cuando los Bomberos en España llevan una lucha de años en contra de los recortes políticos exigiendo más personal, mejores materiales y sueldos, en Valladolid en bombero más joven tiene casi 40 años.

"Oviedo tiene muy pocos bomberos", asume el concejal de Seguridad Ciudadana
Ricardo Fernández asegura que está recopilando "toda la información" relativa al incendio "para verificar qué sucedió exactamente"
10.04.2016 | 05:41
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Por la izquierda, José Manuel Torres, jefe de Bomberos de Oviedo, Ricardo Fernández, estrechando la mano del sacerdote Sergio Martínez, y Ángel García, alcalde de Siero, ayer, en un momento del funeral. MIKI LÓPEZ

Marta PÉREZ No es la primera vez que el concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández, se queja de que "Oviedo tiene muy pocos bomberos" y que la ley que rige las administraciones públicas impide al Ayuntamiento ampliar la plantilla. Lo que sucede es que ahora sus palabras cobran más significado. Ayer, a preguntas de los medios de comunicación tras el funeral del bombero fallecido en el incendio del jueves en la calle Uría, volvió a pronunciarse en este sentido.

"Existe una insuficiencia de medios humanos y Oviedo tiene muy pocos bomberos", señaló Fernández, a la vez que defendió "la dignidad y el sacrificio de los trabajadores municipales". En concreto, el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) cuenta con 72 funcionarios, una plantilla "insuficiente" para una municipio con las dimensiones y la población de Oviedo. En opinión del edil de Seguridad, el número adecuado de bomberos estaría en 90 efectivos.

Además del escaso número de funcionarios, otra de las quejas habituales de los bomberos de Oviedo es el envejecimiento de la plantilla. En la actualidad, la media de edad de los trabajadores del cuerpo de bomberos de la capital asturiana es de 49 años; un dato que sitúa a la plantilla local como una de las más envejecidas de todo el país. Eloy Palacio Alonso, el bombero fallecido al derrumbarse el edificio de la calle Uría, tenía 55 años.

El concejal de Seguridad Ciudadana también se refirió ayer a la investigación iniciada por la brigada de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía sobre el incendio, en la que ya han declarado el jefe de bomberos y dos mandos, tal y como informó este periódico en sus páginas de ayer. "Es posible que se recabe el testimonio de otros funcionarios que han intervenido en las labores de extinción", dijo. Fernández se mostró prudente sobre el suceso y explicó que está recopilando "toda la información" para verificar "qué sucedió exactamente". El Ayuntamiento también investiga el estado de la red de bocas de incendio de la calle Uría y si son suficientes.
 

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Estas son las diecinueve negligencias que denuncian los bomberos del incendio de la calle Uría


Los trabajadores consideran que "hemos perdido a un compañero en una situación absurda" // Consideran que el principal responsable es José Manuel Torre, jefe de servicio

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El fatal accidente del incendio que le costó la vida a Eloy Palacio es la crónica de una muerte anunciada", aseguran sus compañeros. Bomberos de Oviedo, acompañados por miembros de Bomberos de Asturias y de la Policía Local de la capital, tienen claro que la "catástrofe" del pasado jueves era perfectamente evitable y denuncian las carencias que sufren para desempeñar su trabajo diario. Además, consideran que el principal responsable es José Manuel Torre, Jefe de Bomberos de Oviedo, por lo que Miguel Ordoñez, delegado sindical de la CSI, exige su "destitución fulminante". En su opinión, el fallecimiento de Palacio era perfectamente evitable y argumenta su reflexión relatando la cadena de errores que propiciaron el fatal desenlace. Esta es la lista de negligencias que denuncia el sindicato:
  • Desde que se recibe la llamada, el tiempo de respuesta es de dos minutos, los que tardan los camiones en salir de Rubín. Después, en cuatro o cinco minutos llegan a las inmediaciones del siniestro
  • "A partir de ahí, el caos es total y absoluto", señala. Cuando se acude a Uría, el responsable de servicio es perfectamente conocedor de que se carece de un inventario de bocas de riego e hidrantes. Por lo tanto, las dotaciones de bomberos no saben dónde tienen que enganchar sus mangueras
  • La calle Uría no tiene la señalización obligatoria y necesaria. "Se producen imágenes dantescas", denuncia, como la de los bomberos levantando las arquetas con picos. "Se ha preferido la estética a la ética y al cumplimiento de la normativa", sostiene Ordoñez.
  • No había presión, no había caudal y casi no había agua. En los primeros momentos, no había nada para hacer frente al incendio.
  • La primera cuba de agua tarda media hora en llegar al incendio.
  • La segunda cuba tarda otra media hora más.
  • Era un turno al mínimo de efectivos, formado por nueve personas. El responsable del servicio pidió otros cinco bomberos, por lo que, en total, eran 14, los que habitualmente forman un turno normal. "Esa línea de Uría conserva vigas y estructura de madera, por lo que todo el mundo era consciente de la gravedad del incendio", sostiene el delegado de CSI.
  • No se pidió más ayuda en un primer momento. Uno de los cinco refuerzos, un cabo, en un acto "casi de insumisión, decide por cuenta y riesgo llamar a 13 bomberos más". "La situación ahí ya era un auténtico caos", recuerda.
  • El principado ofreció ayuda a las 13.30, ofreció todos los medios disponibles, pero hasta las 14.00 no se decide pedir dos cubas de agua más.
  • Falta de decisión del jefe de servicio mientras que los trabajadores continúan pidiendo agua. Con la presión adecuada "posiblemente se hubiera controlado la situación rápidamente", explica.
  • Nadie asumió el control ni la gestión de la situación. No se montó un centro de coordinación y el responsable no fue consciente de la gravedad, asegura. "Él mismo pudo perder la vida utilizando una manguera en una acción surrealista que está grabada en vídeo", afirma.
  • Mala ubicación de los vehículos de bomberos, que estaban colocados en la sombra de proyección ante un posible derrumbe de la fachada. "No se fue consciente de la posibilidad de derrumbe de las dos fachadas", apunta Ordoñez.
  • Gente trabajando en el interior "de forma inexplicable" cuando no hay víctimas.
  • No se delimitó un perímetro de seguridad a tiempo. Se hizo tarde.
  • Los trabajadores solo tuvieron una orden: evitar la propagación de las llamas. Estuvieron tres o cuatro horas trabajando en el brazo articulado llevando labores de corte a los laterales y enfriando la zona.
  • Juan Carlos, el otro herido, y Eloy, salen de la plataforma. Son ellos los que toman la decisión de abandonar la cesta y deciden caminar pegados a la pared por el forjado para hacer la extinción. Ahí es cuando se produce el fatal accidente.
  • Toda esa situación fue presenciada, según asegura el responsable de la CSI, en línea recta a 30 metros en un edificio habilitado enfrente. Asegura que en ese momento el jefe de Policía Local está dando instrucciones de cómo trabajar. Califica la situación de "surrealista".
  • El trabajo de los dos operarios es presenciado y conocido por los mandos y nadie, en ningún momento, les dio orden de abandonar la cesta pero tampoco les corrigieron la posición. Desde CSI consideran que los trabajadores "hacen su trabajo de acuerdo a la categoría que tienen, con conocimiento de causa, pero nadie les ordenó que se retiraran", explica.
  • Las comunicaciones funcionaron "tremendamente mal".

Todos estos son los fallos que, a juicio de la CSI, se produjeron en la extinción del incendio. Por ello, señalan como principal responsable a José Manuel Torres, jefe de Bomberos. Consideran que la situación era evitable y esperan que el fallecimiento de su compañero sirva para que sus reivindicaciones sean escuchadas.

http://www.asturias24.es
 

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yo creo que aqui fue el momento mas critico donde por no usar caudal adecuado se les fue de la mano.

si era en mi cuartel lo hubieramos echo algo asi.

 

Emanuel M

Chupe
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y con esos conceptos suelen venir a "capacitar"

lamentable.

sinceramente, son muy pocas las cosas que se pueden rescatar de la mayor parte de europa en cuanto a lucha contra incendio, en otras especialidades capaz esten mejor.