La precaria realidad de los bomberos rurales
Son los gritos de los afectados o los vecinos los que alertan a Bomberos de La Tirana de los siniestros. Los voluntarios ni siquiera cuentan con teléfono.
La precaria situación en que trabajan los bomberos de la localidad se apreció durante el reciente incendio que redujo a cenizas 50 casas en el poblado ubicado a 72 kilómetros al sureste de Iquique.
COMANDANTE
El comandante del Cuerpo de Bomberos de Pozo Almonte, Jorge Hernández Plaza, es lapidario en su diagnóstico y señala que "La Tirana es una bomba de tiempo y afortunadamente el incendio fue en estas fechas porque las casas estaban vacías. Todos los años rezamos para que no se registren incendios en la época en que el pueblo se llena con 200 mil personas por la fiesta religiosa".
El oficial señala que su jurisdicción tiene 13.765 kilómetros cuadrados y para ello cuanta con cuatro carros: uno 2006 con estanque de 5 mil litros de agua y otro Ford 600 del año 1974 con un estanque de 2 mil litros en Pozo Almonte, un carro Berliet de 3.500 litros en La Tirana y otro similar en Pica. En Matilla y La Huayca hay brigadas sin carros. En cuanto a equipos de protección personal, indican que tienen vestimenta gracias a las donaciones de la compañía inglesa de bomberos de Iquique, ya que de lo contrario literalmente no tendrían ropa.
Asimismo, denuncia que los pobladores y villorrios están abandonados a su suerte, dado que hace cuatro años se implementó un plan para dotarlos con estaciones repetidoras de radio. "Sin embargo el superintendente de Huara se enojó y desconectó la radio, pese a que son dineros del estado y en los pueblos la gente debe viajar hasta una carretera o encontrar algún carabinero para pedir ayuda". Sus dichos son reafirmados por el presidente de la Junta Regional de Cuerpos de Bomberos de Tarapacá, David Briones, quien señala que se revisa la personalidad jurídica del Cuerpo de Bomberos de Huara, "pero no entendemos porqué el alcalde de esa comuna no se hace parte y guarda silencio frente a las irregularidades en su comuna. Ahí hay un cuartel cerrado, nadie sabe qué paso con el programa radial y además el estado y la Junta asignaron un carro año 2006 que está guardado y con llave en un galpón".
Briones reconoce que a los problemas logísticos se suman los de capacitación, por lo cual buscará implementar instrucciones especiales para los pueblos rurales.
DENUNCIA
El comandante pampino, Jorge Hernández, denunció además que en los pueblos la red de grifos de emergencia no entregan la presión necesaria y que ello quedó demostrado con el incendio en La Tirana. "Las copas de agua que alimentan las redes de la población no estaban llenas y cuando nos acoplamos a los grifos no entregaban el agua necesaria".
Dicha versión fue desmentida por el gerente regional de Aguas del Altiplano, Carlos Barboza, quien sostuvo que los estanques tienen capacidad de 200 mil litros y al momento del incendio tenían 187 mil litros. "El monitor fijo en condiciones previas al incendio marcaba una presión de 18 metros por columna de agua y durante el incendio la presión mínima fue de 8,5. Esto es superior a la normativa vigente que pide como presión mínima para este tipo de eventos 5 metros de columna de agua. Lo que pasa es que los grifos son para abastecer a los carros y no para combatir el fuego directamente, dado que la presión la entregan los carros, por lo cual programaremos unas capacitaciones con los bomberos rurales", explicó el ejecutivo.
Llamas fueron provocadas para esconder robo
El incendio que destruyó 50 viviendas en La Tirana respondería al accionar de ladrones, quienes borran con fuego sus huellas de los constantes saqueos que realizan a las viviendas que están sin moradores.
El abandono que se percibe durante gran parte del año en esta localidad contrasta con la llegada del 16 de julio, donde cerca de 200 mil peregrinos renuevan su fe con la Virgen del Carmen. Esta situación sería una de las causantes de que el incendio que arrasó con dos manzanas de la localidad se transformará en una verdadera catástrofe. En el pueblo hay 1.200 viviendas, de las cuales el 80 por ciento permanecen cerradas y sólo se abren para la fiesta religiosa de julio. No hay alcantarillado y la mayoría de los pozos negros están colapsados y provocan hundimientos del terreno. Habitualmente viven cerca de 2 mil personas, las cuales en su mayoría son de la tercera edad. Hay una escuela básica con 142 alumnos, un retén con sólo 6 carabineros y una posta con un paramédico. La ambulancia no funciona porque no hay como costear el combustible y tampoco dinero para pagar un chofer. Los bomberos tienen un carro de la década del 80 y este año recibieron chaquetas y pantalones gracias a una donación de la compañía inglesa de Iquique, porque de lo contrario ni siquiera tendrían vestimentas.
CULPABLES
El presidente de la Junta Vecinal Nº 3, Sergio Olivares Alfaro (69), denuncia que el alcantarillado es una demanda ya histórica y el abastecimiento de agua potable registra problemas, tal como se demostró durante la emergencia. El dirigente, al igual que otros pobladores que ayer participaron en una especie de cabildo junto a la intendenta Antonella Sciaraffia, denuncian que adictos a la pasta base de cocaína son culpables de los incendios y robos, recordando que en julio del año pasado se quemaron 7 casas y en diciembre otras 5. Su tesis es que provocan incendios para borrar robos en las viviendas sin moradores y sindican como culpables a los integrantes del Centro Cristiano de Rehabilitación "Misericordia quiero". Allí permanecen 45 adultos y 13 menores (de los cuales 4 son lactantes) quienes tratan de huir de su adicción con oraciones.
Todos los datos entregados a peritos de la Policía de Investigaciones que realizaron los trabajos de rigor en la zona siniestrada, coinciden en que la catástrofe fue iniciada intencionalmente. Respecto a la expansión de las llamas de una cuadra a otra, Bomberos informó que las chispas que emanaban de los Tamarugos que ardían se encargaron de propagar el fuego.
Carabineros e Investigaciones se encuentra trabajando para aclarar quienes motivaron el inicio de las llamas en uno de los inmuebles de calle Tarapacá.
Corroboran tesis de incendio provocado
El fiscal Víctor Avila reconoció que existen numerosas denuncias por robo y que la hipótesis es que el incendio responde a la intervención de terceros. Misma información maneja el comandante de bomberos, Jorge Hernández, quien señala que se trató de "dos incendios al mismo tiempo".
En sólo 8 de las 50 viviendas habitaban pobladores, sumando un total de 17 damnificados (8 de los cuales son adultos mayores y sólo uno de ellos menor de edad). Algunos pernoctan en un centro habilitado por la municipalidad y otros se fueron a casas de familiares en Iquique. El gobierno regional comprometió para los residentes permanentes la entrega de mediaguas y estudiar mecanismos de apoyo mediante subsidios rurales u otros mecanismos paliativos. A su vez, el municipio aportará con muebles.
Durante toda la mañana de ayer Bomberos, Carabineros, el fiscal de Pozo Almonte y peritos de la Policía de Investigaciones trabajaron para intentar esclarecer las razones del siniestro. En todas las cuadras los pobladores sostenían reuniones improvisadas con este equipo multidisciplinario y todos coincidían en que terceros participaron en el origen de la tragedia.
Pobladores denuncian abandono
El jubilado de la Marina Mercante, de 75 años de edad, Marcos Rojas Valenzuela, refleja el actual momento de quienes residen en esa localidad.
Este adulto mayor, que sufrió quemaduras durante el siniestro, vivía solo en una de las viviendas que quedó totalmente destruida y recién ayer por la mañana fue trasladado a Pozo Almonte. Su sobrina, Rosa Guajardo Rojas, implora a las autoridades una mayor preocupación por los ancianos del pueblo.
ABANDONO
El abandono de la localidad es a todo nivel. Juvenal Benavides( 60), perdió todo producto de las llamas, Su casa ubicada en calle 16 de Julio 205 y su construcción fue producto del esfuerzo en tres años en La Tirana. "Es normal que se entren a robar a las casas solas", dice el habitante del poblado, quien corrobora el consumo de drogas que se registra en la localidad.
Momentos dramáticos son los que describió el poblador Oscar Silva (64). "Si hubiese más gente acá algo más se podría haber hecho. La falta de agua también influyó", dijo Silva, quien hace treinta años decidió radicarse en el poblado.
Silva sostiene que la gran cantidad de inmuebles sin moradores causa problemas en la localidad.
"Ha llegado gente de afuera que uno no conoce. La gente se mete a fumar a las casas vacías", dice el habitante de la Tirana, quien emplaza a quienes tienen una vivienda en el pueblo para que concurran periódicamente a revisar sus propiedades.
Marcela González (68), que no reside durante todo el año en el pueblo, insiste en el abandono en el que se encuentra la localidad y las precarias condiciones en que trabajan Bomberos.
González, identifica también una falta de personal de Carabineros y de presencia de efectivos de la Policía de Investigaciones en las inmediaciones de La Tirana.
Fuente: La Estrella de Iquique

Son los gritos de los afectados o los vecinos los que alertan a Bomberos de La Tirana de los siniestros. Los voluntarios ni siquiera cuentan con teléfono.
La precaria situación en que trabajan los bomberos de la localidad se apreció durante el reciente incendio que redujo a cenizas 50 casas en el poblado ubicado a 72 kilómetros al sureste de Iquique.
COMANDANTE
El comandante del Cuerpo de Bomberos de Pozo Almonte, Jorge Hernández Plaza, es lapidario en su diagnóstico y señala que "La Tirana es una bomba de tiempo y afortunadamente el incendio fue en estas fechas porque las casas estaban vacías. Todos los años rezamos para que no se registren incendios en la época en que el pueblo se llena con 200 mil personas por la fiesta religiosa".
El oficial señala que su jurisdicción tiene 13.765 kilómetros cuadrados y para ello cuanta con cuatro carros: uno 2006 con estanque de 5 mil litros de agua y otro Ford 600 del año 1974 con un estanque de 2 mil litros en Pozo Almonte, un carro Berliet de 3.500 litros en La Tirana y otro similar en Pica. En Matilla y La Huayca hay brigadas sin carros. En cuanto a equipos de protección personal, indican que tienen vestimenta gracias a las donaciones de la compañía inglesa de bomberos de Iquique, ya que de lo contrario literalmente no tendrían ropa.
Asimismo, denuncia que los pobladores y villorrios están abandonados a su suerte, dado que hace cuatro años se implementó un plan para dotarlos con estaciones repetidoras de radio. "Sin embargo el superintendente de Huara se enojó y desconectó la radio, pese a que son dineros del estado y en los pueblos la gente debe viajar hasta una carretera o encontrar algún carabinero para pedir ayuda". Sus dichos son reafirmados por el presidente de la Junta Regional de Cuerpos de Bomberos de Tarapacá, David Briones, quien señala que se revisa la personalidad jurídica del Cuerpo de Bomberos de Huara, "pero no entendemos porqué el alcalde de esa comuna no se hace parte y guarda silencio frente a las irregularidades en su comuna. Ahí hay un cuartel cerrado, nadie sabe qué paso con el programa radial y además el estado y la Junta asignaron un carro año 2006 que está guardado y con llave en un galpón".
Briones reconoce que a los problemas logísticos se suman los de capacitación, por lo cual buscará implementar instrucciones especiales para los pueblos rurales.
DENUNCIA
El comandante pampino, Jorge Hernández, denunció además que en los pueblos la red de grifos de emergencia no entregan la presión necesaria y que ello quedó demostrado con el incendio en La Tirana. "Las copas de agua que alimentan las redes de la población no estaban llenas y cuando nos acoplamos a los grifos no entregaban el agua necesaria".
Dicha versión fue desmentida por el gerente regional de Aguas del Altiplano, Carlos Barboza, quien sostuvo que los estanques tienen capacidad de 200 mil litros y al momento del incendio tenían 187 mil litros. "El monitor fijo en condiciones previas al incendio marcaba una presión de 18 metros por columna de agua y durante el incendio la presión mínima fue de 8,5. Esto es superior a la normativa vigente que pide como presión mínima para este tipo de eventos 5 metros de columna de agua. Lo que pasa es que los grifos son para abastecer a los carros y no para combatir el fuego directamente, dado que la presión la entregan los carros, por lo cual programaremos unas capacitaciones con los bomberos rurales", explicó el ejecutivo.
Llamas fueron provocadas para esconder robo

El incendio que destruyó 50 viviendas en La Tirana respondería al accionar de ladrones, quienes borran con fuego sus huellas de los constantes saqueos que realizan a las viviendas que están sin moradores.
El abandono que se percibe durante gran parte del año en esta localidad contrasta con la llegada del 16 de julio, donde cerca de 200 mil peregrinos renuevan su fe con la Virgen del Carmen. Esta situación sería una de las causantes de que el incendio que arrasó con dos manzanas de la localidad se transformará en una verdadera catástrofe. En el pueblo hay 1.200 viviendas, de las cuales el 80 por ciento permanecen cerradas y sólo se abren para la fiesta religiosa de julio. No hay alcantarillado y la mayoría de los pozos negros están colapsados y provocan hundimientos del terreno. Habitualmente viven cerca de 2 mil personas, las cuales en su mayoría son de la tercera edad. Hay una escuela básica con 142 alumnos, un retén con sólo 6 carabineros y una posta con un paramédico. La ambulancia no funciona porque no hay como costear el combustible y tampoco dinero para pagar un chofer. Los bomberos tienen un carro de la década del 80 y este año recibieron chaquetas y pantalones gracias a una donación de la compañía inglesa de Iquique, porque de lo contrario ni siquiera tendrían vestimentas.
CULPABLES
El presidente de la Junta Vecinal Nº 3, Sergio Olivares Alfaro (69), denuncia que el alcantarillado es una demanda ya histórica y el abastecimiento de agua potable registra problemas, tal como se demostró durante la emergencia. El dirigente, al igual que otros pobladores que ayer participaron en una especie de cabildo junto a la intendenta Antonella Sciaraffia, denuncian que adictos a la pasta base de cocaína son culpables de los incendios y robos, recordando que en julio del año pasado se quemaron 7 casas y en diciembre otras 5. Su tesis es que provocan incendios para borrar robos en las viviendas sin moradores y sindican como culpables a los integrantes del Centro Cristiano de Rehabilitación "Misericordia quiero". Allí permanecen 45 adultos y 13 menores (de los cuales 4 son lactantes) quienes tratan de huir de su adicción con oraciones.
Todos los datos entregados a peritos de la Policía de Investigaciones que realizaron los trabajos de rigor en la zona siniestrada, coinciden en que la catástrofe fue iniciada intencionalmente. Respecto a la expansión de las llamas de una cuadra a otra, Bomberos informó que las chispas que emanaban de los Tamarugos que ardían se encargaron de propagar el fuego.
Carabineros e Investigaciones se encuentra trabajando para aclarar quienes motivaron el inicio de las llamas en uno de los inmuebles de calle Tarapacá.
Corroboran tesis de incendio provocado

El fiscal Víctor Avila reconoció que existen numerosas denuncias por robo y que la hipótesis es que el incendio responde a la intervención de terceros. Misma información maneja el comandante de bomberos, Jorge Hernández, quien señala que se trató de "dos incendios al mismo tiempo".
En sólo 8 de las 50 viviendas habitaban pobladores, sumando un total de 17 damnificados (8 de los cuales son adultos mayores y sólo uno de ellos menor de edad). Algunos pernoctan en un centro habilitado por la municipalidad y otros se fueron a casas de familiares en Iquique. El gobierno regional comprometió para los residentes permanentes la entrega de mediaguas y estudiar mecanismos de apoyo mediante subsidios rurales u otros mecanismos paliativos. A su vez, el municipio aportará con muebles.
Durante toda la mañana de ayer Bomberos, Carabineros, el fiscal de Pozo Almonte y peritos de la Policía de Investigaciones trabajaron para intentar esclarecer las razones del siniestro. En todas las cuadras los pobladores sostenían reuniones improvisadas con este equipo multidisciplinario y todos coincidían en que terceros participaron en el origen de la tragedia.
Pobladores denuncian abandono

El jubilado de la Marina Mercante, de 75 años de edad, Marcos Rojas Valenzuela, refleja el actual momento de quienes residen en esa localidad.
Este adulto mayor, que sufrió quemaduras durante el siniestro, vivía solo en una de las viviendas que quedó totalmente destruida y recién ayer por la mañana fue trasladado a Pozo Almonte. Su sobrina, Rosa Guajardo Rojas, implora a las autoridades una mayor preocupación por los ancianos del pueblo.
ABANDONO
El abandono de la localidad es a todo nivel. Juvenal Benavides( 60), perdió todo producto de las llamas, Su casa ubicada en calle 16 de Julio 205 y su construcción fue producto del esfuerzo en tres años en La Tirana. "Es normal que se entren a robar a las casas solas", dice el habitante del poblado, quien corrobora el consumo de drogas que se registra en la localidad.
Momentos dramáticos son los que describió el poblador Oscar Silva (64). "Si hubiese más gente acá algo más se podría haber hecho. La falta de agua también influyó", dijo Silva, quien hace treinta años decidió radicarse en el poblado.
Silva sostiene que la gran cantidad de inmuebles sin moradores causa problemas en la localidad.
"Ha llegado gente de afuera que uno no conoce. La gente se mete a fumar a las casas vacías", dice el habitante de la Tirana, quien emplaza a quienes tienen una vivienda en el pueblo para que concurran periódicamente a revisar sus propiedades.
Marcela González (68), que no reside durante todo el año en el pueblo, insiste en el abandono en el que se encuentra la localidad y las precarias condiciones en que trabajan Bomberos.
González, identifica también una falta de personal de Carabineros y de presencia de efectivos de la Policía de Investigaciones en las inmediaciones de La Tirana.
Fuente: La Estrella de Iquique