Estimados...
Nuevamente creo que estamos en una de las encrucijadas históricas que de cuando en cuando, ponen a prueba a los hombres y sus instituciones.
Hoy leo a muchos compañeros de cotona describir a otros como "pro junta", como si estar de acuerdo con esta estructura fuera de por sí una falta a la moral, y si debemos considerar que existen ejemplos de manejos oscuros que no podemos negar.
En el día de hoy debemos reconocer que las inconsistencias ya son parte del quehacer propio de nuestra institucionalidad. Se dan en varias instancias y en diferentes enscenarios...
Cuando se tiene personal rentado que es Bombero, y que para ser pagado se considera a "precio de mercado", pero que a la hora de ser exigido se apela a su carácter de Bombero y por tanto se solicita que cualquier crítica a su trabajo, sea vista bajo la consideración de que "son Bomberos". O sea para cobrar no son Bomberos, son profesionales, pero para exigirles se apela a su condición de Bomberos...
Cuando algunos dirigentes viajan al extranjero a cuenta de alguna empresa licitante lo hacen en su calidad de personas, luego cuando fallan la licitación a favor de la empresa que les pago el viaje, son Bomberos... y se nos pide "confiar" en que esta dualidad no genera ninguna falta a la probidad...
Las platas son públicas o privadas, de acuerdo del escenario en donde se conversa...
Del tiempo pasado se habla cuando es glorioso, cuando no, nada se dice...
Empleados de la Junta que, a su vez, son empleados de una empresa licitante, cuando se trata de su doble empleo se nos apela a su condición de profesional, cuando se trata de confiar en su probidad, se apela a su condición de Bombero de trayectoria...
Debemos aceptar que la asociatividad ha tenido ventajas, pero es cierto que estas ventajas han sido mayores para algunos que para otros, y es en ese sentido donde debemos mejorar. Quizás debemos perder el miedo o la costumbre que "todo debe ser centralizado" y que "solo tiene que haber una voz" para pasar a aceptar que no es malo que se instalen voces regionales. Alguna vez consideré que no sería mala la exitencia de más de una asociación, por ejemplo, confederaciones regionales, que trabajen desde las realidades que Santiago no considera, ni reconoce.
La actual institucinalidad fue creada por hombres, como ustedes y como yo, no es una creación divina, intocable e incuestionable... y por tanto es perfectible, mejorable e incluso reemplazable por otra acorde a los tiempos actuales, pero para eso se debe contar hombres, dispuestos a jugársela...