Peuco 69, no sé si eres de Santiago, pero de ser así no conoces como se manejan estos viejos.
Instruyete un poco: Las llamadas comisiones de hombres buenos sólo son nominadas con la intención de tratar de convencer a un comandante u otro alto oficial renunciado, siempre y cuando el directorio, esa manga de viejos pedorros prehistóricos, tengan algún interes en la continuidad del oficial en cuestión. De lo contrario, es decir si el personaje ya no les interesa, lo dejan solito y ni se toman la molestia de tratar de conversar con él. Despues lavan todo con una comidita de desagravio en el cuartel del hombre alejado a la fuerza (camuflado con una renuncia) y borrón y cuenta nueva.
Y como dijo Spiro California: no nos veamos la suerte entre gitanos. En el directorio ocurre lo mismo que en las compañías, y de seguro te a tocado vivirlo en tu salon de sesiones. Si hay necesidad de cambio de un oficial de importancia para la compañía; o que arrastra simpatías, o alguien que está saliendo por motivos de fuerza mayor, el salon se llena de voluntarios (algunos reapareciendo después de meses de ausencia), todos deseosos de manifestar su apoyo al hombre en cuestión y así lograr su continuidad.
Por el contrario, si el oficial ha pasado mucho tiempo en el cargo, se ha ganado antipatías, se ha dormido en los laureles o tiene yá mucha gente encima y en definitiva, ya no es hombre con proyeccion para la compañía, en esos casos no lo acompaña nadie y generalmente la citación de compañía tiene escasa asistencia. Total, el personaje ya no sirve.
Son señales, amigo Peuco 69, señales políticas (aunque los Bomberos juramos de guata que no hacenos política). En las cámaras del parlamento ocurre lo mismo. Si el tema no interesa, la asistencia es bajísima.
Señales, estimado...señales, nunca las desestimes ni las pase por alto.