El bombero Juan Carlos Fernández, 'Cuni', compañero de Eloy Palacio, lamenta que todo siga igual que hace justo hoy cuatro años
Hoy, 7 de abril, se cumple el cuarto aniversario del incendio del edificio número 58 de la calle Uría, que afectó también al 25 de Melquiades Álvarez, y en el que falleció el bombero Eloy Palacio. Tenía 54 años y había accedido al Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento con la categoría de bombero conductor unos treinta años antes.
Palacio falleció en el acto tras desplomarse la cornisa del inmueble sobre la que trataba de combatir las fuertes llamas. A su lado, estaba su compañero, Juan Carlos Fernández, 'Cuni', quien también cayó al vacío, pero solo resultó herido leve. Cuatro años después, aún tiene muy vivo ese trágico día, que sacudió a todo Oviedo, y lamenta que nada se haya hecho para que un incendio de tal magnitud no vuelva a ocurrir. «A veces creo que murió un hombre y no sirvió para nada. El hidrante de Uría sigue como estaba. Los bomberos trabajamos con agua y allí no había. Me da igual si lo tiene que arreglar el Ayuntamiento o Aqualia, que se arregle y luego ya se verá quién es el responsable», explicó.
El suceso, además de mantener en vilo a toda una ciudad, dejó destrozada a una familia para siempre. A la de Palacio, a quien, de momento, no le quedan resquicios legales para seguir peleando en los tribunales. Así lo confirmó su abogado, Francisco Pérez Platas, a este diario: «No tenemos ninguna acción judicial pendiente. No hay posibilidad de más recursos y solo nos queda pedir la reapertura si aparece algún dato nuevo», explicó ayer el letrado después de haber intentado varias vías para lograr una indemnización digna. «Desgraciadamente la cosas están así».
El 7 de abril de 2016, el fuego devoró el edificio hasta el colapso, con el fatal desenlace para Palacio. Desde dentro y afuera, los bomberos se batieron con las llamas y escasos medios. Sin embargo, los tribunales desestimaron una y otra vez las pretensiones de la familia de Palacio.
La primera vía que desestimó la familia fue la administrativa al considerar que se trató de un accidente laboral atribuible a la deficiente gestión municipal tanto durante las tareas de extinción como en la prevención de incendios. Esto es, que faltó coordinación y agua y el fatal desenlace no fue una imprudencia de Palacio y su compañero, 'Cuni'.
Puertas cerradas
En el Penal, la causa se archivó antes de que se pudiera incorporar el informe de la Policía Científica. Expediente que concluyó que las labores de extinción se acometieron sin la supervisión adecuada del dispositivo llevado a cabo por los bomberos y que no se hizo una valoración adecuada del riesgo de colapso de la estructura. El trabajo policial también detalló que la falta de abastecimiento adecuado de agua, en hidrantes y bocas de riego coadyuvaron al colapso y caída desde la cornisa de los bomberos Palacio y 'Cuni'. La Fiscalía desechó la reapertura de la causa.
De ahí, la viuda de Eloy, Marta Valle, y sus dos hijos emprendieron la vía de lo Social. Varapalo tras varapalo, desde primera instancia hasta el Tribunal Supremo, los magistrados cargaron en el funcionario la responsabilidad del accidente de Uría, eximiendo a los mandos y al Consistorio de cualquier responsabilidad.
La sentencia dejó a la familia con una indemnización de 18.000 euros. La que prevé el Ayuntamiento para sus trabajadores fallecidos en servicio. La familia reclamaba 230.000 euros más los gastos por los daños morales ocasionados y el lucro cesante. En total, 600.000. El Ayuntamiento y la aseguradora ofrecían 397.807, pero manteniendo que la muerte del bombero se debió «en exclusiva» a su «exceso de confianza». Un extremo que impidió el pacto, ya que exigían que reconociese su desempeño profesional.
Hace un año, en cambio, la solidaridad en torno al deceso de Palacio fraguó en una donación de 172.000 euros tras una colecta realizada en todos los parques de bomberos país.
«A veces creo que murió un hombre y no sirvió para nada» | El Comercio: Diario de Asturias
El bombero Juan Carlos Fernández, 'Cuni', compañero de Eloy Palacio, lamenta que todo siga igual que hace justo hoy cuatro años