
Cuando transcurrían las 03:34 hrs. del día 27 de febrero, un ensordecedor ruido marcaría nuestras vidas para siempre; fueron 165 segundos que daban inicio a un largo camino a cuyo fin cientos de compatriotas lamentablemente nunca llegarán.
Me refiero, como ya podrán darse cuenta, al segundo terremoto más devastador en la historia de nuestro país, que prácticamente derribó a dos regiones y el cual, seguido de maremotos, se llevó literalmente a las profundidades del mar miles de hogares.
Nuestra comuna fue una de las más devastadas en la región, de hecho, en el balneario de Dichato desapareció el 90% de las casas y estructuras ubicadas en el sector plano.
A continuación y por razones de orden práctico, paso a relatar lo acontecido en la primera de tres partes.
Transcurridos unos 3 minutos de acontecido el gran sismo, comienzan a escucharse las primeras comunicaciones radiales entre portátiles de Voluntarios y algunos Oficiales por la frecuencia principal de la institución, reportando la no existencia de novedades entre el Personal y sus familias, lo mismo realiza la Guardia Nocturna asignada esa semana a la 1º Compañía; acto seguido comienzan a reportarse las Unidades y no hay respuesta de la Central de Comunicaciones, alguien señala dramáticamente que “se derrumbó”, asomando el primer miedo sobre el destino de quien operaba en ese minuto el Turno, temor que al cabo de unos quince minutos se disipó al informar personalmente el centralista que había huido de las dependencias e incluso había rescatado al carro de la 5ta. Compañía (ubicada en el Cuartel Gral.) y lo había estacionado en lugar seguro.
Ya bordeábamos las 4 de la mañana y luego de asegurar a nuestras familias y hogares, los Comandantes y Capitanes comenzábamos a coordinar las primeras atenciones de emergencia, que hasta ese minuto se habían realizado a “puro corazón y adrenalina”, constatando los primeros decesos y aprisionados en viviendas, priorizando el rescate y trasladando incluso en nuestros carros a los heridos hasta el Hospital local.
En ese minuto y luego de fuertes y estremecedoras réplicas se comienza a recibir los primeros informes de vecinos del sector Bellavista respecto que el mar se recogía dramáticamente ya sobre 100 mts., por lo que la inmediata respuesta institucional junto a Carabineros fue disponer la evacuación de toda la población del plan de la ciudad hacia sectores altos; a esa altura las Centrales de Bomberos de comunas costeras invadíamos de consultas a través de la frecuencia nacional radial al Cuerpo de Bomberos de Talcahuano (eje de comunicación provincial preestablecido), que hasta esa hora no obtenían comunicación con la Armada, para confirmar o descartar la alerta de tsunami; en la duda, proseguimos con nuestro Plan de Evacuación, el que más tarde confirmaríamos que salvó a cientos de personas.
Maremoto sector Plano Dichato
Sucediéndose una tras otras las réplicas y con las Unidades de las Cías. 1º, 2º, 4º y 5º recorriendo las calles solicitando evacuar por precaución, decidimos instalar una Central de Emergencia en la cancha de fútbol de la población Carlos Mahns, allí y en un camarín que se había trasformado en albergue natural sobre todo para adultos mayores, con la radio base de un Cuartel, la antena de un Voluntario y uno de los generadores institucionales, dimos vida a nuestro Puesto de Mando que nos cobijó hasta que la luz natural permitió ver la magnitud de la catástrofe; a pocos metros yacía en el suelo gran parte de una de las capillas católicas más hermosas de la zona, muros de contención y viviendas derruidas, fracturadas y las menos, indemnes.
Alrededor de las 5 de la mañana y como punto de encuentro de cientos de personas, nuestro Puesto de Mando contaba con la presencia de la primera autoridad comunal (que vive en las cercanías) quien recibía del Comandante las primeras y tristes informaciones sobre víctimas confirmadas y destrozos verificados, a lo cual se sumaría la constatación que marejadas de grandes dimensiones habían afectado al borde costero de la comuna, el centro, Bellavista y que a través de los esteros que desembocan en el mar el agua había inundado otros lugares.
No teníamos hasta el momento reporte de nuestras Compañías de la periferia: la 6ta. en la localidad interior de Menque, la 7ma. de Dichato y la 8va. en Rafael; suponíamos que “todo estaba bien”.
Se dispone que una Unidad explore hacia el sector de Rafael mientras reubicamos nuestro Puesto de Mando en el Cuartel de la 1º y 2º Compañías, en esos instantes un particular nos avisa en forma personal que en Dichato hay fuertes emanaciones de gas, por lo que la 5ta. Compañía (subespecialidad emergencias con hidrocarburos) es despachada al lugar, su Capitán al cabo de unos minutos reporta un dantesco espectáculo que radialmente no se podía descifrar con exactitud, por lo que volvió raudo (filmación de teléfono celular incluso) para descifrar que “el mar destruyó Dichato”; ante ese relato informamos al Centro de Mando de la Municipalidad y emprendimos junto a un primer equipo de búsqueda y rescate el camino al infierno, el cual era anticipado por contenedores provenientes del mar a orilla de carretera, barcos y botes rodeando bosques y pastizales hasta arribar a nuestra terrible “zona cero”: Dichato.
TEXTO: Roberto Araya Monsalve – Comandante Cuerpo de Bomberos de Tomé.Me refiero, como ya podrán darse cuenta, al segundo terremoto más devastador en la historia de nuestro país, que prácticamente derribó a dos regiones y el cual, seguido de maremotos, se llevó literalmente a las profundidades del mar miles de hogares.
Nuestra comuna fue una de las más devastadas en la región, de hecho, en el balneario de Dichato desapareció el 90% de las casas y estructuras ubicadas en el sector plano.
A continuación y por razones de orden práctico, paso a relatar lo acontecido en la primera de tres partes.
Transcurridos unos 3 minutos de acontecido el gran sismo, comienzan a escucharse las primeras comunicaciones radiales entre portátiles de Voluntarios y algunos Oficiales por la frecuencia principal de la institución, reportando la no existencia de novedades entre el Personal y sus familias, lo mismo realiza la Guardia Nocturna asignada esa semana a la 1º Compañía; acto seguido comienzan a reportarse las Unidades y no hay respuesta de la Central de Comunicaciones, alguien señala dramáticamente que “se derrumbó”, asomando el primer miedo sobre el destino de quien operaba en ese minuto el Turno, temor que al cabo de unos quince minutos se disipó al informar personalmente el centralista que había huido de las dependencias e incluso había rescatado al carro de la 5ta. Compañía (ubicada en el Cuartel Gral.) y lo había estacionado en lugar seguro.
Ya bordeábamos las 4 de la mañana y luego de asegurar a nuestras familias y hogares, los Comandantes y Capitanes comenzábamos a coordinar las primeras atenciones de emergencia, que hasta ese minuto se habían realizado a “puro corazón y adrenalina”, constatando los primeros decesos y aprisionados en viviendas, priorizando el rescate y trasladando incluso en nuestros carros a los heridos hasta el Hospital local.
En ese minuto y luego de fuertes y estremecedoras réplicas se comienza a recibir los primeros informes de vecinos del sector Bellavista respecto que el mar se recogía dramáticamente ya sobre 100 mts., por lo que la inmediata respuesta institucional junto a Carabineros fue disponer la evacuación de toda la población del plan de la ciudad hacia sectores altos; a esa altura las Centrales de Bomberos de comunas costeras invadíamos de consultas a través de la frecuencia nacional radial al Cuerpo de Bomberos de Talcahuano (eje de comunicación provincial preestablecido), que hasta esa hora no obtenían comunicación con la Armada, para confirmar o descartar la alerta de tsunami; en la duda, proseguimos con nuestro Plan de Evacuación, el que más tarde confirmaríamos que salvó a cientos de personas.
Maremoto sector Plano Dichato
Sucediéndose una tras otras las réplicas y con las Unidades de las Cías. 1º, 2º, 4º y 5º recorriendo las calles solicitando evacuar por precaución, decidimos instalar una Central de Emergencia en la cancha de fútbol de la población Carlos Mahns, allí y en un camarín que se había trasformado en albergue natural sobre todo para adultos mayores, con la radio base de un Cuartel, la antena de un Voluntario y uno de los generadores institucionales, dimos vida a nuestro Puesto de Mando que nos cobijó hasta que la luz natural permitió ver la magnitud de la catástrofe; a pocos metros yacía en el suelo gran parte de una de las capillas católicas más hermosas de la zona, muros de contención y viviendas derruidas, fracturadas y las menos, indemnes.
Alrededor de las 5 de la mañana y como punto de encuentro de cientos de personas, nuestro Puesto de Mando contaba con la presencia de la primera autoridad comunal (que vive en las cercanías) quien recibía del Comandante las primeras y tristes informaciones sobre víctimas confirmadas y destrozos verificados, a lo cual se sumaría la constatación que marejadas de grandes dimensiones habían afectado al borde costero de la comuna, el centro, Bellavista y que a través de los esteros que desembocan en el mar el agua había inundado otros lugares.
No teníamos hasta el momento reporte de nuestras Compañías de la periferia: la 6ta. en la localidad interior de Menque, la 7ma. de Dichato y la 8va. en Rafael; suponíamos que “todo estaba bien”.
Se dispone que una Unidad explore hacia el sector de Rafael mientras reubicamos nuestro Puesto de Mando en el Cuartel de la 1º y 2º Compañías, en esos instantes un particular nos avisa en forma personal que en Dichato hay fuertes emanaciones de gas, por lo que la 5ta. Compañía (subespecialidad emergencias con hidrocarburos) es despachada al lugar, su Capitán al cabo de unos minutos reporta un dantesco espectáculo que radialmente no se podía descifrar con exactitud, por lo que volvió raudo (filmación de teléfono celular incluso) para descifrar que “el mar destruyó Dichato”; ante ese relato informamos al Centro de Mando de la Municipalidad y emprendimos junto a un primer equipo de búsqueda y rescate el camino al infierno, el cual era anticipado por contenedores provenientes del mar a orilla de carretera, barcos y botes rodeando bosques y pastizales hasta arribar a nuestra terrible “zona cero”: Dichato.
IMÁGENES: TomealDia.com, Andrés Campos Voluntario 7ma. Dichato y Victor Chandia - DichatoalDia.cl
Fuente: BomberosDichato.cl