
Pese a la secuela del incendio que afectó al edificio Don Bosco el domingo pasadas las 7 de la mañana, devastando cuatro departamentos de los pisos 10 al 13, Pedro Alvarado, comandante del Cuerpo de Bomberos de Punta Arenas, señaló que la destrucción pudo ser mayor si no se hubieran dado condiciones que ayudaron al combate del fuego.
Como algo digno de destacar, mencionó que habían tenido acciones anteriores con ejercicios y conversaciones con los residentes. Ellos mismos se acercaron a la entidad bomberil como comité de seguridad del edificio, lo cual también dio lugar a hacer un simulacro un tiempo atrás. Destacó que aquí se dieron las condiciones para que se hiciera una buena evacuación, privilegiando una buena comunicación entre ellos.
El incendio se vio alentado por la presencia de mucha temperatura en la zona focal, que fue el departamento 101. Allí se acumuló mucha temperatura y producto del viento se expandió exteriormente de ventanal a ventanal y por piso. Pese a la magnitud, Bomberos logró controlar el fuego.
Pese a ser una torre antigua (del año 1971), comparado con los nuevos edificios que han incorporado mejores avances, remarcó que el tipo de construcción ayudó en alguna medida a que la secuela no fuera peor: “podemos decir que el edificio pasó la prueba de fuego”.
A partir de esta emergencia, señaló que ahora esperan trabajar mucho más focalizados hacia los inmuebles en altura.
Independiente de ello, destacó que meses atrás como comandancia ya habían hecho un trabajo con los edificios, en que cada compañía se preocupó de verificar las acciones con cada edificio, “y también el edificio Don Bosco estuvo enfocado en las compañías que lo atienden, y eso nos ayudó a que las cosas no pasaran a mayores. Nosotros sabíamos lo que hay ahí”.
Asimismo, privilegió la preparación de los vecinos, pues sirve de mucho que estén organizados y “se vio ahora con la evacuación entre ellos mismos, que iniciaron y se ayudaron, y tienen un sistema de alarma que es muy importante como organización”.
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