El parte policial del fin de semana recién pasado dio cuenta de que el sábado en la mañana pasó a control de detención y formalización de cargos por el delito de lesiones menos graves ante el Juzgado de Garantía de Punta Arenas una persona identificada como Jorge Cárdenas Levicán. La víctima de la acción violenta del detenido es señalada como Matías Irrazábal. Hasta aquí todo aparecería como un hecho más de los tantos sucesos que alimentan la nutrida bitácora policial. Pero tras la investigación judicial que se abrió, existe una escandalosa gresca que detonó en la madrugada de ese mismo día festivo de San Pedro, en las dependencias del Sky Bar del Hotel Casino Dreams y que tuvo como protagonistas a cuatro voluntarios de la Segunda Compañía de Bomberos y un grupo de guardias de seguridad del establecimiento.
De acuerdo a los hechos que han salido a la luz y que La Prensa Austral tuvo conocimiento, el violento enfrentamiento se registró horas después de que un grupo de treinta efectivos bomberiles de la citada compañía se reuniera el viernes en la noche en torno a una cena de camaradería en el restaurante Doña Inés que funciona en la planta baja del edificio. La razón que reunió en ese local a los “caballeros del fuego” fue la celebración del Día del Bombero, conmemoración anticipada ya que en Chile, desde 1962, se festeja los 30 de junio.
La velada se desarrolló en forma normal y al término de ella, cerca de la medianoche, los festejantes comenzaron a retirarse del recinto. Pero seis de ellos decidieron seguir estrechando vínculos de amistad, para lo cual nada mejor que prolongar la tertulia en el bar del casino instalado en la parte alta del establecimiento.
Tras una alegre y regada conversación, plena de anécdotas y recuerdos, las cosas comenzaron a tornarse ásperas a eso de las 4 de la madrugada del sábado, cuando dependientes del bar le notificaron al bullanguero grupo de bomberos que era imposible seguir sirviéndoles licor debido a su estado de embriaguez. Esto no cayó nada de bien a los chispeantes clientes que sin decir agua va comenzaron a generar disturbios que implicaron la rotura de mobiliario y accesorios, activación de la alarma contra incendios y la manipulación de los extintores de fuego, que las manos expertas de los enardecidos bomberos empezaron a rociar su contenido de polvo químico a lo largo, ancho y alto del salón, haciendo irrespirable el ambiente. Ante la gravedad de los sucesos se hizo necesario la intervención de los guardias de seguridad del casino para aplacar a los sulfurados clientes. No obstante, pese a la acción disuasiva de los vigilantes el escándalo no tenía visos de terminar, por lo que debió llamarse a la fuerza pública. Finalmente fueron los efectivos de Carabineros los que lograron restablecer el orden en las dependencias del lujoso bar con vista al estrecho de Magallanes.
Según testigos que presenciaron la descomunal batahola, sólo cuatro de los seis bomberos participaron directamente en los desórdenes, mientras que los otros dos se limitaron a observar. A raíz de los desmanes, Carabineros detuvo al bombero Jorge Cárdenas Levicán, quien un par de horas más tarde fue puesto a disposición del Juzgado, donde tras ser formalizado recobró su libertad.
Reunión de directorio
Los hechos han sido narrados y comentados en las redes sociales. En razón de ello, el caso será analizado por la máxima instancia bomberil, en su reunión del jueves. Se prevé que los cuatro involucrados sean pasados al Consejo Superior de Disciplina ante la gravedad de los hechos expuestos en esta crónica.
Fuente: laprensaaustral.cl
