LA MAYORÍA DE LOS FALLECIDOS SON MAESTROS CON SUS HIJOS QUE RETORNABAN DE UNA GRADUACIÓN
Once personas fallecieron ahogadas y otras seis están desaparecidas en las aguas del lago Titicaca, cerca de la isla Suriqui, tras el naufragio de una lancha de madera, que transportaba más de una veintena de pasajeros, la mayoría profesores rurales, que participaron de un acto de graduación.
Brigadas de rescate de la Fuerza Naval y voluntarios del lugar, desde la noche de la tragedia trabajaron sin descanso en el rescate de los 11 cuerpos y aún buscaban a otros seis hasta anoche.
Hubo nueve sobrevivientes del naufragio ocurrido el martes en la noche, cerca de las 20:30, al parecer por exceso de pasajeros.
Los pasajeros del bote hundido retornaban de la isla Suriqui a la población de Huatajata, después de participar de una graduación de bachilleres de la unidad educativa 16 de Julio.
“El hecho ocurrió cuando el bote que se trasladaba con destino a Huatajata, aproximadamente a una milla (de la isla), sufrió el naufragio, por exceso de carga al parecer”, informó el comandante del IV Distrito de la Armada, Pablo Cardona.
Cinco sobrevivientes nadaron unos dos kilómetros hasta la orilla y cuatro sobrevivieron sujetándose al bote volcado, dijo Cardona. El bote se fue a pique con 22 pasajeros cuando su capacidad máxima era de 15.
“Ellos tenían la graduación de la promoción en la isla Suriqui. Se quedaron hasta esa hora porque agasajaban a los bachilleres, por eso tardaron en trasladarse a Huatajata”, explicó el jefe militar en contacto telefónico.
“Habíamos navegado una hora, estábamos a mitad del trayecto cuando el motor se apagó. En ese momento había fuerte oleaje.
Comenzó a entrar agua por la popa y el bote se hundió en medio del lago. No había salvavidas. La gente gritaba. Todos regresábamos de una fiesta de graduación de bachilleres”, relató a la emisora Erbol el maestro Zacarías Chambi, uno de los sobrevivientes.
Según Chambi, por lo avanzado de la hora, no había embarcaciones para regresar, por lo que los maestros abordaron el único bote con motor fuera de borda que estaba disponible cuyo conductor estaba ebrio.
El balsero Alberto Quispe, en declaraciones a PAT, admitió que la capacidad del bote es de 15 a 16 personas, pero que algunas de las 25 personas presionaron para subir y, en medio del trayecto, el motor dejó de funcionar.
La tragedia desveló, por ejemplo, la falta de salvavidas en las lanchas que hacen el servicio de transporte de pasajeros en el lago Titicaca.
Según el testimonio de otra de las sobrevivientes, los pasajeros –la mayoría en estado de ebriedad– al ver cómo ingresaba el agua y se hundía el bote, se desesperaron provocando el vuelco de la pequeña embarcación.
Roberto Pari, uno de los sobrevivientes, confirmó que el exceso de pasajeros y la marea alta ocasionaron el siniestro. Relató que por el fuerte oleaje fueron vanos sus esfuerzos para socorrer a sus dos hijas y esposa, que perecieron ahogadas.
Los cuerpos de los fallecidos son velados por familiares y pobladores en la capilla de la isla de Suriqui.
Celestino Cruz, uno de los fallecidos, según reporte de la red Erbol, sería familiar del canciller David Choquehuanca.
LOS PASAJEROS
Fallecidos: Celestino Cruz de 50 años, director Distrital de Puerto Pérez; los profesores Pedro Vega (50); Isabel Apaza Villaverde (58) y Lucía Canqui (40). Además de Alica Pari Canqui (5); Epifania NN (30); dos menores no identificados; una mujer no identificada; Joaquina Quispe (19), enfermera de Suriqui, y Marcela Suxo (52).
Desaparecidos: Los profesores Fulgencio Limachi (42); Teodoro Callani (37) y Gregorio Quino (55). Melisa Pari (10) y Mariela de Luque (26).
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