El presidente Emmanuel Macron, con expresión grave, guiña discretamente el ojo al general Jean-Claude Gallet, jefe de los bomberos de París, y autoriza así la operación desesperada para evitar el derrumbe total de Notre Dame. Es la escena más dramática del documental La bataille de Notre-Dame que emitió ayer el primer canal de la televisión francesa, TF1, con imágenes inéditas de la lucha contra el incendio del pasado 15 de abril.
Notre Dame era un brasero apocalíptico cuando había que tomar una decisión muy difícil. Centenares de toneladas de vigas de roble de la Edad Media que aguantaban el tejado eran devoradas por las llamas. También había fuego en lo alto de la torre norte de la fachada principal, con el peligro de que se desprendieran las pesadas campanas y cayera todo. Para salvar la catedral, había que introducir en las torres un comando de una veintena de bomberos. Gallet explicó que era muy arriesgado pero podía hacerse, y Macron, reunido en un edificio cercano, dio la luz verde, igual que hace con las operaciones antiterroristas más delicadas del ejército en el Sahel u otras zonas del mundo.
Durante el programa
Una simple hoja de papel, tamaño folio, con un croquis a mano ilustra el estado del incendio y su probable propagación
Durante el programa, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, entrevistada a posteriori, expresa cierta
perplejidad ante la trascendente decisión de arriesgar la vida de los bomberos para salvar un edificio histórico. La escena entre Emmanuel Macron y Claude Gallet muestra otro elemento desconocido y sorprendente: una simple hoja de papel, tamaño folio, con un croquis a mano que ilustra el estado del incendio y su probable propagación.
Pese a los modernos medios técnicos de los bomberos parisinos, que cuentan con robots, cámaras y drones, al final lo más fiable es el croquis en una hoja de papel que les presenta Laurent C., bombero y “dibujante operacional”. Su diagnóstico artesanal, elaborado tras observar el incendio desde varias perspectivas, prevalece. Fue el que se presentó a Macron.
Cuando se derrumba la flecha del tejado, secuencia icónica de la catástrofe, se abre un enorme boquete en el techo de la nave y se produce una súbita corriente de aire, muy violenta, que cierra las puertas exteriores de la catedral. Los bomberos sufrirán para reabrirlas y rescatar a sus compañeros.
Cuando se derrumba la flecha del tejado
Se abre un enorme boquete en el techo de la nave y se produce una súbita corriente de aire, muy violento
Las reliquias de Cristo –la corona de espinas, un clavo y un fragmento de la cruz–, guardadas en la caja fuerte del tesoro de la catedral, las salvó un empleado que llegó de casa en bicicleta y orientó a los bomberos. Durante cuatro interminables minutos esperaron entre las llamas a que llegara, a través de un mensaje de móvil, la combinación de la caja.
Ocho meses después del incendio aún no se sabe cómo se reconstruirá el tejado, cómo será la flecha o qué arquitecto dirigirá la reconstrucción.
