
A diferencia de los tradicionales, que tardan mínimo 30 segundos en descargarse y hacer efecto, el Bonex FR911 sólo requiere que su envase sea lanzado al fuego y produce un efecto inmediato. Su efectividad y fácil uso está cambiando la forma de reaccionar ante los primeros efectos de un siniestro.
El uso y manejo de los extintores de incendios, de bastante peso cuando se trata de los que se utilizan en edificios y empresas, parece estar quedando atrás debido a la irrupción de nuevas tecnologías que permiten una mejor reacción ante la irrupción del fuego.
Hasta ahora, el protocolo es tomar el recipiente metálico, retirar una llave de seguridad, mantener presionado un gatillo y dirigir el chorro a la base de las llamas mientras se produce la descarga del químico. Todo este proceso, realizado con celeridad, tarda como mínimo 20 a 30 segundos, tiempo que podría verse incrementado si quien se ve enfrentado a la emergencia es un niño, un adulto mayor o una persona con discapacidad.
De ahí el éxito que tuvo en Japón un nuevo sistema "de lanzamiento" en base a fosfato de amonio. Su nombre lo dice, basta con lanzar el envase que lo contiene al fuego para que de inmediato entre en acción impidiendo la reignición, reduciendo la temperatura del elemento en combustión y cortando la reacción en la cadena de oxigeno.
Se trata del producto FR911 que es comercializado en Chile por la firma Bonex. Es un líquido no tóxico que junto a su recipiente pesa poco más de medio kilo (exactamente 668 gramos). Si bien el envase es resistente a la manipulación, puede romperse cayendo desde una altura de sólo 30 centímetros. Esto asegura su efectividad, considerando que la recomendación es tirarlo desde una distancia de dos metros de las llamas que se originen por la combuastión de materiales sólidos que pueden formar brasas, como la madera (clase A); de hidrocarburos como la gasolina y el alcohol (clase B); y de origen eléctrico, como electrodomésticos y circuitos electrónicos (clase C).
Además de ser altamente eficiente al momento de iniciarse un incendio, también lo es para abrir camino hacia vías de evacuación, lo que lo convierte en una herramienta que podría salvar la vida de personas que queden rodeadas por el fuego.
Por estas razones el FR911 ha recibido varias certificaciones internacionales, una de ellas en Europa y su uso es obligatorio en Japón y Corea del Sur para los recintos donde hay niños y ancianos, dada su facilidad de uso que no requiere capacitación, su fácil almacenamiento, su larga duración de hasta cinco años y su practicamente nulo impacto sobre el medio ambiente.
En Bonex.cl indicaron que viene también en otras presentaciones y que puede utilizarse de la forma ya descrita, o también directamente sobre el fuego diluido en ocho litros de agua.
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