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Fraile franciscano apaga hasta los malos pensamientos
Se peina como bombero de La Cisterna y tiene m?s medallas que Nicol?s Mass?.
La mayoría de la gallada asocia a los frailes con religiosos que viven enclaustrados puro dándole a la oración mientras cultivan su peladita, conocida como tonsura. Pero hay uno de ellos que no sólo rompe el mito, sino que además, sorprende porque tiene más pegas que rostro de tevé.
En La Cisterna, el fray Gerardo Flores las hace todas en la 1ª Compañía Metropolitana Sur, donde se inició como capellán en el año 2002, para luego hacer los cursos de Bomberos y así convertirse hoy en uno de los miembros del Equipo de Rescate Urbano ERU-USAR.
“Este equipo es el que sale en las grandes catástrofes, cuando hay terremotos o tsunamis. Ahí estamos para ayudar a todo aquel que lo necesite”, explica.
El religioso es toda una celebridad en dicha comuna, donde se ha llevado más preseas que el Nico Massú en los Juegos Olímpicos.
“Me nombraron hijo ilustre, mejor vecino y también me dieron la medalla al mérito”, cuenta mientras saca pechito por los ocho años que ha vivido en el sector. ¿Qué tal?
Respecto a su labor con los Chicos Buenos, fray Gerardo la tiene clara: “He sido el hombre más feliz al ser fraile y Bombero, porque son servicios muy importantes para la comunidad y sin recibir nada a cambio. Eso es muy lindo”, suelta.
Y como le gusta caleta tender una mano a quien lo necesite, divide su tiempo en el cuartel, ubicado en el paradero 24 de la Gran Avenida, y la Casa de Hermanos Enfermos San Francisco, en la comuna de Santiago, donde ayuda a personas que padecen cáncer, demencia senil y parkinson, entre otras patologías.
“Sea la hora que sea para servir, estoy disponible. Es mi vocación. No puedo decir que no cuando hay que ayudar a alguien”, señala.
– Usted va a todas, eh…
– Hay que servir con amor y gratuidad, sin recibir una retribución.
– ¿Qué le dicen sus hermanos “Panchitos”?
– Mis colegas me felicitan, porque ingresar a Bomberos no es fácil.
– ¿Y qué les dice usted de vuelta?
– Que tengo los mejores sueldos: soy franciscano y bombero. ¡jajaja! Lo cierto es que espero que nunca los bomberos sean pagados, pues no sería una labor realizada con libertad.
– ¿Ha pensado en colgar la manguera?
– ¡Jamás! Yo muero con las botas puestas: a mi de bomberos no me sacan, no me bajan del camión.
Lo vi en TVN. Muy simpatico
