Caballeros del Fuego... un estilo de vida.
No me voy a referir a lo que se publica sobre mi Cuerpo, pese a que no puedo evitar comentar que es realmente lamentable la imagen que se da no solo a la comunidad bomberil sino al mundo.
Sin embargo, quiero aprovechar el tenor que sigue este tema para de soslayo apuntar a una cuestion que Milobombero en mas de una oportunidad ha comentado y discutido... la imagen que proyectamos.
De cuando en cuando algun medio se refiere a nosotros como "Caballeros del Fuego".
Queda entonces en evidencia un hecho del que regularmente la comunidad tiene mayor y mejor conciencia que incluso la mayoria de los propios bomberos... nuestra envestidura de servidores publicos nos obliga a mucho mas que solo acudir voluntariamente a sofocar incendios, rescatar personas, e intervenir en catastrofes.
Un bombero no se convierte en un Caballero del Fuego solo por vestir una cotona y un casco. Este no es un ropaje que nos otorga una calidad particular cuando acudimos a una emergencia.
Ser un Caballero del Fuego no es un pasatiempo, es un estilo de vida que se evidencia en el dia a dia. No solo nos preocupamos de predicar los mas altos valores de altruismo y caballerosidad... los vivimos dia a dia.
Imagino que siempre sera un bombero quien cede el asiento a un anciano, una dama o un discapacitado en el transporte publico. Imagino a un bombero cediendo su lugar en la fila de un banco a una anciana. Imagino a un bombero dando libre paso a una dama ante el umbral de una puerta o poniendose de pie cuando una persona de edad entra a una sala. Imagino a un bombero como el primero en pronunciar un "gracias" o un "por favor". Imagino a una persona de buen hablar, libre de groserias. Imagino a un bombero como alguien de comedidos modales, no por si mismo solamente, sino por que representa a diario a un noble ideal.
No nos hace especiales nuestro uniforme... ni la imagen que proyectamos... tampoco nuestro objetivo altruista... lo hacen nuestros valores generosos, nuestra caballerosidad, nuestra hidalguia, nuestro respeto y disciplina... en fin, todos aquellos valores impopulares en esta sociedad de satisfaccion inmediata pero que para nosotros se ven fielmente representados hoy, tal cual como cuando hace ya mas de 160 años nuestros fundadores tuvieron la vision preclara para encender esta llama de servicio.
REINALDO VALLEJOS CACERES