Primero debo indicar, con el fin de no herir susceptibilidades (particularmente la de Karen), que este comentario es general, no pretende tener una intención acusatoria particular y obedece a un análisis frío de mi parte, basado en hechos que he constatado personalmente en mis once años de servicio. Entiéndo que para muchos lo expuesto a continuación no será válido, ya que considerarán que en sus casos particulares, prima lo que los Bomberos llaman el "buen criterio" o "saber separar las cosas" o "tener las cosas claras", pero bajo mi punto de vista temas como éste que pueden ser tan delicados, debiéran quedar sujetos a estrictas normas, más que a interpretaciones o buenas intenciones.
Las relaciones de pareja o los lazos de familia dentro de la Institución, es otro ejemplo de situaciones que se debiése regular, ésto si Bomberos pretende postularse como una entidad profesional y seria. Ya que tener parientes o parejas que ocupan cargos dentro de la misma Compañía, o incluso Cuerpo, fomenta que las irregularidades sean pasadas por alto cuando el perpetrador es un pariente, pareja o novio de algún oficial. Resulta complejo, para un Bombero(a), particularmente uno recién ingresado(a), denunciar irregularidades detectadas o vistas que son realizadas por la el polola(o) de la o el Teniente. Todos somos adultos, unos más que otros, y debemos estar de acuerdo en que la bella pero tormentosa época del enemoramiento, ciega el juicio y nos impide ver faltas o imperfecciones de la pareja amada, eso es humano y comprensible, pero no aceptable cuando puede afectar el servicio de la Institución.