[IMGA]http://i374.photobucket.com/albums/oo183/volktuning/iqqssy6.jpg[/IMGA] Conductores los utilizan para participar en carreras clandestinas en zonas industriales de la Región Metropolitana:
Se trata del kit de nitrógeno y el kit de turbo, que permiten a los autos alcanzar altas velocidades en pocos segundos. "Presentan un gran riesgo en la conducción", asegura Carabineros.
JAIME PINOCHET
Alcanzar 140 km/h en tres segundos en un automóvil, simulando el despegue de un avión por la velocidad y estruendo del motor, parecía posible sólo en las películas de carreras clandestinas urbanas, como las sagas de "Rápido y furioso".
Pero no. En la actualidad, los sistemas de aceleración de motor son cada vez más accesibles para los conductores adictos a las altas velocidades, a pesar de que la normativa de tránsito no permite su instalación.
Éstos se pueden encontrar en los talleres mecánicos especializados de la Región Metropolitana, donde se ofertan los "enchulamientos" o tuning (personalizar el automóvil, según deseo y gusto).
Dentro de estos mecanismos aparecen dos tipos: el kit de nitrógeno y el kit de turbo, los cuales se intentan disfrazar como elementos del tuning.
El primero no tiene mucha demanda en el país, debido al alto precio de uso y mantención. Los mecánicos cobran entre $500 mil y $1 millón para instalarlo.
El turbo, en tanto -a pesar de que cuesta casi el doble-, es el preferido de los corredores, por el bajo costo de mantenimiento.
El armado debe contar con cinco a seis piezas adicionales para que el motor soporte el exigente ritmo de combustión.
"Para que funcione este sistema hay que tener claro que cada artefacto es vital, porque la falta de uno puede causar el riesgo de una explosión de motor", comenta Pablo H., propietario de un taller de La Florida, donde se arregla este tipo de vehículos de competencia.
Piques clandestinos
¿Y para qué se usan los aceleradores de motores?
Los aficionados de estos "enchulamientos" los compran principalmente para competir en los piques y carreras clandestinas. Algunos lo hacen por dinero y otros para demostrar el mejor motor.
Carabineros ha detectado que estas personas -universitarios y profesionales- utilizan las rectas de las zonas industriales en Lo Espejo, San Bernardo y Quilicura. Ello, debido a que cumplen con los requisitos de privacidad para correr: nadie los escucha y el patrullaje policial es mínimo en esos lugares.
La policía uniformada sólo está capacitada para fiscalizar los "enchulamientos" prohibidos que están visibles, porque no tienen las herramientas para detectar los cambios del motor.
Riesgo en conducción
"Nosotros inspeccionamos las infracciones visibles, porque el carabinero no tiene cómo constatar la instalación de aceleradores para el motor", asegura el jefe de la SIAT, comandante Víctor Cancino, quien agrega que esos sistemas presentan un riesgo en la conducción, porque aumentan la potencia y velocidad.
El parte más común que cursa Carabineros tiene relación con la tronadura del tubo de escape. En 2008 se infraccionó a 115 conductores, lo que equivale a una falta menos grave ($36.863).
Cancino aclara que los automóviles podrán incorporar el tuning mientras esos elementos "no pierdan las características técnicas de construcción y las condiciones de seguridad, comodidad y mantenimiento".
Fuente Emol.cl
Se trata del kit de nitrógeno y el kit de turbo, que permiten a los autos alcanzar altas velocidades en pocos segundos. "Presentan un gran riesgo en la conducción", asegura Carabineros.
JAIME PINOCHET
Alcanzar 140 km/h en tres segundos en un automóvil, simulando el despegue de un avión por la velocidad y estruendo del motor, parecía posible sólo en las películas de carreras clandestinas urbanas, como las sagas de "Rápido y furioso".
Pero no. En la actualidad, los sistemas de aceleración de motor son cada vez más accesibles para los conductores adictos a las altas velocidades, a pesar de que la normativa de tránsito no permite su instalación.
Éstos se pueden encontrar en los talleres mecánicos especializados de la Región Metropolitana, donde se ofertan los "enchulamientos" o tuning (personalizar el automóvil, según deseo y gusto).
Dentro de estos mecanismos aparecen dos tipos: el kit de nitrógeno y el kit de turbo, los cuales se intentan disfrazar como elementos del tuning.
El primero no tiene mucha demanda en el país, debido al alto precio de uso y mantención. Los mecánicos cobran entre $500 mil y $1 millón para instalarlo.
El turbo, en tanto -a pesar de que cuesta casi el doble-, es el preferido de los corredores, por el bajo costo de mantenimiento.
El armado debe contar con cinco a seis piezas adicionales para que el motor soporte el exigente ritmo de combustión.
"Para que funcione este sistema hay que tener claro que cada artefacto es vital, porque la falta de uno puede causar el riesgo de una explosión de motor", comenta Pablo H., propietario de un taller de La Florida, donde se arregla este tipo de vehículos de competencia.
Piques clandestinos
¿Y para qué se usan los aceleradores de motores?
Los aficionados de estos "enchulamientos" los compran principalmente para competir en los piques y carreras clandestinas. Algunos lo hacen por dinero y otros para demostrar el mejor motor.
Carabineros ha detectado que estas personas -universitarios y profesionales- utilizan las rectas de las zonas industriales en Lo Espejo, San Bernardo y Quilicura. Ello, debido a que cumplen con los requisitos de privacidad para correr: nadie los escucha y el patrullaje policial es mínimo en esos lugares.
La policía uniformada sólo está capacitada para fiscalizar los "enchulamientos" prohibidos que están visibles, porque no tienen las herramientas para detectar los cambios del motor.
Riesgo en conducción
"Nosotros inspeccionamos las infracciones visibles, porque el carabinero no tiene cómo constatar la instalación de aceleradores para el motor", asegura el jefe de la SIAT, comandante Víctor Cancino, quien agrega que esos sistemas presentan un riesgo en la conducción, porque aumentan la potencia y velocidad.
El parte más común que cursa Carabineros tiene relación con la tronadura del tubo de escape. En 2008 se infraccionó a 115 conductores, lo que equivale a una falta menos grave ($36.863).
Cancino aclara que los automóviles podrán incorporar el tuning mientras esos elementos "no pierdan las características técnicas de construcción y las condiciones de seguridad, comodidad y mantenimiento".
Fuente Emol.cl