El Ultimo de los Caballeros

Nacho

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La leyenda de Von Lettow y los askaris


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El Africa Oriental Alemana fue un frente secundario en la Gran Guerra. El coronel y luego general Paul-Emil Von Lettow-Vorbeck, un jefe militar casi desconocido por el gran público. Los askaris zulúes, poco más de diez mil. Pero todos juntos protagonizaron una de las más fascinantes hazañas militares de todos los tiempos. Que se sepa, ningún otro ejército vencedor ha convocado nunca al derrotado para rendirse a él con armas y bagajes. La última 'guerra de caballeros' se libró en el Africa de las grandes extensiones, la naturaleza majestuosa y salvaje, los nativos misteriosos y la eterna fascinación que ejerce sobre el hombre blanco.


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I. El modelo alemán

Esta historia comienza cuando en los tiempos del reparto colonial de Africa Alemania llega a tiempo de hacerse con las últimas migajas: como territorios principales se quedan con Camerún y Tanganika, la actual Tanzania (nombre que simboliza la unión entre Zanzíbar y Tanganika), donde años más tarde tendría lugar la historia de Von Lettow y sus soldados, que durante la I Guerra Mundial derrotarían en toda la línea a los aliados, de tal forma que al producirse la rendición alemana en Europa se dio en Africa el caso de que el ejército vencedor convocara al derrotado y perseguido para rendirse a él con armas y bagajes.

La colonización alemana tenía un problema añadido al de las resistencias nativas: La región era una base fundamental de los traficantes de esclavos árabes, que cazaban allí a sus víctimas o las compraban a sus soberanos en la zona o en la próxima Uganda. La llegada de los alemanes y su Compañía Comercial supuso para ellos un duro golpe, de tal forma que comenzaron a movilizar a todos los soberanos musulmanes de la zona. El rey Bushuri y otros juraron ante el Corán echar al mar a los europeos y llegaron a las proximidades de Dar es Salaam. Hubo víctimas europeas y Bismarck convocó a su despacho al comandante Von Wissman y le dio una sola orden: "Vaya a Africa y aplaste a quien se resista". El sultán no se resistió después de que cinco buques de guerra alemanes colocasen su palacio bajo el tiro de sus cañones el 7 de agosto de 1885

Von Wissman formó en Dar es Salaam una tropa formada por sesenta oficiales alemanes y dos mil soldados nativos, la mayoría sudaneses (acto de inteligencia, dado que sus enemigos eran de etnia zulú, y de este modo podía aprovechar las rivalidades locales. Igual hizo Cortés en México. Sólo ahora, en la hermana república, se comienza a reconocer que a los aztecas no les derrotaron doscientos españoles, sino doscientos españoles y doscientos mil toltecas y demás, oprimidos por los aztecas, pero no divaguemos...). El rey Bushuri acabó ahorcado.

Cuando los alemanes llegaron al interior los wahehe, zulúes, se sublevaron. En un grave error de cálculo, los alemanes destacaron a trescientos soldados al mando de varios oficiales germanos, que en Iringa vivieron su Little Big Horn: murieron todos tras haber agotado sus municiones....​


El reparto de Africa​


Las rebeliones fueron intermitentes hasta que en 1905 estalló la revuelta general de los maji-maji. Exasperados por el trabajo forzado, la rapacidad de los funcionarios y la brutalidad de capataces y militares blancos, el sur de Tanganika se sublevó. Los rebeldes tomaban una mezcla milagrosa formada por agua, aceite de ricino, agua, maiz y pólvora que, según sus hechiceros, hacía disolverse las balas al entrar en el cuerpo, y en la que no perdieron la fe aún comprobando que no siempre funcionaba. La revuelta se extendió y murieron bastantes alemanes, incluidos altos militares y misioneros, incluso el obispo de Tanganika.

El ejército alemán respondió con su eficiencia y minuciosidad. Reclutó soldados locales de tribus diferentes a las sublevadas, se contrató a los acreditados mercenarios sudaneses y se trajeron tropas de Melanesia y Papúa. Con minuciosidad, fueron aniquilando aldeas rebeldes, devastando las tierras y ejecutando a cuantos nativos sospechosos caían en sus manos. En total, cuando la revuelta maji-maji fue derrotada, habían muerto más o menos 250.000 nativos. Aún hoy el sur de Tanzania es la región más pobre del país.

Sin embargo, la revuelta tuvo una inesperada consecuencia. Las brutalidades cometidas en la represión soliviantaron a la opinión pública alemana, que por entonces se tenía por el pueblo más avanzado de Europa, y reclamó que a los nativos se les diese un trato humanitario en consonancia con la 'kultur' alemana. La consideración de los zulúes para los militares, paralelamente, creció enormemente al convencerles la dura resistencia que habían mostrado que ante ellos tenían gente de valor. Así, de acuerdo a la impecable lógica germana, la administración colonial cambió de signo hasta tal punto que en torno a 1910 la población del Africa Oriental Alemana era la mejor tratada por sus amos europeos (el concepto de derechos humanos para los africanos aún no había llegado), habiendo alcanzado unos aceptables niveles de desarrollo. Esto tendría su importancia porque en 1914, porque los nativos se mantendrían leales a los alemanes.

II. Guerra en el Paraíso.

Decimos que tras las matanzas de la revuelta de los maji-maji Tanganika se convirtió en un modelo de administración colonial. El parlamento alemán retiró a los militares la administración de la colonia y puso a civiles al frente de la misma. Albertch Von Rechenburg y Bernard Dernberg abolieron la esclavitud y el trabajo forzado, pugnaron por extender la educación y un sistema sanitario avanzado, mostrándose también respetuosos con los derechos de los nativos. No se abolió la esclavitud, pero sí se prohibieron los malos tratos, el tráfico y compra de nuevos esclavos, y se decretó la libertad para todos los hijos de esclavos nacidos después de 1906. El desarrollo económico de la colonia creció enormemente, así como el nivel de vida de los nativos.

Ambos legisladores fueron cesados por presiones de los colonos más radicales, pero la administración germana siguió en esta línea, de tal forma que en 1914 queda dicho que la situación en la Tanganika alemana era lo más parecido al 'sueño de Africa' que imaginarse pueda, y por supuesto mucho mejor que la de las colonias británicas, francesas y belgas. Cien mil niños nativos recibían educación primaria en swahili y secundaria y profesional en alemán. Incluso se promovía la emigración a Alemania.

Así, cuando en 1914 estalló la Primera Guerra Mundial, británicos sobre todo y belgas contaron entre sus planes la conquista de Tanganika. Los alemanes propusieron que Africa fuera zona neutral pero los aliados no quisieron. Sin embargo, previendo los sucesos, el alto mando alemán reorganizó sus tropas en la zona poniendo al frente al coronel Paul Emil von Lettow-Vorbeck, de 44 años, veterano de la lucha contra los boxers en China y de luchas coloniales en Namibia, donde colaboró e hizo amistad con quien luego sería su gran rival, Jan Smuts, y que llegó a Tanganika precisamente en un barco inglés pocas semanas antes del inicio de la guerra. A su cargo estaría la fuerza llamada, con poca originalidad, Deutsche-Afrika Schutztruppe.​



La Sturmptruppe Deutsche Ostafrika estaba formada en su inicio por unos dos mil ochocientos soldados y suboficiales nativos y unos doscientos oficiales alemanes. Los nativos recibían el nombre de askari (soldado, en swahili). En principio eran sudaneses y luego también zulúes enrolados en la misma Tanganika, y muchos de ellos supervivientes de las guerras contra los mismos alemanes. A medida que la guerra se extendió, la fuerza de Von Lettow fue creciendo y en ella se integraron casi todas las etnias de la zona, que unieron a la belicosidad africana el entrenamiento y precisión germana, impartida por los oficiales alemanes. Todos ellos eran oficiales de carrera que habían pedido voluntariamente el destino africano, en el que debían servir dos años y medio por doble paga que en Europa. Pese a haber estudiado las tácticas de Clausewitz, Moltke y otros, aprendieron de sus soldados y adversarios la forma de pelear en selvas y sabanas.​
 

Nacho

Comandante de Guardia
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Von Lettow no hizo sino apoyar y acentuar las características germano-africanas de su pequeño ejército. Los oficiales alemanes enseñaron a los askaris a no separarse nunca de su fusil (al que llamaban 'bibi' o esposa) las órdenes se daban en alemán y las explicaciones en swahili. Los soldados tenían el único deber de estar listos para el combate, y podían contratar criados para el resto de tareas. Su uniforme, que debía estar germánicamente impoluto en todo momento, era caqui, con quepis y pañuelo para protegerse del sol, al estilo de la Legión Extranjera. Se fomentaba entre ellos el espíritu del soldado de élite y hay que señalar cuando se trataba de reprimir revueltas, eran más temidos ellos que sus oficiales alemanes, que debían ocuparse de impedir que cometieran excesos. Sus armas eran el mauser, algunas ametralladoras y pequeños cañones.
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Von Lettow-Vorbeck en 1914

La disciplina, evidentemente tratándose de alemanes de 1914, era estricta. Entre algunas normas señalar que las ametralladoras debían estar siempre montadas. La munición debía ir siempre con la tropa y nunca con porteadores alejados de ella. Nunca debía acamparse en zonas de hierbas alta o con escasa visibilidad. No se debía abandonar al grupo para perseguir al enemigo. No se permitía el pillaje. Nunca se debía dispersar excesivamente la fuerza y los porteadores debían ser advertidos que en caso de combate tenían que permanecer junto a los combatientes, pues los que huyeran serian abatidos para impedir que hablasen. En cuanto a los propios askaris, se confiaba en que nunca revelarían nada al enemigo.
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Formación de Askaris

Von Lettow organizó a sus tropas en unidades autosuficientes e independientes previendo una guerra de guerrillas. Cada una contaba con ocho oficiales, doscientos askaris, dos equipos de ametralladoras, porteadores y ocasionales irregulares, que debían transportar medicnas, alimentos, munición y lanchas desmontables. Cuando se acababan los alimentos, se tomaban al enemigo, se requisaba en las aldeas sin asolarlas pues no se sabía si se habría de volver, o se cazaba. En cuanto a la medicina, se usaba tanto la europea como la africana



IV. La batalla de Tanga.

Tan pronto como empezó la contienda en Europa, Von Lettow tuvo que acantonar a sus askaris en diversas zonas de las fronteras para prevenir infiltraciones británicas y belgas una vez que, como queda dicho, los aliados se negaron a declarar neutrales los territorios africanos contribuyendo, de este modo, a extender un poco más la destrucción bélica, si bien tenían la buena razón de ambicionar la posesión de Dahomey, Camerún y Tanganika.

En el caso que nos ocupa, Londres dispuso que una fuerza expedicionaria al mando del general Edward Aitken partiera de la India para atacar Tanganika. Se dispuso que el desembarco tendría lugar al norte de Dar es Salaam, en una ciudad que ha dado nombre a una de las más importantes contribuciones del siglo XX a la felicidad de la humanidad: Tanga.

La operación era sencilla: ocho mil hombres entre oficiales británicos y soldados indios y gurkhas –la doctrina militar británica no era muy favorable al uso de soldados africanos, al los que consideraban poco capaces pese a los problemas que les habían dado los zulúes en Sudáfrica. Los indios, en cambio, estaban mucho más contrastados-, para enfrentarse a la menguada tropa de Von Lettow, que como hemos dicho había tenido que enviar diversos contingentes de su fuerza a zonas fronterizas, en especial al Kilimanjaro.

Los británicos, sin embargo, no contaban con dos factores: la pericia del desconocido Von Lettow-Vorbeck, el valor de sus tropas y la incompetencia de Aitken, perteneciente a esa especie de generales ingleses que causaron a su ejército más pérdidas que el enemigo. Los barcos ingleses llegaron frente a Tanga en 2 de noviembre de 1914 y desembarcaron a sus primeros hombres, que fueron recibidos a tiros por los askaris. Sin embargo, dado que sus fuerzas eran escasas y los atacantes estaban protegidos por la artillería naval, se retiraron y durante dos días Aitken desembarcó su material.​
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Tarjeta postal de la época: batalla de Tanga.


Lettow, sin embargo, se había apresurado en llegar, acompañado de los pocos askaris que pudo retirar del norte y el Kilimanjaro. Él mismo, en bicicleta y con el rostro ennegrecido, entró en Tanga acercándose sin problemas a las líneas británicas. Comprobó que los suyos estaban en inferioridad numérica de cuatro a uno.

El 6 de noviembre, los británicos comenzaron su avance hacia Tanga. Los askaris, parapetados en las hierbas altas y maizales del camino, disparaban a placer contra ellos pero Aitken dio orden de no romper la formación. Llegaron a Tanga con graves pérdidas, conquistaron los edificios principales y Aitken dio una orden clave: ordenó preparar el champán.

En ese momento, los askaris salieron de los maizales gritando, disparando y finalmente cargando a la bayoneta contra los indios y gurkhas, que les seguían superando enormemente en número. Sorprendidos, huyeron en desbandada hacia las playas mientras Aitken, temiendo un segundo ataque con 'las reservas', les siguió sin saber que en aquel ataque suicida habían participado todos los askaris y oficiales con los que contaba Von Lettow. Perseguidos por los insultos de los askaris ('insectos' les llamaban, un grave insulto en swahili) se refugiaron de nuevo bajo el tiro de la artillería naval.

Los askaris tomaron posiciones para mantenerlos en la playa bajo el fuego de sus fusiles y ametralladoras, de tal forma que al día siguiente Aitken tuvo que ordenar el reembarque urgentemente. Había perdido trescientos hombres entre muertos y heridos, dejaba cuatrocientos prisioneros y, lo más importante, todo el material desembarcado: un millar de fusiles, dieciséis ametralladoras, medio millón de cartuchos, teléfonos de campaña y equipos de comunicaciones y gran cantidad de uniformes. Von Lettow ya tenía material para librar su guerra.

En cuanto a Aitken, fue degradado. Dicen quienes le conocieron que bastaba que oyera el nombre de Von Lettow para sumirse en la depresión. No sería el único. Poco después, cuando los británicos suponían a Von Lettow aún en Tanga (es decir, en la costa ), otra tropa británica atacó por la zona del Kilimanjaro... para encontrarse que los askaris se habían desplazado con una tremenda rapidez, y fueron igualmente rechazados. En 18 de enero de 1915, en Jassin, los aliados decidieron posponer sus planes para la conquista de Tanganika en favor de objetivos más asequibles.

V. El ejército fantasma

Una vez conquistadas todas las colonias alemanas de Africa (Namibia, Camerún,. Togo…), volvieron de nuevo su vista hacia el Oriente. En 1916, los británicos planificaron una operación a gran escala para expulsar a Von Lettow, sabedores además de que de este modo podrían enviar una gran cantidad de recursos a la guerra europea. Un ataque combinado de británicos, belgas, franceses, sudafricanos y después de que entraran en guerra, portugueses, entraría en Tanganika desde todas partes. Lettow, a todo esto, no había podido recibir suministros desde el Reich, de tal forma que se había dedicado a seguir preparando a sus askaris, aunque no sumaban más allá de diez mil. Jassin, donde a pesar de la victoria había tenido muchas pérdidas irreemplazables, le había convencido de que no podía soportar una campaña convencional, con lo que había decidido pasar a la guerrilla cuando se viera acosado.

Durante dos años, Von Lettow y sus askaris fueron la pesadilla del sudafricano general Smuts. Poco a poco, fueron cayendo en manos aliadas Tanga, la región del Kilimanjaro y el lago Victoria, Bagamoyo y Dar es Salaam. En todos los casos, sin apenas resistencia.

Von Lettow había desaparecido. Sus askaris vagaban por la sabana, apareciendo en el lugar más inesperado, desplazándose con enorme rapidez y tomando del enemigo todos sus suministros. Lettow sabía que su única esperanza era mantener en Africa un número importante de enemigos, evitando que pasarn a los campos de batalla europeos y consiguió que Smuts tuviera a su cargo a trescientos mil para cazar a los diez mil askaris con los que llegó a contar.

No lo consiguieron. Contra él lucharon cientro treinta generales. Causó al enemigo muchísimas veces más bajas que las que sus fuerzas sufrieron pero, al no tratarse de una guerra especialmente cruenta, lo más importante fueron las ingentes pérdidas de material que causó a los aliados. Aparte de lo que destruía, sus tropas estaban equipadas con material tomado al enemigo con una excepción importante: cuando el crucero alemán Königsberg, destinado a la lucha en corso en el Indico, se vio acosado por la Royal Navy en el río Rufigi en 1916, sus hombres evitaron su completa destrucción recuperando sus cañones, para los que construyeron cureñas y usaron como artillería de tierra. En 1915, por cierto, los británicos ocuparon la isla de Mafia, frente a la costa, para dar cobertura a los barcos que cazarían al Konisgberg. Para el desembarco precisaron no menos de seis companías contra una defensa de veinte askaris y dos oficiales alemanes.​
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El Konigsberg

Las tropas aliadas pensaban que sus askaris estaban protegidas por un algún tipo de hechizo. Cuando Smuts tomaba Dar es Salaam, los askaris amenazaban Nairobi. Cuando se les buscaba en el interior de Kenia, aparecían en Mozambique. Cruzaban a pie los desiertos y bebían orina cuando escaseaba el agua. Cazaban su comida y comieron carne de hipopótamo, serpiente y modo y cuando se acabaron las medicinas 'europeas' recurrieron a la tradicional africana, además de arreglar sus ya maltrechos uniformes con lo que encontraban a mano. Y sin embargo, las poblaciones nativas, que preferían el dominio alemán al británico, no apoyaron al invasor, ni desertó un solo askari.

Aquella guerra, además, era 'caballerosa'. No hubo bombardeos, ni trincheras ni gases axfisiantes. Tras los asaltos a tiros y bayonetazos, no había ensañamiento con el enemigo derrotado. Los prisioneros aliados eran liberados bajo palabra de no volver a combatir. Cuando Von Lettow fue condecorado con la Cruz de Hierro con las máximas distinciones la noticia le llegó con un emisario de Smuts, que le transmitió su felicitación. Se dice que en varias ocasiones se concertaron conferencias entre mandos de ambos bandos, pero quizá no sea más que una leyenda porque no hay referencias claras de lugar y fecha.

 

Nacho

Comandante de Guardia
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En octubre de 1917 los aliados consiguieron por fin localizar a los askaris y obligarlos a una batalla campaña. Se enfrentaron en el paraje de Mahiwa, sufriendo un centenar de bajas. Los aliados perdieron a 1.600 hombres y tuvieron que dejar escapar de nuevo a los ‘alemanes’.
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Postal de la época: 'Heridos'

El 9 de noviembre de 1918, los askaris alcanzaban la ciudad de Kasama, en Zimbabue y el 13 completaban su conquista. Dos días antes, Alemania se rendía en Europa. Le llegaron noticias del armisticio, pero no estuvo seguro hasta que capturó a un mensajero aliado que llevaba noticias que lo confirmaban. Von Lettow dio a cada uno de sus hombres un certificado que avalaba su pertenencia al ejército alemán (esto tendría su importancia), los licenció y mandó emisarios al enemigo que había puesto en fuga, anunciando su disposición a rendirse.

Cuentan testigos que el general sudafricano Van Deventer, que recibió la rendición en Abercom (Zimbabue), parecía bastante incómodo. Von Lettow se constituyó prisionero con 155 de los 218 oficiales que habían iniciado la guerra (sus askaris sufrieron también pocas bajas, aunque no se pudo comprobar al haberlos dispersado) y entregó treinta ametralladoras británicas, miles de fusiles belgas y británicos, una batería antiaérea portuguesa, varios obuses y morteros belgas y cientos de cajas de munición aliadas. De su armamento original quedaban siete ametralladoras y algunos fusiles. Todas sus tropas, además, estaban vestidas con uniformes enemigos modificados.

VI. Derrota, gloria y abandono.

Von Lettow-Vorbeck fue liberado y volvió a Alemania con sus oficiales. Su trayecto hasta Dar es Salaam fue un paseo triunfal, jaleado por multitudes de colonos alemanes pero también de nativos que lo consideraban un héroe legendario que había conducido a sus guerreros a la victoria. En Alemania desfiló con sus oficiales por la Unter den Linden como el único general victorioso de la guerra y después abandonó el ejército estableciéndose en Hamburgo.

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Desfile de los hombres de Lettow-Vorbeck en Berlín, 1919​

El turbulento panorama político de la República de Weimar también le arrastró en su torbellino. Conservador convencido, cuando se produjo la insurreción comunista de los espartaquistas se puso al frente de los Freikorps paramilitares de ultraderecha en Hamburgo y dirigió la represión de la sublevación. Hay que decir que con bastantes muertos. Parece ser que también apoyó el ‘putsch Kapp’, también de extrema derecha contra el gobierno de Baviera, por lo que tuvo que dejar el ejército. En ese intento de golpe de estado participaron personajes que luego intervendrían en el posterior de Hitler, y bastantes miembros de lo que luego serían las SA.

Sin embargo, Von Lettow no simpatizó con el nazismo (posiblemente porque sus vivencias africanas le hubieran hecho inmune a las proclamas racistas de Hitler) y formó un partido conservador que trató de oponerse al totalitarismo nacionalsocialista, siendo diputado en el Reichstag. Cuando este llegó se retiró de la vida política.

Hitler, no obstante, trató de captarle para su movimiento y le ofreció el apetitoso puesto de embajador en Gran Bretaña. y mandó a Hitler, literalmente a la..................................... El Führer montó en cólera pero no se atrevió a proceder contra aquel héroe popular. Se le dio un rango militar honorífico y se le olvidó.

Uno de sus oficiales, Theodore Von Hippel, se mantuvo en activo en la Reichswehr y, de acuerdo a lo aprendido en Africa, impulsó la doctrina de las operaciones especiales en el ejército alemán. Se le recuerda como creador de los Comandos de Brandeburgo. Su cuerpo no gozaba de demasiada popularidad entre los altos Jefes partido NAZI porque no excluía a los no arios, pese a ser una unidad de élite. Más bien los prefería cuando se trataba de realizar acciones contra enemigos que no lo eran.
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Jan Smuts


Von Lettow-Vorbeck pasó la segunda guerra mundial en el ostracismo, en Hamburgo, bajo los bombardeos. Dos de sus hijos murieron en el frente y al acabar la contienda estaba en la indigencia (tenía, recordemos, setenta y cinco años). La salvación le vino, increíble para los usos y costumbres del siglo XX, de sus antiguos enemigos, los británicos, pues su viejo y caballeroso rival, Jan Smuts, consiguó una pensión británica para él..


VII. La vuelta a Africa

Von Lettow volvió a Africa en 1953, invitado de nuevo por Smuts. En su camino a Ciudad del Cabo quiso pasar por última vez por Dar es Salaam, donde el gobierno colonial iba a recibirle con los máximos honores.

El día de la llegada de von Lettow los británicos repararon en un grupo de ancianos situados en la primera fila del público. Eran apenas una docena, pero cuando el viejo general pisaba de nuevo la tierra de Tanganika, rompieron la barrera de protección, se plantaron ante él y se hincaron de rodillas antes de ponerse en pie y saludar militarmente. Eran supervivientes de la Schutztruppe, y que de ese modo volvian a cumplir la promesa de estar siempre junto a su general como estipulaba su himno, 'Haya Safari', cuya letra cantaban oficiales y soldados en swahili. Von Lettow los abrazó y luego desfilaron por el muelle cantando 'Haya Safari'. Fueron su guardia de honor durante toda su visita.

Von Lettow murió, casi centenario, en 1964, después de conseguir que el Bundestag aprobase por fin pagar los sueldos y pensiones atrasadas a sus soldados. A tal fin se desplazó una delegación alemana provista de fondos a la ahora independiente Tanzania y dado que ni ellos ni el estado sabían muy bien como articular el cobro, convocaron mediante anuncios a todos los supervivientes.

El día del cobro se presentaron unos trescientos ancianos, pero muy pocos conservaban el documento que les extendió Von Lettow. Como a la minuciosidad alemana repugnaba tanto que alguien que mereciera la pensión quedase sin ella como que la cobrase algún intruso, pensaron en un medio de control.

Un funcionario alemán una feliz idea. Entregó a cada anciano un bastón y, seguidamente, les ordenó en alemán formar, presentar armas, marchar, apuntar... Ni uno solo había olvidado la instrucción recibida cincuenta años atrás y ningún intruso había osado hacerse pasar por uno de aquellos que seguían siendo reverenciados como héroes. Las pensiones fueron pagadas (una auténtica fortuna para cada uno) y Lettow pudo, por fin, cumplir su última deuda con sus soldados.

Se dice que hasta hace algunos años aún podía encontrarse en Tanzania a algún anciano que se presentaba diciendo 'Mimi ni askari mdaichi'. O sea 'Soy un soldado alemán'.

 

kayser

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28 Mar 2008
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estupeda informacion historica te agradesco por que soy un admirador de la historia
 

RVRESCUE

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Nacho, sin palabras. No queda mas que reflexionar.

Un gran abrazo amigo mio,

REINALDO VALLEJOS CACERES
 

Milobombero

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No habia querido comentar hasta tener un tiempo para leer todo.

Realmente, una fantastica historia, dentro de la apasionante historia belica llena de sucesos heroicos y otros no tanto.

El mundo sería muy distinto si el resultado de aquella guerra de 1914 hubiera sido diferente.

No puedo dejar de asociar este escrito, a la historia de mi compañía, cuyos primeros 40 años de historia fueron influenciados por ingleses y belgas, despues de la apertura del canal de Panamá y la crisis de 1929, los inmigrantes anglosajones abandonaron este puerto, pero dejaron parte de su legado en los casacas rojas.

Durante la primera guerra mundial, la compañia hermana 5ta se relacionó con los marinos de la flota del pacifico sur, que se mantuvieron en la Isla Quiriquina.
 

Nacho

Comandante de Guardia
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No habia querido comentar hasta tener un tiempo para leer todo.

Realmente, una fantastica historia, dentro de la apasionante historia belica llena de sucesos heroicos y otros no tanto.

El mundo sería muy distinto si el resultado de aquella guerra de 1914 hubiera sido diferente.

No puedo dejar de asociar este escrito, a la historia de mi compañía, cuyos primeros 40 años de historia fueron influenciados por ingleses y belgas, despues de la apertura del canal de Panamá y la crisis de 1929, los inmigrantes anglosajones abandonaron este puerto, pero dejaron parte de su legado en los casacas rojas.

Durante la primera guerra mundial, la compañia hermana 5ta se relacionó con los marinos de la flota del pacifico sur, que se mantuvieron en la Isla Quiriquina.


Los Marinos sobrevivientes del Dresden ,incluso los Quintinos tuviero que ver en su fuga hacia la Argentina
 

Freiwillige5

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20 Sep 2007
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Talcahuano, Chile, Chile
Como bien menciona Milobombero y Nacho, la Quinta de Talcahuano, se relacionó directamente con los oficiales y marineros del S.M.S. Dresden, durante los años de “cautiverio” en la Isla Quiriquina. Dejo el fragmento de nuestra Historia extraída desde el sitio: www.bombachile.cl

El legado del Dresden


Así mismo, es importante rememorar un trozo de nuestra historia mundial y ligarla al de nuestra Quinta Compañía. Para el año 1914, la "Ostasiengeschwader" o "Escuadra del Este Asiático Alemán" estaba al mando del aristocrático vicealmirante Maximilian Graff Vön Spee, y estaba compuesta por los cruceros acorazados "Scharnhorst" y "Gneisenau"; los cruceros ligeros "Emden", "Leipzig" y "Nürnberg", más unidades menores - cañoneros y torpederos -. Estos buques de combate podían contar con el eficaz apoyo de toda una red de mercantes de su nacionalidad, que en caso de guerra actuarían como auxiliares. Paralelamente, en aquellos años iniciales del siglo XX, también había una importante presencia naval europea en América Latina. En este caso, los fines no eran de conquista como en otras latitudes, sinó, más matizadamente, de influencia y de resguardo de los intereses de sus súbditos en conflictos como la Revolución Mexicana. En aguas de ese país, se encontraba el crucero ligero "Dresden", al que las circunstancias lo llevaron a unirse a la escuadra de Vön Spee. El estallido de la I Guerra Mundial, a principios de agosto de 1914, trajo dilemas para ambos bandos.


Para Vön Spee y sus cruceros, eran varias las alternativas, aunque difíciles; una de ellas era dispersarse y atacar aisladamente buques de países enemigos, y la otra, intentar llegar, manteniendo la escuadra unida, hasta las costas alemanas, cruzando océanos donde sus enemigos tenían una superioridad neta. Luego de la batalla naval de Coronel, frente al golfo de Arauco, el 1 de Noviembre de 1914, y al cabo de un mes, en la mañana del día 8 de Diciembre, los buques de Vön Spee se aproximaban a Port Stanley, capital malvinense y, alertados, los buques británicos elevaron anclas de su bahía e iniciaron su persecución. Pasado el mediodía comenzó una batalla que se prolongó durante toda la tarde, y que culminó con el hundimiento de los cruceros "Scharnhorst", "Gneisenau", "Leipzig" y "Nürnberg"; poquísimos de sus náufragos pudieron ser rescatados con vida de las heladas aguas. El mismo Vön Spee y sus dos hijos integraron la larga lista de muertes.


Sólo escapó el crucero ligero "Dresden", que se refugió en los canales australes Chilenos y luego se dirigió hacia el Archipiélago de Juan Fernández donde, acorralado por una fuerza superior, el 14 de Marzo de 1915, fué hundido por su tripulación, cumpliendo órdenes de su comandante, Fritz Lüdecke. Sus hombres se apresuraron a nadar hasta tierra para así evitar ser capturados, amparándose en la neutralidad Chilena. Nuestro país los trasladó hasta la Isla Quiriquina, donde permanecieron internados hasta el fin de la guerra.


Los marineros, al permanecer internados en nuestras costas, la comunidad residente muy preocupada por el tema, brinda una cordial bienvenida. Es así como se radican nuevas familias, quienes en forma de agradecimiento por la ayuda de la comunidad de Talcahuano, y en especial de los residentes alemanes que formaban parte de la naciente Quinta Compañía comienzan a entregar importantes ayudas. Estos, con esfuerzo y con erogaciones recolectadas se unen y logran paliar la compra de dos ruedas, pero faltaba el resto para construir con esas dos ruedas un pequeño carro. En un derroche de entusiasmo, los propios voluntarios de la Quinta y marineros del "Dresden" construyeron la carrocería de un gallo tirado a mano, trabajo en el cual fueron dirigidos por el Voluntario H. Schumacher.


De esta manera, hasta los tiempos más actuales, nuestra compañía se preocupa de brindar un homenaje a aquellos que ya no nos acompañan y que alguna vez fueron quienes prestaron una mano de importante ayuda para esta Quinta. Aquellos que dicen "firme" en el recuerdo de cada lista y están dispuestos siempre a cumplir su deber, como es el caso de los dos marineros del buque S.M.S. "Dresden", cuyos restos reposan hasta el día de hoy en el Cementerio Nº1 de Talcahuano, Hier Richard Cáesar, y Hier Adolf Friederich Kück, y de muchos otros más...

Saludos...
 
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RVRESCUE

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31 Mar 2007
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Quinta Compañia del Cuerpo de Bomberos de Talcahuano

Nacho... tenme un poco de paciencia... ya comentare sobre el tema central.

Me parecio interesante el tema de la Quinta de Talcahuano. Tengo ahi amigos a quienes hace mucho no veo pero de quienes guardo buen recuerdo.

Recuerdo entre otras cosas que me contaron algo sobre su historia... durante la Segunda Guerra Mundial, a raiz de la persecusion que luego se genero contra los nazis, y la animosidad que se genero en contra de los ciudadanos alemanes en el extranjero, el estandarte de la Quinta, que era hasta esa fecha la bandera del Imperio, bordada en un convento en Hamburgo, debio ser escondido, y se mantuvo oculto por un tiempo.

Algun Quintino puede corregirme... escuche hace mucho esa historia y quizas olvide detalles.

Saludos,

REINALDO VALLEJOS CACERES
 

Nacho

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Curioso, dado que la mayor parte del pueblo simpatizaba con los Alemanes ( no Pro Nazi, pro ALEMAN) eso nuestros gobiernos tuvieron el tacto para mantener una neutralidad cargada hacia los Aliados, revisando los Datos Historicos incluido un libro escrito por el Embajador Bowers de los EU asi lo evidencia, pero solo como una simpatia no fanatismos, lo que si se daba entre los miembros de las diversas Colonias.
 

RVRESCUE

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Valparaiso
Caballeros del Fuego??

He leido y releido el articulo varias veces...

Y de verdad, mas alla de las nacionalidades, destaco los valores de estos hombres, que aunque enemigos, antes que su nacionalidad, eran primero caballeros.

Nuestro ideal fue inspirado en valores inmutables, el amor al projimo, el respeto, la honorabilidad, el espiritu de servicio y la caballerosidad.

Estos mismo debieran guiarnos eternamente.

De nada sirve que nos guie la tecnica si no somos Caballeros del Fuego, como lo fueron quienes ya hace casi 160 años inspiraron este ideal.

REINALDO VALLEJOS CACERES
 

Nacho

Comandante de Guardia
Miembro
Miembro Regular
Ya les escribí sobre Paul Emil von Lettow-Vorbeck a mi juicio el Ultimo de los Caballeros, Vencedor jamas Vencido, los testimonios del momento en que se "rinde" son casi cómicos ya que cuando se firmó el armisticio no había perdido ninguna batalla, derrotado a ciento treinta generales y y disponía de tropas y municiones para seguir combatiendo. Se entregó voluntariamente a los aliados el 25 de noviembre de 1918 en Mbala, una ciudad al norte de Zambia, con sus 155 oficiales alemanes, 1168 askaris y 3500 porteadores.cuando el general sudafricano Van Deventer, recibió la rendición estaba por decir lo menos Incomodo y sus tropas un tanto nerviosas a punto de huir a la vista de la. Sturmptruppe Deutsche Ostafrika.

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De el no se conocen frase celebres salvo una donde en buen chileno manda a la punta del cerro (Vayase a la Mierda() a un personaje histórico a quien nadie contradecía (Hitler) ademas de Caballero era consecuente .

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La sorpresa viene aquí mi amigo Enrique Alfonso Caceres Cuadra, ha encontrado datos que indican Paul Emil von Lettow-Vorbeck siendo teniente habría servido en el Ejercito de Chile como parte de la misión alemana para la Prusianización del Ejercito en 1895.......Grata Sorpresa.
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