" Era un día soleado a eso de las 15:00 hrs.Nos arrancamos de clases del Liceo de Hombres para ir a mirar de donde salia el humo Recuerdo los Carros que pasaban raudos, la sirena que no dejaba de uluar los Bulldozer de la carretera arrasando casas para hacer cortafuegos.,.........despues en la casa a varios nos la dieron por llegar pasados a humo" En otro tema que no pude encontrar, hice unos años atrás referencia la que fue el incendio con mayor cantidad de viviendas consumidas en Chile hasta el día sábado pasado me comprometí a buscar la información y aquí esta resurgiendo del olvido gracias al diario "La tribuna " de Los Ángeles merced de otra catástrofe .
Editorial Diario La Tribuna Digital Lo ocurrido en Valparaíso remeció la memoria de los habitantes de Los Ángeles que rememoraron un episodio similar que azotó a la ciudad en 1982 en el campamento En Tránsito. Un 23 de marzo, cerca de las 14 horas se desató un incendio que, aunque no dejó víctimas fatales, arrojó un total de 337 casas quemadas y más de 2 mil 120 damnificados.
El hecho se habría iniciado cuando una plancha a carbón encendida alcanzó las cortinas de una “vivienda”. Después fue sólo cuestión de minutos para que las llamas se expandieran a las construcciones contiguas, todas ellas hechas de madera, forradas en plástico y cartones.
El fuego tardó varias horas en ser controlado. La falta de agua y grifos dificultó el trabajo de las cinco compañías de bomberos de ese tiempo.
EDITORIAL: Historia de incendios
La experiencia angelina de los años 80 puede marcar una pauta respecto de cómo resolver esta crisis.
La tragedia ocurrida en los cerros de Valparaíso -con su lamentable secuela de víctimas, damnificados y daños-, rememoró un episodio similar que azotó a la ciudad de Los Ángeles en 1982 y que está en la memoria colectiva de los habitantes de la capital provincial en ese tiempo. Un día 23 de marzo, cuando se llevaban pocos días del reinicio a clases, cerca de las 14 horas se desató el incendio en el campamento En Tránsito, una de las peores tragedias de las cuales se tenga recuerdo en las últimas décadas en la ciudad.
De manera accidental, una plancha a carbón que se quedó encendida alcanzó las cortinas de una “vivienda”. Después fue sólo cuestión de minutos para que las llamas se expandieran a las construcciones contiguas. El campamento En Tránsito –que estuvo por más de 25 años en el lugar que ahora ocupa la villa Balmaceda– fue producto de una toma ocurrida en agosto de 1973. Sin agua potable, alcantarillado ni ningún servicio básico mínimo, sus ocupantes vivieron en condiciones de extrema precariedad. De hecho, las “casas” ni siquiera merecían llamarse así. Eran de madera, forradas en plástico y cartones, lo cual las tornaba en el combustible ideal para el fuego. Y así sucedió. En ese caluroso día de marzo, las cortinas encendidas gatillaron un incendio como nunca se vio en Los Ángeles.
El fuego tardó varias horas en ser controlado. Con los recursos de esa época, los bomberos debieron bregar intensamente ante un siniestro que avanzaba incontrolable, que consumía las frágiles construcciones, que se llevaba lo poco y nada que tenían las familias. Debido a lo precario del asentamiento, las cinco compañías de ese tiempo no tenían grifos en el lugar para sofocar las llamas.
Providencialmente, no hubo víctimas. Sin embargo, el saldo final de los efectos era verdaderamente estremecedor: 337 casas quemadas y más de 2 mil 120 damnificados.
Lo que resaltó prácticamente de inmediato fueron las campañas de ayuda, iniciadas en la propia ciudad por particulares, medios de comunicación y algunos empresarios. La emergencia obligó a montar un enorme operativo para socorrer a esa enorme cantidad de afectados, quienes fueron albergados en tiendas de campaña en el recinto de los corralones municipales. El alcalde de ese tiempo y ahora senador, Víctor Pérez Varela, llevaba recién algunas cuantas semanas en el cargo cuando debió liderar la respuesta a la tragedia.
Con los años, los afectados fueron trasladados a viviendas más definitivas, en sectores como la villa Escritores de Chile o en la población Lagos de Chile, lugar que con el tiempo se conocería como la población de “Los Quemados”. Sería hacia fines de los años 90 cuando la población En Tránsito fue erradicada definitivamente, al reubicarse a sus últimos habitantes en casas propias y dignas.
Al cabo, la experiencia angelina de los años 80, en una época marcada por la precariedad de los medios y recursos, puede marcar una pauta respecto de cómo resolver esta crisis, especialmente desde la perspectiva de restringir o limitar las construcciones en los cerros y asegurar las condiciones mínimas para evitar ese tipo de tragedias, más allá que se trate de tomas y ocupaciones ilegales. Porque, una cosa es cierta, lo que pasó en Los Ángeles en ese día de marzo muy difícilmente volverá a suceder. Y lo mismo debiera suceder en Valparaíso.
Recuerdo: La tragedia de la población En Tránsito
Lo ocurrido en Valparaíso remeció la memoria de los habitantes de Los Ángeles que rememoraron un episodio similar que azotó a la ciudad en 1982 en el campamento En Tránsito. Un 23 de marzo, cerca de las 14 horas se desató un incendio que, aunque no dejó víctimas fatales, arrojó un total de 337 casas quemadas y más de 2 mil 120 damnificados.
El hecho se habría iniciado cuando una plancha a carbón encendida alcanzó las cortinas de una “vivienda”. Después fue sólo cuestión de minutos para que las llamas se expandieran a las construcciones contiguas, todas ellas hechas de madera, forradas en plástico y cartones.
El fuego tardó varias horas en ser controlado. La falta de agua y grifos dificultó el trabajo de las cinco compañías de bomberos de ese tiempo.
Lo que resaltó prácticamente de inmediato fueron las campañas de ayuda, iniciadas en la propia ciudad por particulares, medios de comunicación y algunos empresarios, además de la enorme labor de albergar provisoriamente a los damnificados.
A continuación, algunos ejemplares del diario que retratan esa trágica jornada:
http://www.diariolatribuna.cl/Diario.php?menu=4&idtodo=10&idnoticia=3981&id=9
https://www.facebook.com/media/set/...985758&type=1&comment_id=2545874¬if_t=like
Editorial Diario La Tribuna Digital Lo ocurrido en Valparaíso remeció la memoria de los habitantes de Los Ángeles que rememoraron un episodio similar que azotó a la ciudad en 1982 en el campamento En Tránsito. Un 23 de marzo, cerca de las 14 horas se desató un incendio que, aunque no dejó víctimas fatales, arrojó un total de 337 casas quemadas y más de 2 mil 120 damnificados.
El hecho se habría iniciado cuando una plancha a carbón encendida alcanzó las cortinas de una “vivienda”. Después fue sólo cuestión de minutos para que las llamas se expandieran a las construcciones contiguas, todas ellas hechas de madera, forradas en plástico y cartones.
El fuego tardó varias horas en ser controlado. La falta de agua y grifos dificultó el trabajo de las cinco compañías de bomberos de ese tiempo.
EDITORIAL: Historia de incendios
La experiencia angelina de los años 80 puede marcar una pauta respecto de cómo resolver esta crisis.
La tragedia ocurrida en los cerros de Valparaíso -con su lamentable secuela de víctimas, damnificados y daños-, rememoró un episodio similar que azotó a la ciudad de Los Ángeles en 1982 y que está en la memoria colectiva de los habitantes de la capital provincial en ese tiempo. Un día 23 de marzo, cuando se llevaban pocos días del reinicio a clases, cerca de las 14 horas se desató el incendio en el campamento En Tránsito, una de las peores tragedias de las cuales se tenga recuerdo en las últimas décadas en la ciudad.
De manera accidental, una plancha a carbón que se quedó encendida alcanzó las cortinas de una “vivienda”. Después fue sólo cuestión de minutos para que las llamas se expandieran a las construcciones contiguas. El campamento En Tránsito –que estuvo por más de 25 años en el lugar que ahora ocupa la villa Balmaceda– fue producto de una toma ocurrida en agosto de 1973. Sin agua potable, alcantarillado ni ningún servicio básico mínimo, sus ocupantes vivieron en condiciones de extrema precariedad. De hecho, las “casas” ni siquiera merecían llamarse así. Eran de madera, forradas en plástico y cartones, lo cual las tornaba en el combustible ideal para el fuego. Y así sucedió. En ese caluroso día de marzo, las cortinas encendidas gatillaron un incendio como nunca se vio en Los Ángeles.
El fuego tardó varias horas en ser controlado. Con los recursos de esa época, los bomberos debieron bregar intensamente ante un siniestro que avanzaba incontrolable, que consumía las frágiles construcciones, que se llevaba lo poco y nada que tenían las familias. Debido a lo precario del asentamiento, las cinco compañías de ese tiempo no tenían grifos en el lugar para sofocar las llamas.
Providencialmente, no hubo víctimas. Sin embargo, el saldo final de los efectos era verdaderamente estremecedor: 337 casas quemadas y más de 2 mil 120 damnificados.
Lo que resaltó prácticamente de inmediato fueron las campañas de ayuda, iniciadas en la propia ciudad por particulares, medios de comunicación y algunos empresarios. La emergencia obligó a montar un enorme operativo para socorrer a esa enorme cantidad de afectados, quienes fueron albergados en tiendas de campaña en el recinto de los corralones municipales. El alcalde de ese tiempo y ahora senador, Víctor Pérez Varela, llevaba recién algunas cuantas semanas en el cargo cuando debió liderar la respuesta a la tragedia.
Con los años, los afectados fueron trasladados a viviendas más definitivas, en sectores como la villa Escritores de Chile o en la población Lagos de Chile, lugar que con el tiempo se conocería como la población de “Los Quemados”. Sería hacia fines de los años 90 cuando la población En Tránsito fue erradicada definitivamente, al reubicarse a sus últimos habitantes en casas propias y dignas.
Al cabo, la experiencia angelina de los años 80, en una época marcada por la precariedad de los medios y recursos, puede marcar una pauta respecto de cómo resolver esta crisis, especialmente desde la perspectiva de restringir o limitar las construcciones en los cerros y asegurar las condiciones mínimas para evitar ese tipo de tragedias, más allá que se trate de tomas y ocupaciones ilegales. Porque, una cosa es cierta, lo que pasó en Los Ángeles en ese día de marzo muy difícilmente volverá a suceder. Y lo mismo debiera suceder en Valparaíso.
Recuerdo: La tragedia de la población En Tránsito
Lo ocurrido en Valparaíso remeció la memoria de los habitantes de Los Ángeles que rememoraron un episodio similar que azotó a la ciudad en 1982 en el campamento En Tránsito. Un 23 de marzo, cerca de las 14 horas se desató un incendio que, aunque no dejó víctimas fatales, arrojó un total de 337 casas quemadas y más de 2 mil 120 damnificados.
El hecho se habría iniciado cuando una plancha a carbón encendida alcanzó las cortinas de una “vivienda”. Después fue sólo cuestión de minutos para que las llamas se expandieran a las construcciones contiguas, todas ellas hechas de madera, forradas en plástico y cartones.
El fuego tardó varias horas en ser controlado. La falta de agua y grifos dificultó el trabajo de las cinco compañías de bomberos de ese tiempo.
Lo que resaltó prácticamente de inmediato fueron las campañas de ayuda, iniciadas en la propia ciudad por particulares, medios de comunicación y algunos empresarios, además de la enorme labor de albergar provisoriamente a los damnificados.
A continuación, algunos ejemplares del diario que retratan esa trágica jornada:
http://www.diariolatribuna.cl/Diario.php?menu=4&idtodo=10&idnoticia=3981&id=9
https://www.facebook.com/media/set/...985758&type=1&comment_id=2545874¬if_t=like
