Cuando se enfrentan a una situación traumática, muchas personas toman la determinación de dedicar parte de su vida a ayudar a otros que puedan encontrarse en circunstancias similares. Hay un sinfín de ejemplos de ello; sin embargo, lo que nunca habíamos escuchado antes es una historia de este estilo procedente del mundo animal. Pero exactamente eso es lo que ha sucedido con Jake, un caso que hemos podido conocer gracias a la página de Facebook dedicada a este adorable perrito.
Cuando era un cachorro de tan sólo tres semanas, Jake se vio atrapado en un incendio. Un bombero llamado Bill Lindler consiguió sacarlo con vida de las llamas, pero las quemaduras afectaban a un 75% de su cuerpo, incluidas sus patas. El pequeño Jake tuvo que quedar ingresado en la consulta de un veterinario; pero tras algunas semanas, su familia hizo saber al doctor que no podía seguir haciéndose cargo de las facturas de sus cuidados. En otras palabras: lo abandonaban.
Bill Lindler, empleado del cuerpo de bomberos de Hanahan (Carolina del Sur, Estados Unidos), había sentido una conexión especial con el can; y por eso llamaba regularmente al veterinario para interesarse por su evolución. Cuando supo que su familia había decidido desentenderse de él, no tuvo dudas. «Lo adoptaré yo», comunicó enseguida. De esta manera, el salvador de Jake pasó a ofrecerle también un nuevo hogar en el que recuperarse.
No sólo Lindler acogió al malherido Jake con los brazos abiertos. Todos sus compañeros del cuerpo de bomberos se mostraron encantados con la nueva mascota. Pero lo que nadie podía prever es que el cachorro se convertiría en una criatura extraordinaria, rebosante de inteligencia y empatía. En pocos meses, Jake comenzó a trabajar con los bomberos, acudiendo a las escuelas para participar en demostraciones en las que enseña a los niños cómo evitar incendios.
La idea inicial de Bill era preparar a Jake para que prestase servicios en terapias para menores que hayan sufrido quemaduras graves. Sin embargo, las fantásticas capacidades de este hermoso perro han hecho que su carrera apunte incluso más alto. Ya es oficialmente miembro del cuerpo de bomberos de Hanahan; y pronto recibirá entrenamiento para colaborar en la detección de incendios provocados. Sin duda, un final tan feliz como merecido para esta historia de superación.
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