
Todos los días somos inundados por información de todo el mundo sobre nuevos equipos “indispensables” para el trabajo bomberil moderno y sin lugar a dudas uno de los nuevos elementos que más atención recibe son las cámaras termales.
Algunos cuarteles se ven tentados en adquirir esta nueva tecnología que promete cambiar la forma en que apagamos los incendios y rescatamos personas y luego de un gran esfuerzo económico logran juntar el dinero para comprar una cámara, con lo que llega la primera pregunta importante: ¿Qué cámara vamos a comprar? El mercado ofrece muchas posibilidades, de varios tamaños y colores, distintos modos de visualización, opción de zoom, transmisión de datos y varios accesorios, sin embargo debemos tratar de no caer en la tentación de comprar todo lo que nos ofrecen pues quizás no todo nos será útil en el futuro uso de la cámara. Una vez recibida la cámara, generalmente el vendedor hará una presentación de las características técnicas de nuestro nuevo juguete y éste será puesto rápidamente en servicio, sin embargo ¿Sabemos realmente qué hemos comprado? ¿Sabemos cuál es su potencial y sobre todo, cuáles son sus limitaciones?
Recordando lo básico
No podemos negar la tremenda ventaja que supone tener una cámara termal en un ambiente con baja visibilidad, pero esto no significa que debemos olvidar todo lo que estábamos haciendo hasta antes de contar con la cámara. Los humanos somos seres que se fían predominantemente de su vista, por lo que no es de extrañar que al tener una cámara en nuestras manos en un recinto lleno de humo, nos encerremos en la imagen que entrega la pequeña pantalla y nos olvidemos de todo el resto que nos rodea. No quiero ser malinterpretado: una cámara termal tiene el potencial de hacer mucho más seguras casi todas nuestras operaciones, pero no debemos dejar de lado nuestro entrenamiento básico. Como cualquier máquina, una cámara termal puede fallar en el peor de los momentos, por ejemplo durante una búsqueda de personas en una casa y si nuestro avance fue hecho guiándonos puramente con la cámara sin tomar en cuenta referencias físicas o memorizando cuántas puertas hemos atravesado, estaremos en serios problemas.
Limitaciones
La cámara termal está diseñada para entregarnos una imagen digital de las diferencias de temperatura que logra captar en su campo de visión, formando una imagen típica en blanco y negro, siendo lo blanco lo más caliente y acercándose al negro al ir bajando la temperatura relativa del objetivo. Por esta razón una de las primeras cosas que debemos aprender es que no siempre lo que se ve blanco está excesivamente caliente, simplemente es el cuerpo con mayor temperatura de la imagen. Muchas veces se enseña para las maniobras de búsqueda y rescate con cámara termal, que las personas que estamos buscando darán una imagen blanca y de buen contraste con el fondo. Esto será verdad en muchas ocasiones, sin embargo si la temperatura del entorno es similar a la del cuerpo humano, nos será difícil distinguir nuestro objetivo del fondo y quizás sólo veremos parte de una silueta. Otro error en el que podemos caer es al buscar pequeños focos de incendio escondidos en las paredes o el techo por medio de la cámara. El primer problema es que la cámara no es capaz de “ver” a través de las paredes o cualquier otro objeto y sólo nos dará una imagen representativa si la superficie que estamos enfocando se encuentra a una distinta temperatura que el resto del objeto. Un segundo problema es que podemos encontrarnos con varios puntos que se muestren blancos (más calientes) pero al romper la pared o el cielo podemos no encontrar fuego. Esto se debe nuevamente a que la cámara nos estaba indicando una zona más caliente pero no necesariamente la presencia de fuego.
Además de la interpretación de los colores, una limitación importante de las cámaras es que al ser herramientas monoculares (que miran como un solo ojo), perdemos la noción de la profundidad del campo que estamos viendo. Esto cobra mucha importancia al estar recorriendo una estructura guiados por la visión de la cámara y acercarnos a obstáculos, pues si no somos cuidadosos podríamos chocar o tropezar. También debemos estar muy alertas al acercarnos a zonas donde hemos identificado la presencia de agujeros en el piso, pues podríamos estar pisando más cerca del borde de lo que pensamos. Otra cosa que debemos evitar a toda costa es usar la visión de la cámara para subir o bajar escaleras pues no tendremos una correcta apreciación de la profundidad de los peldaños y dar un mal paso podría significarnos rodar hasta la base de éstas.

Al realizar operaciones de búsqueda y rescate con ayuda de una cámara, debemos tener claridad si nuestra cámara cuenta con modos de alta y baja sensibilidad. La cámara opera generalmente en un modo de alta sensibilidad, sin embargo frente a una fuente de alto calor, algunas cámaras tienen la capacidad de pasar a un modo de baja sensibilidad para poder seguir entregando una buena imagen pero sacrificando en gran medida su capacidad de distinguir pequeñas diferencias de temperatura. Esto será importante, pues si vamos avanzando y enfocamos una zona muy caliente, la cámara cambiará de modo y si hacemos inmediatamente un barrido rápido en busca de personas la cámara podría no ser capaz de diferenciarlas del fondo. Junto a esto, no debemos olvidar completar nuestra búsqueda de forma tradicional, por ejemplo al buscar en la cama de una habitación, pues no seremos capaces de ver a través de las sábanas. También debemos tener claro que las cámaras no pueden ver a través de vidrios o del agua, y que la imagen que obtendremos al mirar cualquiera de estas dos superficies es la de un espejo, por lo que nos veremos a nosotros mismos sosteniendo la cámara.
Potencial
Las cámaras termales llegaron a los servicios de bomberos para quedarse, de eso no hay ninguna duda. Aunque seguimos recibiendo la tecnología que los ejércitos poderosos ya han desechado, la capacidad de ver a través del humo es algo que hubiera sido impensable hasta hace un par de años y debemos aprovecharla si está a nuestro alcance. El uso correcto de las cámaras termales está íntimamente ligado a la mantención de lo más importante que debemos cuidar como bomberos: nuestra propia seguridad!
Una cámara termal puede ser beneficiosa desde el momento que llegamos a la escena de un incendio y hacemos una evaluación inicial de éste. Si a simple vista no podemos identificar las zonas que están comprometidas por el fuego, un barrido con la cámara puede indicarnos las zonas más calientes de la estructura, con lo que podremos guiar de manera mucho más precisa a nuestro grupo de ataque.
Al ayudarnos de una cámara termal para realizar operaciones de búsqueda y rescate al interior de una casa en llamas, podremos disminuir dramáticamente el tiempo que necesitamos para hacer un barrido por todas las habitaciones que hemos determinado previamente como objetivos. Esto tiene la gran ventaja que limita la cantidad de tiempo que estaremos expuestos a un ambiente altamente hostil y peligroso, bajando así las probabilidades de sufrir algún accidente. Otro punto positivo con respecto a la búsqueda es que al movernos más rápido, tendremos más posibilidades de encontrar a alguien con vida antes que las condiciones empeoren al interior o de que la persona no pueda resistir más debido a una baja de su suministro de oxígeno o una exposición a los denominados gemelos tóxicos: monóxido de carbono (CO) y cianuro (HCN).
Las operaciones de extinción también se ven beneficiadas del uso de una cámara termal, pues el equipo puede monitorear constantemente sus progresos o retrocesos en la extinción, incluso en condiciones de mucho humo o al generar cantidades excesivas de vapor. Sumado a esto, puede mantenerse un control constante de la capa de gases calientes sobre las cabezas del equipo de bomberos, ayudando así a anticiparse a fenómenos de rápido progreso del fuego como el flashover.
Comentario final
No cabe duda de que los avances tecnológicos tienen un lugar permanente dentro del servicio bomberil y las cámaras termales han sido el mayor salto en este sentido en los últimos años. De nosotros dependerá saber aprovechar las ventajas tecnológicas y no dejarnos llevar por las apariencias, por lo que el entrenamiento constante seguirá siendo una necesidad permanente en los Cuerpos de Bomberos de todo el mundo.
Juan Esteban Kunstmann Camino
Primera Compañía de Bomberos “Germania”, Valdivia de Chile