15 voluntarios fueron necesarios para liberar al pequeño mamífero.
Cuando Cristián López, comandante del Cuerpo de Bomberos de Placilla (Sexta Región) explica cómo fue el primer rescate de un erizo en su carrera -que movilizó a 15 voluntarios y terminó con un auto desmantelado- su relato suena un poco como a una película.
La tarea partió con lo que el voluntario describe como “una angustiosa llamada telefónica”, recibida a las 9:30 de la mañana.
“Llama una señora que tenía su mascota, un erizo de tierra, atrapada al interior de un vehículo, así que activamos el proceso de rescate. Al principio pensamos que estaba bajo un asiento o algo por el estilo, así que le pedimos que trajera el vehículo para trabajarlo en la sala de máquinas. Pero cuando llegó al cuartel, nos dimos cuenta de que no era así”, explica el comandante, quien se sorprendió cuando vio el auto, un Susuki Ignis, con el chasis medio abierto.
“La dueña había roto un poco la carrocería para rescatarlo. Empezamos a buscarlo con equipos de escucha, cámaras de nosotros e incluso usando las de los celulares. Ese fue nuestro primer acercamiento”, agrega.
El erizo de tierra, que fue comprado en San Vicente de Tagua Tagua, estaba extraviado desde el día domingo. La especie más común en Chile corresponde a la africana pigmea (Atelerix albiventris), que tiene un tamaño adulto de entre 16 a 35 centímetros y un peso cercano a 400 gramos. Su característica es que al sentirse en peligro se transforma en una bola y levanta sus púas.
La familia lo había dado por muerto, pero fue el perro de la casa el que descubrió que había algo extraño en el auto. Tras cuarenta minutos de búsqueda, el erizo aún no aparecía. “Descartamos que estuviera en la carrocería, así que di la orden para que empezara el desarme del auto desde atrás hacia delante, por la parte interior. Fuimos buscando paso a paso”.
-¿Dónde estaba finalmente, comandante?
- Lo pillamos en el espacio donde va el asiento trasero derecho. Cuando tratamos de sacarlo levantó sus púas, así que tuvimos que tomarlo con guantes. Fue casi una operación de quirófano.
Lo malo para los bomberos fue que tuvieron que abocarse después a la larga tarea de rearmar el auto.
Uno de los testigos, y quien se encargó de difundir la hazaña fue José Pinto, periodista del diario El Rancagüino. “El erizo se les escapó a los dueños antes de que pudieran entregarlo como regalo. Es de esos muy similares a los puercoespín y todo el proceso de rescate duró como una hora, entre planificación y desmantelado del auto. Fue una hazaña inédita para los bomberos”.
Fuente: LUN http://www.lun.com/lunmobile//Pages...=R&SupplementId=0&Anchor=20151226_6_0_I334203
¿15 Voluntarios fueron necesarios para liberar al pequeño mamífero?
¿Y para rescatar una persona atrapada dentro de un auto, cuantos Voluntarios se necesitarían?
No es ni ironía ni burla para los colegas, es tan sólo para saber porque fueron necesarios tantos Voluntarios para hacer el rescate del Erizo, eso nada más.

Cuando Cristián López, comandante del Cuerpo de Bomberos de Placilla (Sexta Región) explica cómo fue el primer rescate de un erizo en su carrera -que movilizó a 15 voluntarios y terminó con un auto desmantelado- su relato suena un poco como a una película.
La tarea partió con lo que el voluntario describe como “una angustiosa llamada telefónica”, recibida a las 9:30 de la mañana.
“Llama una señora que tenía su mascota, un erizo de tierra, atrapada al interior de un vehículo, así que activamos el proceso de rescate. Al principio pensamos que estaba bajo un asiento o algo por el estilo, así que le pedimos que trajera el vehículo para trabajarlo en la sala de máquinas. Pero cuando llegó al cuartel, nos dimos cuenta de que no era así”, explica el comandante, quien se sorprendió cuando vio el auto, un Susuki Ignis, con el chasis medio abierto.
“La dueña había roto un poco la carrocería para rescatarlo. Empezamos a buscarlo con equipos de escucha, cámaras de nosotros e incluso usando las de los celulares. Ese fue nuestro primer acercamiento”, agrega.
El erizo de tierra, que fue comprado en San Vicente de Tagua Tagua, estaba extraviado desde el día domingo. La especie más común en Chile corresponde a la africana pigmea (Atelerix albiventris), que tiene un tamaño adulto de entre 16 a 35 centímetros y un peso cercano a 400 gramos. Su característica es que al sentirse en peligro se transforma en una bola y levanta sus púas.
La familia lo había dado por muerto, pero fue el perro de la casa el que descubrió que había algo extraño en el auto. Tras cuarenta minutos de búsqueda, el erizo aún no aparecía. “Descartamos que estuviera en la carrocería, así que di la orden para que empezara el desarme del auto desde atrás hacia delante, por la parte interior. Fuimos buscando paso a paso”.
-¿Dónde estaba finalmente, comandante?
- Lo pillamos en el espacio donde va el asiento trasero derecho. Cuando tratamos de sacarlo levantó sus púas, así que tuvimos que tomarlo con guantes. Fue casi una operación de quirófano.
Lo malo para los bomberos fue que tuvieron que abocarse después a la larga tarea de rearmar el auto.
Uno de los testigos, y quien se encargó de difundir la hazaña fue José Pinto, periodista del diario El Rancagüino. “El erizo se les escapó a los dueños antes de que pudieran entregarlo como regalo. Es de esos muy similares a los puercoespín y todo el proceso de rescate duró como una hora, entre planificación y desmantelado del auto. Fue una hazaña inédita para los bomberos”.
Fuente: LUN http://www.lun.com/lunmobile//Pages...=R&SupplementId=0&Anchor=20151226_6_0_I334203
¿15 Voluntarios fueron necesarios para liberar al pequeño mamífero?
¿Y para rescatar una persona atrapada dentro de un auto, cuantos Voluntarios se necesitarían?
No es ni ironía ni burla para los colegas, es tan sólo para saber porque fueron necesarios tantos Voluntarios para hacer el rescate del Erizo, eso nada más.