Bomberos Famosos en Chile

chikokoxxx

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4 Dic 2008
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ARTURO VILLARROEL "CAPITAN DINAMITA" HEROE DE LA GUERRA DEL PACIFICO Y VOLUNTARIO DE LA SEXTA CBS

Hallábase Villarroel, en coinsecuencia de lo que venimos diciendo, en la ciudad de Santiago el memorable 8 de Diciembre de 1863, i con inminente peligro de su vida, salvó la de muchas infelices mujeres extrayéndolas incombustibles, de las cajas de fierro de Fairfax, de la hoguera de la Compañía. Por supuesto fue miembro fundador del Cuerpo de Bomberos i a título de "hombre salamandra", es decir, de hombre incombustible, se ha encontrado como voluntario en todos los grandes incendios de la capital. En el del Teatro Municipal, ocurrido el 8 de Diciembre de 1870, era Teniente de la Sexta Compañía, y no se quemó como el desgraciado Tenderini, que era Teniente Tercero, fue solo porque Villarroel no ha nacido para morir a fuego.
Nombrado en esta plaza, Capitán de pontoneros ad-honorem., Villarroel desentrañó en su derredor unos cuantos centenares de minas, polvorazos y torpedos, algunos de estos de formidable calibre, desenterró algunas leguas de alambre de cobre i descubrió las cuatro batería eléctricas que habían servido a la defensa. El Capitán Villarroel dejó además suficiente constancia de que una de estas baterías destinadas a volar los fuertes en el momento del asalto había cobardemente instalada en el Hospital de Arica, bajo el amparo de la bandera roja.


Mas historia de él a quien le interese aqui http://www.laguerradelpacifico.cl/Heroes%20y%20Biografias/Chile/Arturo%20Villarroel.htm
 

Termita9

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19 May 2006
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República de Santiago Centro
Arturo Villarroel Garezón

iluvillarroel.jpg

Nació en octubre de 1839, a bordo de la goleta La Chilena, cuando su padre, don Emiliano Villarroel, industrial maderero y su madre doña Catalina Garezon , irlandesa asentada en Estados Unidos, navegaban, por razones de trabajo, en los mares de Chiloé o tal vez provenian desde Estados Unidos.
Conoce las primeras letras en una escuela de Valparaíso y, niño aún, en 1851, ingresa a un Colegio Superior en Lima (Perú) ciudad donde conoce a Francisco Bilbao, con quién inicia una larga amistad.
En 1852, estando de vacaciones en el Callao, pide le admitan en un barco que lleva una expedición guerrera a Ecuador. A bordo de este barco, una bomba explota en cubierta y le destroza dos dedos de su mano derecha. Ya recuperado de su condición, se dirige a Guayaquil donde combate en el bando del general ecuatoriano don Juan José Flores.
Luego se dedica al comercio. Desempeñándose en esta actividad, tiene conocimiento que un velero de tres palos se dirigirá desde el Perú al Oriente, y sin pensarlo dos veces, se embarca en él, recorriendo toda la China. Más tarde va a California, Australia, Nueva York. En fin, recorre toda América y Europa.
Estando en México enferma de fiebre amarilla. En Tucumán se convierte en arreador de ganado y minero.
Cuenta don Mariano Cristi en su publicación Lectura Patriótica, editada en 1887, que, estando Villarroel en Nueva York presenció cómo se declaraba un incendio en lo alto de un edificio. El fuego avanza amenazando abrazarlo todo. De pronto, en una ventana de los pisos superiores apareció, pidiendo socorro, una mujer con dos niños en sus brazos. Los curiosos allí congregados, pese a su desesperación, miraban impotentes ese desgarrador cuadro, sin atreverse a tomar ninguna determinación. En ese instante, Villarroel pide un trozo de género, lo empapa en agua y con él se envuelve el pelo, e ingresa resueltamente al edificio, llevando consigo en su mano otro pedazo de trapo saturado en agua. Transcurrieron algunos minutos cuando los curiosos comenzaban a temer lo peor, en medio de un grito de asombro, aparece el valiente e intrépido joven conduciendo, sana y salva, a la mujer y sus dos hijos.
Palabras de júbilo premian el coraje del salvador, el que en breve minutos, desaparece silenciosamente entre la multitud. ¿Quién era?, nadie lo sabía. Sólo tres días más tarde, la prensa identifica al héroe, informando a grandes titulares que se trata de un Chileno, llamado Arturo Villarroel Garezon. Hijo de espanol e irlandesa.
Después de doce años, en 1861, regresa a su Patria, dejando, en todas las latitudes, grandes amigos, de todos los niveles sociales. Mantiene correspondencia con ministros, diplomáticos, magistrados, generales, inventores, escritores, industriales, etc.,
Organiza e impulsa obras de beneficencia y Sociedades Cívicas.
Era de baja estatura, pero de tronco recio y firme. y De ojos azules mirada suave y dulce. Aunque inquieto y fogoso era profundamente sensible, generoso, determinado y ejecutivo. Su voz sonaba clara, serena y reposada.
El 8 de diciembre de 1863, siendo testigo del pavoroso incendio del Templo de la Compañía, actúa valerosamente, desafiando las llamas y prestando heroico auxilio, salvando varias vidas.
Días más tarde, impulsado por su generoso espíritu, es uno de los primeros en acudir al llamado que don José Luis Claro hace, en el diario El Ferrocarril, el día 11 del mismo mes.
El Cuerpo de Bomberos de Santiago lo contó entre sus fundadores. Ingresa a la Compañía Guardia de Propiedad porque consideró que la labor a la cual estaba destinada esta Unidad se adaptaba a su temperamento. Queda registrado bajo el Nº21.
Convertido en entusiasta colaborador, en 1868 y 1869, sirve el cargo de Tesorero.
El 8 de diciembre de 1870, siendo Teniente Segundo, junto al Teniente Tercero, don Germán Tenderini y Vacca, son los primeros en acudir a combatir el voraz incendio que destruía el Teatro Municipal, y en compañía del funcionario Señor Santos Quintanilla, se internan hasta el escenario, foco del fuego, procediendo a cortar el gas, desunir cables, proteger los telones, etc. Pero ya semiafixiados por el espeso humo y los gases tóxicos de las pinturas, sólo él, inconsciente puede alcanzar la salida. Tenderini y Quintanilla caen en la acción, pasando a inscribir sus nombres en el libro de oro de la eternidad.
Al día siguiente, al hacerse cargo de la Guardia Semanal de Cuartel, escribe, en el Libro de Novedades una viva y elocuente descripción de las circunstancias en que Tenderini caminó hacia la Gloria.
Sin desatender el compromiso contraído con su Compañía, se dedicó a catear minerales, hasta que decide viajar, nuevamente a los Estados Unidos, desde donde regresa en 1872.
De este viaje regresó sin obtener ningún beneficio personal, pero sí adquirió, con su propio dinero seis mil volúmenes de obras de todo género, las que donó y distribuyó en bibliotecas y organizaciones benéficas nacionales.
Pasan los años y en 1879 se inicia la Guerra del Pacífico, y al llamado de la Patria, Villarroel se ofrece como mensajero y explorador avezado.
La pampa queda asombrada ante la hazaña de este ex minero. Vicuña Mackenna dijo: Apareció como una visión de la camanchaca en el campamento chileno. Abría el camino a los regimientos de la Patria con sus prodigiosas manos, una de ellas incompleta, y sin ruido se acercaba a las bombas explosivas y, una a una las desactivaba de sus mortíferas instalaciones.
El 7 de junio de 1880, el coraje de los soldados chilenos asombra al mundo al iniciar el glorioso Asalto y Toma del Morro de Arica, fortaleza totalmente minada y considera inexpugnable por la fuerzas peruanas.
Pero Villarroel, durante tres noches anteriores, acompañado por un puñado de valientes, arrastrándose en las tinieblas, logró inutilizar gran parte de las minas explosivas. Pero muchas más aún quedaban activas, y al iniciarse el ascenso, además de soportar una lluvia de balas, los soldados volaban destrozados al estallar la dinamita diseminada en el terreno.
Fue en esos momentos cuando Villarroel demuestra una vez más, su valor, audacia y sangre fría, desafiando la muerte al colocarse a la cabeza de los atacantes, para ir descubriendo con admirable tacto, los alambres que accionaban los temibles explosivos.
Con su ejemplo, los soldados chilenos al mando del Coronel Lagos, centuplicaron sus energías avanzando arrolladoramente, y cual ciclón, en espantosa carga de bayonetas, conquistan el Morro en menos de 45 minutos.
Por su heroísmo, Villarroel recibe, en el mismo campo de batalla, el grado de Capitán de Pontoneros. Grado que sirva Ad-honoren. Y como personaje de Homero, siempre a la vanguardia del ejército, continúa avanzando hacia Lima, destruyendo minas, haciendo aguadas para las tropas y caballares, batiéndose a tiros con soldados y montoneros peruanos, siempre sonriente y sin miedo.
En la marcha de Pisco a Lurín, encabezó el grupo de soldados que iba delante de la división Lynch. El Coronel Lagos recibió de ellos 435 bombas enemigas desarmadas.
En la toma del Morro del Solar, la sangre corrió a ríos ya que este Morro no sólo era una ciudadela erizada de cañones, sino que era defendida por las más bizarras tropas peruanas, además de centenares de baterías eléctricas que, a la más mínima presión, se convertían en una tempestad de fuego. Con todo, la victoria coronó la tenacidad y valor de los chilenos, siempre acompañados por Villarroel, quién nuevamente resultó incólume.
En Miraflores, batalla que abrió, a las tropas victoriosas las puertas de la ciudad de los Virreyes, las minas eran manejadas a distancia, cosa que no preocupó al ya famoso Capitán Dinamita. Todos fueron testigos de cómo avanzaba gateando o deslizándose por atrevidas pendientes, en medio de una terrible balacera, para cortar a corvo los alambrados.
En el ataque a una fortificada trinchera, un infante que avanzaba junto a él, pisó una mina y ambos caen. Villarroel no puede levantarse pues tiene ambas piernas semi destrozadas, debiéndose posteriormente amputárseles una de ellas.
Al regreso de las tropas vencedoras a Santiago, Villarroel cabalgaba frente a su batallón con la espada fulgurante en alto y sus dos muletas en el arzón de la silla. El pueblo lo vitoreaba frenético; bautizándolo como el General Dinamita. Las madres, a su paso, levantaban en brazos a sus hijos y les decían: ¡Míralo, ese es el General Dinamita, tal vez hoy, gracias a él podrás besar y abrazar a tu padre!
Nuevamente en la vida civil y superando su condición de lisiado, vuelve a sus antiguas actividades mineras en Batuco y Tiltíl, sin descuidar su aporte y cooperación a las obras culturales, cívicas y patriotas. Fue uno de los más decididos defensores de los patriotas cubanos que morían luchando por la libertad de su Patria.
Por su rectitud, y honorabilidad sin tacha, llegó a ser director de un valiente diario llamado La Ley.
Posteriormente y apoyado por el Gobierno, instaló en calle Bascuñan al llegar a la Alameda, un taller, destinado a desarmar los miles de proyectiles que quedaron sin utilizarse en la guerra. Pero desgraciadamente, el 5 de diciembre de 1884, el taller volaba por una explosión provocada por el descuido de un operario. En dicha explosión perecen tres mujeres y un niño, escapando mal herido Villarroel.
En 1904 le hacen miembro honorario del círculo de Jefe y Oficiales en retiro del Ejército.
Cansado y enfermo, su espíritu ágil y emprendedor abandona su cuerpo y muere pobre y olvidado el 30 de mayo de 1907.
En el Libro de Guardia de la Sexta Compañía se anota lo siguiente:
Jueves 30 de mayo de 1907, a las dos de la madrugada fallece, después de una penosa y larga enfermedad, sobrellevada con paciente energía y resignación, el Voluntario Fundador y Honorario de la Compañía, el abnegado patriota y entusiasta colaborador don Arturo Villarroel Garezon.
Al tenerse noticia de tan lamentable desgracia, el Capitán y el Ayudante de la Compañía se trasladaron al domicilio del extinto a fin de darles las sentidas condolencias a nombre de la Sexta. Inmediatamente se citó a reunión extraordinaria para esta noche a las 20:30 horas, al que estuvo presidida por el Director don Arturo Claro Correa, quien, en sentidas frases, hizo justiciero elogio de las grandes virtudes cívicas y privadas de nuestro distinguido compañero. Después de un cambio de ideas, se tomaron los siguientes acuerdos.
El viernes 31 de mayo a las 19:30 horas sus restos son trasladados desde su domicilio hasta el Cuartel General, donde se levantó la capilla ardiente en el Salón de Sesiones del Directorio.
En el campo santo hace uso de la palabra el joven voluntario don Héctor Arancibia Laso, quien dice:
Ese murmullo triste y monótono que parece venir presuroso de las copas de los cipreses que adornan esta casa de los muertos, es el tañido lúgubre de la campana del dolor que nos llama hoy al borde de la tumba.
Es el sonido melancólico de esa campana que hace reunirnos aquí tan a menudo a derramar la última lágrima, a decir el último adiós al compañero que abandona nuestras filas para no volver jamás.
Siempre es triste, señores, para los que quedan venir aquí a despedir a los que se van, pero hay veces en que el dolor agobia, el pesar es tan inmenso que la idea abandona la mente y la palabra enmudece los labios.
Como tener palabras y frases para expresar con enérgica elocuencia, las bondades, el carácter, el altruismo y la serenidad ante el peligro, del que fuera don Arturo Villarroel Garezon.

Texto extraido desde sexta.cl
 

Termita9

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19 May 2006
1.140
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República de Santiago Centro
Héctor Arancibia Laso
iluarancibia.jpg


Distinguido masón, miembro destacado de la Respetable Logia "Justicia y Libertad" N° 5, en que viera la luz masónica en 1903, de la Gran Logia y del Supremo Consejo del Grado 33 para la República de Chile.
Sus funerales dieron lugar a una solemne manifestación de pesar. Un cortejo constituido por representaciones de todas las compañías bomberiles de Santiago, de cuyo Cuerpo fue Director Honorario; delegaciones de las distintas instituciones a que perteneciere; hermanos, amigos y relaciones; acompañó sus restos hasta el Cementerio General.
PALABRAS DE HOMENAJE
El siguiente es el texto de la intervención del Miembro de la Logia "Justicia y Libertad" N° 5, Exequiel González Madariaga:
"El reconocimiento a una vida ilustre, atesorada de capacidad y de esfuerzos, nos trae en peregrinación hasta este recinto. Del paso por la vida, común a todos, sólo importa el recuerdo de los hechos que quedan tras de si, en esa suprema esperanza por dejar la memoria de un hombre de bien. Se incorpora a ello la satisfacción de la conciencia y también la del deber cumplido. Es la consecuencia natural de la vida en comunidad, en ese conjugar de derechos y deberes.
Un filósofo griego observó que sus antepasados querían que los hombres que hubieran salido de esta vida se contaran en el número de los dioses, y un pensador, influyente en nuestra civilización occidental, anotaba que en presencia de la muerte ha sentido el hombre, por primera vez, la idea de lo sobrenatural y ha querido esperar mas allí de lo que veía. La muerte fue, pues, el primer misterio y puso a los hombres en el camino de los demás misterios. Elevo su pensamiento de lo visible a lo invisible, de lo transitorio a lo eterno, si la acepción es permitida.
La naturaleza fue pródiga con Héctor Arancibia Laso, que le permitió madrugar por sobre diecisiete lustros. Por su parte pagó con extraordinario brío tal liberalidad, aprovechando que disfrutó de una mente clara hasta los últimos días de su existencia, horas en que encaró una lucha que podríamos llamar titánica por sobreponerse a lo que era mas fuerte que él.
Pisaba apenas sobre la veintena cuando comenzó a ejercer la abogacía y a servir la cátedra de profesor en Derecho de Minas. Se desenvuelve luego en una nutrida actividad, que va de consejero en una parte y a director en otra, y mas allí a ejecutivo de altas empresas. Darán fe de ello la Bolsa de Comercio de Santiago, la Compañía de Salitre de Chile, la Corporación de Ventas de este nitrato y del yodo, diversas empresas industriales, periodísticas y hasta reparticiones estatales, como la Dirección General de Correos y Telégrafos, de donde partió a servir la Embajada de Chile en México y, después, en Italia.
Pero donde se preciaba de haber mantenido contactos que satisfacían su innata actividad, era en el campo de las acciones sociales y deportivas, donde se contaron su trato con las ligas de estudiantes, con los grupos artesanales, que tanta influencia han tenido en el campo económico laboral y, en particular, con los cuerpos de bomberos, en los cuales por sus largos e ininterrumpidos servicios ha sido objeto de honrosas distinciones. Mencionar a la institución bomberil, en casos como este, en que ella esta aquí presente con sus pendones enlutados, incita a subrayar que la organización chilena es un caso único en el mundo, porque movida solo por abnegación asiste a los particulares y, en ciertas ocasiones, a la comunidad, soportando siempre ingentes sacrificios, lo que vigoriza las virtudes cívicas con honra para la institución y con honra para el país. Héctor Arancibia Laso acostumbraba a salpicar sus charlas con expresiones emotivas de su actividad de bombero.
Pero un espíritu como el suyo, abierto a las acciones generosas, no podía dejar de participar en la acción política de la República. Se incorporó a ella a fines de la centuria pasada cuando las agrupaciones políticas consolidaban sus estatutos ciudadanos.
Fue Diputado, Senador y Ministro de Estado. Le cupo dirigir sonadas campañas presidenciales. Como la sagacidad fue su fiel compañera, en una entrevista de prensa que concedió no hace mucho, aludió a la agilidad mental del abanderado de la primera revolución social hecha en el país por medio de las urnas, que estuvo apoyado también por la juventud bullente como ahora se ve, para decir que era tal la agudeza del candidato que captaba al instante las ideas de sus interlocutores y como contaba con una memoria prodigiosa repetía más adelante palabras y frases completas con las opiniones ajenas que le interesaban. Por cierto, agregaba, con viveza poco común para su avanzada edad, que se le olvidaba pagar derecho de autor. Fue entonces cuando dijo que en hora oportuna había quemado su archivo político, pues no queria tentarse de escribir sus memorias, donde habría tenido que aparecer "lo grande y lo pequeño de los hombres".
Con todo, arraiga en su espíritu una grande y noble devoción que lo acompañó hasta los últimos días, fiel al compromiso que contrajo desde que tuvo use de razón. Me refiero a su veneración por la Francmasonería, donde había bebido los principios que la Institución consagra a la defensa de la personalidad humana y a los derechos del ciudadano, en una cruzada que lleva centurias en resguardo de la libertad de los pueblos y de la tolerancia entre los hombres, bálsamo de quietud espiritual que ha deparado bienes incalculables a la humanidad. Ya constituye verdad que no necesita demostrarse que solo en las naciones donde hay respeto por estos preceptos de convivencia social puede funcionar una logia masónica, porque la opresión es su enconado enemigo. Y como consecuencia natural de tales orígenes filosóficos, la Orden impone a sus adeptos el respeto a las leyes del país, recomienda la práctica de la justicia y el amor a nuestros semejantes, fundamentos sobre los cuales descansa la emancipación progresiva y pacifica de los pueblos. Héctor Arancibia Laso practicó con fidelidad las doctrinas de la Francmasonería Universal, las mantuvo en respeto y se empeñó porque ellas fueran respetadas.
En nombre de la Logia "Justicia y Libertad" N° 5, donde a comienzos de este siglo, en Octubre de 1903, fue iniciado; en nombre de la Gran Logia de Chile y del Supremo Consejo de los Soberanos Grandes Inspectores Generales del Grado 33, poderes que gobiernan en la Republica la Masonería Simbólica y la Masonería Capitular, rindo homenaje a la memoria del Ilustre Hermano Héctor Arancibia Laso. Que los errores que como ser humano haya podido cometer, empalidezcan ante los grandes méritos que le adornaron para que ellos sirvan de ejemplo a los que continuamos por los caminos que le fueron habituales.
 

-R9-

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17 Ago 2010
141
5
2
37
Gaston Saavedra Chandia, Alcalde de Talcahuano (voluntario de la Novena Cia. de Thno.)

no es mi tio ni familiar porsiacaso... jajaja
 

Nacho

Comandante de Guardia
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-Gral. D. Orozimbo Barbosa, héroe de la Guerra del Pacífico, de la 2a de Valdivia después de la Guerra, siendo Comandante del Cuerpo

saludos

Pirguin, esa fasceta de Orozimbo Barboza me era totalmente desconocida,


Barbosa.JPG
BalmacedaMinistros.JPG


El General Barbosa (de pie)

Desgraciadamente tiene el Honor de Ser Uno de los Dos Generales Chilenos muertos en Batalla.
 

chikokoxxx

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Héctor Arancibia Laso
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Distinguido masón, miembro destacado de la Respetable Logia "Justicia y Libertad" N° 5, en que viera la luz masónica en 1903, de la Gran Logia y del Supremo Consejo del Grado 33 para la República de Chile.
Sus funerales dieron lugar a una solemne manifestación de pesar. Un cortejo constituido por representaciones de todas las compañías bomberiles de Santiago, de cuyo Cuerpo fue Director Honorario; delegaciones de las distintas instituciones a que perteneciere; hermanos, amigos y relaciones; acompañó sus restos hasta el Cementerio General.
PALABRAS DE HOMENAJE
El siguiente es el texto de la intervención del Miembro de la Logia "Justicia y Libertad" N° 5, Exequiel González Madariaga:
"El reconocimiento a una vida ilustre, atesorada de capacidad y de esfuerzos, nos trae en peregrinación hasta este recinto. Del paso por la vida, común a todos, sólo importa el recuerdo de los hechos que quedan tras de si, en esa suprema esperanza por dejar la memoria de un hombre de bien. Se incorpora a ello la satisfacción de la conciencia y también la del deber cumplido. Es la consecuencia natural de la vida en comunidad, en ese conjugar de derechos y deberes.
Un filósofo griego observó que sus antepasados querían que los hombres que hubieran salido de esta vida se contaran en el número de los dioses, y un pensador, influyente en nuestra civilización occidental, anotaba que en presencia de la muerte ha sentido el hombre, por primera vez, la idea de lo sobrenatural y ha querido esperar mas allí de lo que veía. La muerte fue, pues, el primer misterio y puso a los hombres en el camino de los demás misterios. Elevo su pensamiento de lo visible a lo invisible, de lo transitorio a lo eterno, si la acepción es permitida.
La naturaleza fue pródiga con Héctor Arancibia Laso, que le permitió madrugar por sobre diecisiete lustros. Por su parte pagó con extraordinario brío tal liberalidad, aprovechando que disfrutó de una mente clara hasta los últimos días de su existencia, horas en que encaró una lucha que podríamos llamar titánica por sobreponerse a lo que era mas fuerte que él.
Pisaba apenas sobre la veintena cuando comenzó a ejercer la abogacía y a servir la cátedra de profesor en Derecho de Minas. Se desenvuelve luego en una nutrida actividad, que va de consejero en una parte y a director en otra, y mas allí a ejecutivo de altas empresas. Darán fe de ello la Bolsa de Comercio de Santiago, la Compañía de Salitre de Chile, la Corporación de Ventas de este nitrato y del yodo, diversas empresas industriales, periodísticas y hasta reparticiones estatales, como la Dirección General de Correos y Telégrafos, de donde partió a servir la Embajada de Chile en México y, después, en Italia.
Pero donde se preciaba de haber mantenido contactos que satisfacían su innata actividad, era en el campo de las acciones sociales y deportivas, donde se contaron su trato con las ligas de estudiantes, con los grupos artesanales, que tanta influencia han tenido en el campo económico laboral y, en particular, con los cuerpos de bomberos, en los cuales por sus largos e ininterrumpidos servicios ha sido objeto de honrosas distinciones. Mencionar a la institución bomberil, en casos como este, en que ella esta aquí presente con sus pendones enlutados, incita a subrayar que la organización chilena es un caso único en el mundo, porque movida solo por abnegación asiste a los particulares y, en ciertas ocasiones, a la comunidad, soportando siempre ingentes sacrificios, lo que vigoriza las virtudes cívicas con honra para la institución y con honra para el país. Héctor Arancibia Laso acostumbraba a salpicar sus charlas con expresiones emotivas de su actividad de bombero.
Pero un espíritu como el suyo, abierto a las acciones generosas, no podía dejar de participar en la acción política de la República. Se incorporó a ella a fines de la centuria pasada cuando las agrupaciones políticas consolidaban sus estatutos ciudadanos.
Fue Diputado, Senador y Ministro de Estado. Le cupo dirigir sonadas campañas presidenciales. Como la sagacidad fue su fiel compañera, en una entrevista de prensa que concedió no hace mucho, aludió a la agilidad mental del abanderado de la primera revolución social hecha en el país por medio de las urnas, que estuvo apoyado también por la juventud bullente como ahora se ve, para decir que era tal la agudeza del candidato que captaba al instante las ideas de sus interlocutores y como contaba con una memoria prodigiosa repetía más adelante palabras y frases completas con las opiniones ajenas que le interesaban. Por cierto, agregaba, con viveza poco común para su avanzada edad, que se le olvidaba pagar derecho de autor. Fue entonces cuando dijo que en hora oportuna había quemado su archivo político, pues no queria tentarse de escribir sus memorias, donde habría tenido que aparecer "lo grande y lo pequeño de los hombres".
Con todo, arraiga en su espíritu una grande y noble devoción que lo acompañó hasta los últimos días, fiel al compromiso que contrajo desde que tuvo use de razón. Me refiero a su veneración por la Francmasonería, donde había bebido los principios que la Institución consagra a la defensa de la personalidad humana y a los derechos del ciudadano, en una cruzada que lleva centurias en resguardo de la libertad de los pueblos y de la tolerancia entre los hombres, bálsamo de quietud espiritual que ha deparado bienes incalculables a la humanidad. Ya constituye verdad que no necesita demostrarse que solo en las naciones donde hay respeto por estos preceptos de convivencia social puede funcionar una logia masónica, porque la opresión es su enconado enemigo. Y como consecuencia natural de tales orígenes filosóficos, la Orden impone a sus adeptos el respeto a las leyes del país, recomienda la práctica de la justicia y el amor a nuestros semejantes, fundamentos sobre los cuales descansa la emancipación progresiva y pacifica de los pueblos. Héctor Arancibia Laso practicó con fidelidad las doctrinas de la Francmasonería Universal, las mantuvo en respeto y se empeñó porque ellas fueran respetadas.
En nombre de la Logia "Justicia y Libertad" N° 5, donde a comienzos de este siglo, en Octubre de 1903, fue iniciado; en nombre de la Gran Logia de Chile y del Supremo Consejo de los Soberanos Grandes Inspectores Generales del Grado 33, poderes que gobiernan en la Republica la Masonería Simbólica y la Masonería Capitular, rindo homenaje a la memoria del Ilustre Hermano Héctor Arancibia Laso. Que los errores que como ser humano haya podido cometer, empalidezcan ante los grandes méritos que le adornaron para que ellos sirvan de ejemplo a los que continuamos por los caminos que le fueron habituales.


Oye termita9 dejate de copiar y pegar po w%&%$O jajajaja saludos nos vemos
 

bombero362

Chupe
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9 May 2008
470
0
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36
San Antonio y Viña del Mar
bueno al parecer no estoy seguro, existen un animador de CNN chile que es voluntario de la 15 de stgo si es que no me equivoco, ademas en mi compañia un consejal es voluntario llegando a todo los llamados, y en la historia un cdte por varios años fue alcalde de san antonio en dos periodos...dejando botados los consejos municipales por los incendios...la emergencia primero....en su memoria tres calles en distintas zonas de san antonio llevan su nombre y nuestro carro B-3 tambien don Julio Letelier Borgoño saludos
 

chikokoxxx

Aspirante
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4 Dic 2008
119
3
2
A mi parecer y muy personalmente me desagradan los famosos que se meten a bomberos ya que el porcentaje de famosillos que prestan alguna utilidad es muy bajo y mas encima tienen ciertos privilegios por ser personas publicas por ejemplo alcaldes, concejales, diputados, animadores etc., ya que como dijeron por ahí hay una diferencia entre bomberos famosos y famosos bomberos.
En el caso de esa gente VIP que solo figuran en la lista y sirven para que los compañeros de bomba digan "SOY COMPAÑERO DE BOMBA DE......" es mejor poner una maceta y plantarlos para adornar el cuartel ya que mas que un gomero no creo que sirvan.
Lamentablemente las compañias reciben a estas personas o las "HACEN" voluntarios solo para tener alguna chanse de conseguir regalos o cosas por el estilo pero cuando éstos dejan de ser publicos tambien dejan de ser utiles.
 
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piriguin

Bombero Activo
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1 Feb 2009
832
17
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Pirguin, esa fasceta de Orozimbo Barboza me era totalmente desconocida,


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El General Barbosa (de pie)

Desgraciadamente tiene el Honor de Ser Uno de los Dos Generales Chilenos muertos en Batalla.

Figura en el cuadro de honor del Cuartel General del CBV. Tambíen en la época fue Intendente de Valdivia.
Barboza murió al ser alcanzado por la caballería congresista tras huír de la batalla de Placilla, y su cuerpo fue salvajemente vejado y arrastrado desnudo por Santiago, en venganza por supuestos crímenes de guerra acaecidos en la Guerra Civil de 1891
 

Nacho

Comandante de Guardia
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Gentileza Mauricio Pelayo González

Gentileza Mauricio Pelayo González www.laguerradelpacifico.cl.



Héroes y Biografías



Capitán Rafael 2º Torreblanca Doralea
Chile.75.jpg

El Capitán del Regimiento Atacama, más conocido como el Soldado Poeta escribió sus versos con la espada en las más épicas y gloriosas páginas de la Historia de la Guerra del Pacífico.
Nace en la Ciudad de Copiapó el 6 de marzo de 1854. Sus padres fueron don Rafael Torreblanca y doña María Doralea.
Creció en esa ciudad que dio tantos valientes soldados al país, siendo un avanzado estudiante, al cual la situación económica de su padre le impidió seguir con los estudios superiores.
Su espíritu aventurero y soñador lo llevó a buscar fortuna al interior de la región de Atacama algún yacimiento de minerales que le dieran esperanzas para su futuro. No tuvo suerte en su búsqueda este chileno valiente e idealista, y en 1873 decide embarcarse rumbo a Cuba con la intención de participar en la Independencia de aquel país del Caribe, destino al que jamás llegó, pues su futuro le deparaba acciones más patrióticas y gloriosas por su propio país.
Rumbo a la isla, decide desembarcar en la ciudad de Lima, donde su hermano mayor Zacarías era docente del Colegio Ingles, siendo convencido por este de quedarse trabajando en el mismo establecimiento como profesor de Matemáticas, Física y Química, ramos que dominaba en forma brillante.
El sueldo era poco y su intención era juntar el dinero lo más pronto posible para volver a su amada patria.
El destino le dio una oportunidad al postular a un peritaje de contabilidad convocado por la Casa Deyfus de Lima, y gracias a sus excelentes conocimientos y capacidades gana el primer premio, recibiendo un suculento premio que le permitiría mirar de mejor forma el futuro.
El destino les hizo volver a Chile debido a la enfermedad de su madre, entregándole el último adiós.
De vuelta en su amada región y con mayores recursos, nuevamente se inserta en la cordillera en busca de yacimientos, con bastante suerte hasta que a comienzos de 1879 la amenaza de guerra cubría a Chile.
A Rafael Torreblanca no le importó dejar sus valiosos descubrimientos de lado para acudir al llamado de su patria para incorporarse al Regimiento Atacama, donde por su capacidad fue ingresado como subteniente en la 2º Compañía.
Al empezar la guerra parte a Caldera para encargarse de la fortificación del puerto.
Pero no todo era fácil, Torreblanca dejaba en su ciudad a su gran amada, su novia Clementina, la cual entendió que Rafael debía recurrir al llamado de su patria. La despedida del oficial fueron unos versos que quedarían para la posteridad:
"Cuando suene el clarín de la batalla,
bastará, Clementina, tu memoria,
para lanzarme en pos de la victoria
con altivo y osado corazón.
Y si el plomo enemigo me derriba,
Tu nombre sólo, fúlgido lucero,
Brotará de los labios del guerrero
Como el postrero, y eternal adiós."
En Caldera todos estos valientes atacameños, con fuerza y constancia, gracias a los duros ejercicios de entrenamiento de combate, comenzaron a forjar a este mítico grupo de hombres, artífices de grandes glorias para Chile.
Ya era hora para entrar en acción. El Atacama parte hacia Antofagasta para aprestarse al desembarco y Toma de Piragua, donde Rafael y sus hombres comenzarían a escribir con sangre las glorias en la historia.
En víspera de aquel ataque, el que sería su bautizo en la guerra, el Soldado Poeta dejaría constancia e su sentir en los siguientes versos:
"En Campaña, soldado y no poeta,
mi lira es hoy un refulgente acero, y mi música el toque de corneta
que a cumplir su deber llama al guerrero.
No tengo ya esas notas que arrancaban
El sentimiento al corazón ardiente,
Y en amorosos cánticos llevaban
Tiernos tributos de pasión ferviente.
El amor, ¡ay!, si en mi alma se atesora,
Es aquel que la Patria a mi me inspira
El deseo de verla triunfadora,
De verla libre y que al progreso aspira"
El día 2 de Noviembre de 1879, era la prueba de fuego para Torreblanca y sus hombres, y bajo una lluvia de balas mostraron al mundo entero de que están hechos los soldados chilenos. El mismo Subteniente Torreblanca en carta a su hermano relata este hecho:
"Instantes después saltaba a mi vez en tierra, nada avanzábamos con quedarnos ahí. Gritando ¡A la Carga! Me lancé entonces, espada en mano sobre esa primera trinchera, arrastrando en pos mía sesenta soldados, los enemigos abandonaron el puesto sin que pudiéramos ponerlos al alcance del brazo.
El cerro era meloso, así que llegamos ahí extenuados de fatiga. Después de algunos minutos de descanso y de fuego, asalté la primera línea del ferrocarril. Como en todas partes los bolivianos no nos esperaron.
Esta tirada fue más larga que la anterior y solo me acompañaron dieciocho o veinte soldados.
Aguardé un cuarto de hora que se me reunieran más soldados, aguantando y contestando el fuego que nos hacían los soldados aliados desde la carretera, distantes 30 metros sobre nuestras cabezas"
La historia nos dice que Torreblanca fue el primero en llegar a la cumbre y hacer flamear la hermosa Tricolor chilena, el no dice nada al respecto.
Al llegar al Alto Hospicio, Torreblanca mandó colocar en un poste la enseña patria, para atestiguar así la victoria total a las 14:00 horas.
Habían pasado su prueba de fuego con máxima nota y Torreblanca mostraba su heroísmo y patriotismo a toda prueba.
Días depuse, el día 19 de noviembre de 1879 la patria presenciará una nueva muestra de valor, patriotismo y heroísmo de Torreblanca y sus hombres. Su misión era proteger la Artillería en el cerro San Francisco, trabajo que a fuerza de sangre y heroísmo costaría la vida de 35 valientes atacameños.
Dos veces el enemigo fue rechazado, y en la tercera intentona, los valientes mineros atacaron a la bayoneta, produciéndose la fuga definitiva de la tropa aliada.
Como dijimos anteriormente 35 atacameños sellaron con sus vidas el triunfo de sus armas. Tres de ellos eran los que juntos a Torreblanca y Arce componían el selecto grupo de "Los Hermanos del Atacama", compuesto por amigos de Copiapó que juntos se enrolaron para entregar por Chile sus vidas si fuese necesario, con la promesa de compartir la misma suerte en la guerra: "Si muere uno, que mueran todos."
Los primeros en caer del grupo fueron el Capitán Ramón Vallejos y los subtenientes Vicente Blanco y Andrés Wilson.
Este hecho hizo renacer las palabras del Soldado Poeta dedicando el último epitafio en la tumba de sus amigos.
"En una tosca cruz que colocamos sobre su tumba escribí con lápiz lo siguiente:
Cayeron entre el humo del combate
Victimas del deber y del honor
¡Denodados y heroicos compañeros!
¡Valientes del Atacama! ¡Adiós, Adiós!
Le contaba a su hermano en una de sus cartas.
Por su bravura luego de la Batalla de Dolores, es ascendido a Teniente, con dicho grado participaría heroicamente en el Combate de los Ángeles. En dicha acción su jefe, el Teniente Coronel Juan Martínez decía de nuestro héroe:
"Recomiendo particularmente al Teniente Torreblanca, quien en las tres acciones de guerra que ha tenido la gloria de tomar parte el Batallón, se ha distinguido por su valor y buenos acuerdos. En esta virtud me tomo la libertad de pedir el inmediato ascenso de este oficial para Capitán del Cuerpo."
Enfermo por la picada de mosquitos, parte junto a sus hombres rumbo al Campo de la Alianza, donde daría su última batalla antes de llenarse de Gloria.
Al amanecer el 26 de mayo de 1880, el Capitán Torreblanca, junto al otro juramentado, Moisés Arce, se lanzan al frente de sus hombres en la hora de mayor refriega, encontrando entre las armas de los enemigos la inmortalidad, cayendo en medio de las filas enemigas como solo caen los héroes acribillados de balas y bayonetazos.
A los 26 años se cumplía uno de sus más hermosos versos escritos antes de partir:
"Voy a buscar en medio de la Guerra
entre el humo sangriento del combate
una bala piadosa que me mate
o un rayo de luz para mi sien"



General Orozimbo Barbosa
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Nació en Chillán el 5 de marzo de 1838.
Hijo del Sargento Mayor Juan Barbosa Jiménez y de Dolores Puga Álvarez de la Barrera.
Estudió en el Colegio de Chillán y el 23 de abril de 1856 ingresó al ejército como Subteniente del Batallón 1º de Línea "Buin". El 22 de abril de 1858 ascendió a Teniente y participó en la guerra civil de 1859 apoyando al gobierno de Manuel Montt y luchó en los combates de Rancagua y Pichiguao.
El 12 de enero de 1861 ascendió a Ayudante Mayor y el 21 de junio de ese año ascendió a Capitán Graduado.
Participó en las campañas de la Araucanía de 1860 a 1864 y el 21 de junio de 1861 ascendió a Capitán Efectivo. Participó en la guerra contra España y se encontró en el bombardeo de Valparaíso el 31 de marzo de 1866. El 23 de marzo de 1867 ascendió a Sargento Mayor Graduado del Batallón 1º de Línea y el 7 de octubre de ese año ascendió a Sargento Mayor Efectivo. El 23 de mayo de 1868 fue nombrado Comandante de la Brigada "Toltén" y el 5 de agosto de 1869 ascendió a Teniente Coronel Graduado. El 23 de julio de 1869 fue nombrado Gobernador de La Imperial y el 5 de noviembre de 1869 fue nombrado Comandante del Batallón 8º de Línea y colaboró en las fundaciones de los fuertes de Negrete, Mulchén, Toltén y Queule.
El 17 de diciembre de 1870 ascendió a Teniente Coronel Efectivo y el 30 de noviembre de 1871 fue destinado al Estado Mayor de Plaza de Santiago. El 10 de mayo de 1876 ascendió a Coronel Graduado del Estado Mayor y más tarde participó en la guerra del Pacífico. El 14 de mayo de 1879 fue nombrado Comandante del Batallón "Cazadores del Desierto" y en octubre de ese año fue nombrado Comandante de Armas de Calama. El 23 de diciembre de 1879 fue nombrado Comandante del Regimiento "Lautaro" y al mando de este cuerpo participó en la toma de Islay, Mollendo y Ensenada y el 31 de diciembre de ese año ascendió a Coronel Efectivo.
El 13 de enero de 1880 fue nombrado Comandante de la 4º División y luchó en la batalla de Tacna el 26 de mayo de 1880. Se destacó en la toma del Morro de Arica el 7 de junio de 1880, en donde dirigió los ataques a los fortines de artillería de San José, Santa Rosa y Dos de mayo. En julio de 1880 dirigió un destacamento que operó sobre Torata, logrando capturar al montonero peruano Leoncio Prado y el 29 de octubre de 1880 fue nombrado Comandante de la 2º Brigada de la 2º División del ejército en la campaña de Lima.
Luchó en el combate de Pachacamac el 27 de diciembre de 1880 y en las batallas de Chorrillos y de Miraflores el 13 y el 15 de enero de 1881. El 31 de marzo de 1881 fue destinado al Estado Mayor de Plaza de Santiago y poco después fue nombrado Inspector Delegado del ejército.
El 9 de mayo de 1884 fue nombrado Intendente y Comandante General de Armas de Valdivia, permaneciendo en el cargo hasta el 4 de marzo de 1887. El 1º de marzo de 1887 fue nombrado Comandante del Batallón de Artillería de Marina y el 12 de agosto de 1887 ascendió a General de Brigada. El 23 de agosto de ese año fue nombrado Comandante General de Armas de Santiago.
Durante la guerra civil de 1891 fue uno de los más fieles colaboradores del Presidente José Manuel Balmaceda y dirigió los servicios de seguridad de la capital. El 12 de enero de ese año fue nombrado Comandante de la 1º División "Santiago" y fue elegido Senador por Cautín en el Congreso Constituyente. Ascendió a General de División el 5 de mayo de 1891 y el 19 de agosto de ese año ordenó la matanza de Lo Cañas, que produjo indignación tanto en revolucionarios como en los partidarios del gobierno. Dirigió el ejército en la batalla de Concón el 21 de agosto de 1891 y en la batalla de Placilla el 28 de agosto de 1891. En esta última batalla fue herido y viéndolo todo perdido trató de escapar, pero fue acorralado por un grupo de caballería en el camino a Valparaíso y bárbaramente asesinado, pese a su heroica resistencia.
Casó en primeras nupcias con Rafaela San Martín y en segundas nupcias con Corina Baeza Yávar, teniendo descendencia sólo del segundo matrimonio.
*Biografía cortesía Don Manuel Espinoza
 

Nacho

Comandante de Guardia
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Seria Injusto Olvidar al Autor de la siguiente Carta quien al alejarse de la “Bomba Sur” el día 28 de abril de 1879, envió su carta renuncia a bomberos, donde muestra su cariño y admiración hacia bomberos y particularmente a su 2ª Cía. señalando:


“Señor Secretario de la 2ª Cía. de Bomberos.

Santiago, abril 17 de 1874.
Mui señor mio
Debiendo ausentarme por un tiempo indefinido de esta capital, i no pudiendo por consiguiente seguir desempeñando en la Compañía el honroso puesto de Voluntario, me veo en la dolorosa necesidad de presentar mi renuncia. Al poner esta resolución en conocimiento de Ud., i en el de la Junta de Oficiales, le ruego, señor Secretario, se sirva manifestarles el sincero pesar con que me separo de los que han sido mis jefes, mis amigos i compañeros.

Muchos cuentan la Compañía en su seno que la han servido i la sirven como a mí no me fué dado imitarlos, pero muy pocos tendrá que al abandonarla, sientan más profundamente que yo separarme de ella. Mis deseos y mis ilusiones eran envejecer en sus filas, pero uno propone i su destino dispone. El mío, no ha querido que pudiera yo realizar esos deseos. Mas, por muy lejos que me halle de aquí i por más tiempo que haya pasado, siempre mantendré vivo el recuerdo de todos los que he visto junto a mi en el puesto de trabajo; siempre también estaré orgulloso de haber sido Voluntario de la 2ª Compañía de Bomberos.

Por último, no queriendo romper del todo los lazos que le ligan a la Compañía, deseando que de algún modo que se acuerden una vez siquiera de mi los que tienen todavía la fortuna de ser sus voluntarios, le ruego, señor Secretario, tenga a bien proponerme como "Socio Contribuyente", a lo cual quedará verdaderamente reconocido su affmo. Amigo y S.S. (fdo.)

Ernesto Riquelme.

P.D. Adjunto remito mi casco.
 

Nacho

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Nace en Santiago el 14 de abril de 1852. Hijo de don José Riquelme, y doña Bruna Venegas.
Al igual que el teniente Ignacio Serrano, Riquelme estudia en el Instituto Nacional en la ciudad de Santiago.
Siguió la carrera de Derecho y mientras estudiaba esta carrera, conoció a un Oficial de Marina que, con grandes sacrificios, por residir en la ciudad de Valparaíso y hallarse la mayor parte del tiempo embarcado, también esperaba titularse de Abogado, naciendo entre ellos una gran amistad. Este marino era el Capitán de Corbeta Arturo Prat, de trato atrayente y de vasta cultura, lo que habría de influir en el ánimo del joven Ernesto, a quien se le despertó el semidormido amor por el mar.
Por ello decidió dejar sus estudios e ingresar a la Armada. Su decisión la tomó por sí mismo, en ningún caso por intervención de Prat, sino porque su espíritu entusiasta y romántico lo llevó a incorporarse a una institución cuyas acciones son reguladas por el mar.
De tal manera ingresó a la Escuela Naval, que funcionaba a bordo de la corbeta Esmeralda, el 14 de abril de 1874.
Su Comandante era el Capitán de Fragata Luis Lynch Z. y el Segundo Comandante y Subdirector, el Capitán de Corbeta Arturo Prat Chacón.
El 18 de noviembre de 1876, nombrado Guardiamarina, se embarca en el blindado Cochrane, que al mando del Capitán de Navío don Enrique Simpson partió a Europa, a terminar trabajos pendientes en los astilleros de Hull, en Inglaterra. Era, por ende, el primer viaje de instrucción del joven Guardiamarina.
Permaneció algún tiempo en Londres, donde hizo un curso de torpedos, entre otros estudios navales que desarrolló. Los conocimientos del idioma inglés que poseía los perfeccionó hasta lograr hablarlo con soltura. Asimismo adquirió conocimientos musicales.
De vuelta en el país en 1878, se retiró del servicio y se estableció en Santiago, donde su espíritu de abnegación lo llevó a ingresar al Cuerpo de Bomberos, incorporándose a la Bomba Sur, que más tarde sería la Segunda Compañía de Bomberos de Santiago.
Estallada la Guerra del Pacifico contra Perú y Bolivia, Ernesto Riquelme se reincorporó de inmediato a la Armada y fue destinado a la corbeta "Esmeralda". Allí volvió a encontrarse con su antiguo amigo, el Capitán Prat, ahora Comandante de la corbeta, pues Prat había llegado al buque el día 16 de mayo de 1879, fecha en que la Escuadra chilena zarpó a El Callao y dejó a la corbeta "Esmeralda" y goleta Covadonga en el Bloqueo de Iquique, hasta la víspera del célebre y heróico combate.
La actuación del Guardiamarina Riquelme en el Combate naval de Iquique es sobradamente conocida.
Cuando la "Esmeralda" se hundía herida de muerte y su proa se sumergía rápidamente por los raudales de agua que le entraban, Riquelme, que atendía la artillería de popa, preparó un cañón y aferrándose a la borda como pudo para no caerse y dándole depresión al cañón, dio fuego un postrer esfuerzo por dañar al monitor, que tantos estragos había causado a su querida corbeta. Después de esto, ya no pudo sostenerse y rodó por la cubierta, donde el mar pronto lo tragó.
Su cañonazo fue, por cierto, estéril. Sólo resultó un saludo a la bandera que aún flameaba, pero mostró a la posterioridad el alto nivel de patriotismo y el temple de héroe de este joven oficial.
Murió ahogado en el momento mismo en que la bandera, izada en el pico de mesana de la corbeta, se perdía en el mar.
Este joven Guardiamarina personifica en la Historia Naval de Chile al héroe soñado de la juventud chilena: sentimental, músico, bombero, altruísta, estudiante de Derecho y poeta; que fue capaz de mostrarse como un marino heróico al sellar con la última descarga de su cañón, la decisión del Comandante Prat, su amigo, su jefe, de no arriar jamás la bandera nacional ante el enemigo, aún cuando se combatiera en inferioridad de condiciones.


Extracto de carta del 16 de junio de 1879, escrita por el teniente Francisco Sánchez que estaba a cargo de la batería de estribor de la gloriosa corbeta Esmeralda, secundado por Ernesto Riquelme dirigida a su hermano:

"El cabo Cortés tomó la corneta pues su dueño había muerto y dió la señal de atacar en los precisos momentos en que se abría el buque y desaparecía de la superficie. El último disparo ordenado por mi lo quemó el guardiamarina Riquelme, quien se hizo notable por su valor y entusiasmo".

Ernesto Riquelme no dejó en ningún momento los cañones, es más, cuando encontraba a un marino decaído o moribundo, él los instaba a seguir argumentando que aún habían esperanzas de triunfar.
 
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Nacho

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Presidente Aníbal Pinto Garmendia
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Nació en Santiago el 15 de marzo de 1825. Fue hijo de Francisco Antonio Pinto, Presidente de la República entre 1827 y 1829, y Luisa Garmendia Aldunate, de familia argentina.
Realizó sus primeros estudios en el Colegio Argentino en Santiago, donde tuvo como compañeros a Isidoro Errázuriz y a Manuel Bulnes. Ingresó a estudiar las Humanidades en el Instituto Nacional a los 14 años , y allí finalizó el bachillerato. Sin embargo, no se tituló de abogado.

En enero de 1845, a los 20 años, Pinto se dirigió a Europa, como oficial de la delegación enviada por el Presidente Manuel Bulnes a la Santa Sede, con los objetivos de que se reconociera el patronato del Estado sobre la Iglesia en Chile, se consiguieran reformas a las órdenes religiosas, y se modificara el régimen de misiones entre los indígenas.
Permaneció en Europa 4 años y llegó ser secretario de la delegación en Roma, recorriendo varios países de ese continente. Su formación intelectual se consolidó en París, donde llegó a dominar con soltura el Francés, el Inglés, el Latín y el Italiano.
Además, adquirió amplios conocimientos que a su regreso lo hicieron destacar en Chile entre la juventud aristocrática.
Volvió en 1851, dedicándose a las actividades agrícolas y a escribir en periódicos como El Ferrocarril, desde donde se opuso al gobierno de Manuel Montt. Al año siguiente fue incorporado a la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile con un discurso sobre la Filosofía Cartesiana.

  • Intendente y parlamentario​
Sus actividades parlamentarias comenzaron en 1852, cuando fue elegido diputado por Ovalle. En 1855 fue reelegido por Parral; ese año se radicó en Concepción, tras contraer matrimonio el 24 de noviembre con Delfina Cruz y Zañartu, hija única del general José María de la Cruz.
Su relación con la aristocracia penquista, se hizo más estrecha cuando desempeñó la función de tesorero de la revolución que se levantó en esa provincia en contra del gobierno en 1859.
El nuevo Presidente J. J. Pérez quiso atraer al gobierno su influencia en la provincia penquista, y lo designó intendente de Concepción en 1862.
Desempeñó el cargo hasta 1871, y desde él pudo establecer firmes lazos políticos en esa ciudad.
Continuó en el Congreso como diputado por Chillán en el período 1864-1867; por Nacimiento entre 1867 y 1870; y por La Laja en 1870. Sin embargo, prefirió ser senador suplente por Concepción hasta 1876.

  • Ministro de Guerra​
En septiembre de 1871, el recién elegido Presidente Federico Errázuriz lo nombró ministro de Guerra y Marina, cargo en el que estuvo hasta abril de 1875.
Su paso por este ministerio le sirvió para conocer la situación de las fuerzas armadas y de sus jefes. Fue reconocido como un hombre de un carácter pacifista, que no adquirió conciencia del deterioro de las relaciones con los países vecinos de Chile.
A principios de 1875, Pinto renunció al ministerio y fue nombrado candidato oficial para suceder a Federico Errázuriz en la presidencia.

  • Candidato a la presidencia​
Antes de que se reuniera la Convención de la Alianza Liberal que debía decidir el candidato del sector, Pinto se encargó de atraer el voto de los nacionales y fue apoyado por Manuel Antonio Matta y algunos de los radicales.
En la Convención, Pinto resultó ganador por 523 votos contra 414 de Miguel Luis Amunátegui, abanderado de los liberales llamados doctrinarios.
En la elección presidencial del 30 de agosto de 1876, se reunió el Congreso pleno y se procedió al conteo de los votos de los colegios provinciales de electores; de un total de 307, Pinto obtuvo 293. Fue proclamado Presidente de la República y Errázuriz le entregó la banda correspondiente el 18 de septiembre de 1876.

  • El hombre​
Aníbal Pinto fue considerado un hombre apolítico, a pesar de su extensa labor como intendente de Concepción. Fue fundamental en su carrera la herencia política de su padre y la influencia de su suegro, el general de la Cruz.
Sin embargo, logró ganarse un lugar en el mundo político, primero, como un respetuoso liberal opositor al gobierno de Montt, y luego como político hábil en aprender la administración del Estado y su costumbre de intervención en todo tipo de elecciones.
Solo respondió a los ataques a su persona en sus memorias y cartas íntimas, en las que es posible conocer su pensamiento acerca de la política de la época.
Mientras públicamente trataba de llegar a acuerdos con el Congreso, al cual necesitaba para aprobar el cobro de las contribuciones cada 18 meses y la Ley de Presupuesto cada año, en su Diario anotaba: "Imposible imaginar un cuerpo más destituido de patriotismo, de miras elevadas, de espíritu práctico que la actual Cámara de Diputados (...) Con un contingente considerable de charlatanes y vanidosos, para que un cuerpo legislativo pueda hacer algo de provecho, la actual Cámara de Diputados concluirá su período dejando los más pobres recuerdos y esto en circunstancias en que el país habría necesitado de un cuerpo legislativo inteligente y patriota que le ayudara a salir de la difícil situación en que se encuentra".

  • Difícil comienzo de su mandato​
Pinto debió enfrentar una doble crisis al inicio de su mandato. Por una parte se dejó caer una crisis económica. Esta se había originado al final del gobierno de Errázuriz Zañartu, consecuencia de una depresión económica mundial que comenzada en 1873, repercutió en Chile en 1876. Se produjo escasez del circulante, a causa de la baja del precio del cobre y del trigo, y de la fuerte exportación de la moneda de oro y plata, que los empresarios se vieron obligados a hacer para pagar sus compromisos en Europa.
Por otra parte, el país sufrió un inicio de año lluvioso (1877), con inundaciones que destruyeron las cosechas, cortaron los caminos y las vías férreas. Además, en mayo se produjo un terremoto frente a las costas peruanas, que afectó también a los puertos chilenos del norte.

  • Medidas contra la crisis​
El Estado asumió la crisis económica de dos maneras. Una de ellas fue la dictación de una ley de inconvertibilidad de los billetes de banco por el plazo de un año (1878), para poner atajo a la contracción del circulante monetario. La otra medida fue aumentar los impuestos y rebajar los gastos en Defensa.
Sería el estallido de la Guerra del Pacífico lo que permitiría la recuperación económica, al demandar el Ejército en campaña insumos alimenticios y manufacturas.
A partir de 1879 la anexión a Chile de los territorios de Tarapacá y Antofagasta permitió que el gobierno tuviera un ingreso fiscal ascendente por el cobro de derechos de exportación del salitre, lo que produjo una holgura económica sin precedentes hacia el final del mandato de Pinto.

  • El Estado docente​
En 1879 se promulgó una ley educacional -impulsada por el ministro Miguel Luis Amunátegui-, mediante la cual se le daba al Consejo de la Universidad de Chile la calidad de Superintendencia de la enseñanza que costeaba el Estado.
Además, se promovió la creación de talleres y escuelas para señoritas, dictando en 1877 un decreto por el cual las mujeres pudieron estudiar y dar exámenes en la Universidad de Chile para ser profesionales.

  • Problemas limítrofes con Argentina​
Diversas noticias acerca de que Argentina pretendía hacer efectiva su soberanía sobre la Patagonia, región sobre la cual Chile creía tener derechos, generó movilizaciones estudiantiles en Santiago. Los alumnos incluso se enfrentaron a la policía, en un intento de que Pinto se diera cuenta de la situación.
Se enviaron espías para conocer las movilizaciones de las tropas y de la Escuadra argentina hacia la Patagonia, pero negociaciones diplomáticas impidieron un conflicto armado. Mediante el Tratado Fierro-Sarratea de 1878, Chile cedería los derechos a la Patagonia. En el país se generó una corriente de opinión de rechazo al tratado, pero las noticias de problemas en el norte hicieron olvidar este compromiso por algunos años.
Finalmente, el 23 de julio de 1881 se firmó un tratado en el que se reconoció la soberanía de Chile sobre el Estrecho de Magallanes, la parte occidental de la Tierra del Fuego y las islas al sur del Canal Beagle.

  • Conflictos internos​
La guerra supuso la unión del mundo político en apoyo a la gestión del gobierno y del Ejército, pero, en realidad, se produjeron conflictos entre el ministro de Guerra -encargado de llevar a cabo las órdenes del Presidente Pinto- y los jefes del Ejército, que se debieron a la dirección de las acciones militares Además, entre los políticos se produjeron diferencias por la dirección civil de la guerra.

En enero de 1881 los caciques mapuche aprovecharon la retirada de contingente militar en La Araucanía, destinado a la guerra en el norte, para recuperar su territorio. Era un nuevo frente armado que fue dominado por la fuerza por el coronel Gregorio Urrutia.

  • El cambio de mando y sus últimos años​
En septiembre de 1881, Aníbal Pinto entregó la banda presidencial a Domingo Santa María, quien había sido su último ministro del Interior.
Se retiró a la vida privada a su casa en Valparaíso, pagando las deudas contraídas durante su período como Presidente y vendiendo sus derechos en las minas de carbón de Puchoco, en la costa de Arauco.
El ex Mandatario rechazó ofertas para acceder a cargos políticos en Chile o en extranjero; necesitaba tiempo para tratarse una enfermedad que lo aquejaba. Sí se ocupó como superintendente del Cuerpo de Bomberos de Santiago, percibiendo como sueldo solo lo que le pagaba el diario El Ferrocarril por traducciones de artículos extranjeros.
Los primeros días de junio de 1884 se agravó su enfermedad cardiovascular, y falleció el día 9 de ese mes, a los 59 años
 

Nacho

Comandante de Guardia
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PRESIDENTE PEDRO MONTT MONTT
http://www.sexta.cl/index.php?view=...ut=default&page=&option=com_content&Itemid=80 http://www.sexta.cl/index.php?optio...zNTphcnRpY3Vsb3MtZXN0YXRpY29zJkl0ZW1pZD04MA==
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Nació en Petorca el 29 de Junio de 1849, estudiando en el Instituto Nacional y en la Universidad de Chile, donde obtuvo el grado de Abogado en 1870. Fue un gran político de la época revolucionaria de 1891, siendo elegido Presidente de la República en 1906, falleciendo en el cargo el 16 de Agosto de 1910, en Bremen, Alemania.

Ingresó a la Compañía en agosto de 1868, sirviendo los cargos de Secretario, Capitán y Secretario General de la Institución. El 5 de Febrero de 1909, y siendo Don Pedro Montt Presidente de la República, la Compañía es llamada al incendio ocurrido en la Legación Alemana, ubicada en calle Nataniel Cox esquina de Padre Alonso de Ovalle. La Sexta estaba bajo el mando del Teniente Primero Don Luis L’Houmaud, quien al verlo llegar al lugar, quiso rendirle los honores de tan alto cargo, pero el Presidente expresó:

“Aquí no soy el Presidente, sino un voluntario mas de la Sexta. No tengo las fuerzas para levantar un mueble ni la agilidad para subir una escala, pues los años me pesan más de lo que deseo. Sin embargo, puedo decirles que una de las cosas mas nobles y dignas que hay en Chile es el Cuerpo de Bomberos, porque significa desinterés, abnegación e idealismo. Mi presencia en estos instantes es la voz de aliento de un viejo voluntario.”

Posteriormente solicitó permiso para retirarse de la fila y regresó a su despacho en el Palacio de la Moneda. Después de su fallecimiento en Alemania, sus restos fueron repatriados con los honores de su alto cargo, en una urna que llevaba los emblemas de su querida Sexta, la cual fue modificada y actualmente está ubicada en un sitial de honor de nuestro Salón de Sesiones.
Don Pedro Montt sirvió en la Sexta durante 41 años, 11 meses y 18 días, desde el 29 de agosto de 1868 hasta el 16 de agosto de 1910.


www.sexta.cl
 

LAGUNINO

Comandante de Guardia
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Miembro Regular
23 Ene 2008
5.035
316
8
58
Despues de tan impresionantes Biografias, solo debo aportar al Foro el dato del actual Alcalde de Valparaiso Sr. Jorge Castro, Voluntario de la Decimocuarta Compañia de Bomberos de Valparaiso.

Fraternales saludos
 

Termita9

Bombero Activo
Miembro
Miembro Regular
19 May 2006
1.140
94
4
República de Santiago Centro
En el salón de honor de mi cuartel esta el único cuadro don el ex Presidente Montt aparece con la banda presidencial.

Para muchos de nosotros es un orgullo y nos invita a tratar de igualar de alguna forma los grandes bomberos que han pasado por esta hermosa Institución.

Orgullosos saludos Sextinos!
 

trauco

Bombero Activo
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Miembro Regular
A mi parecer y muy personalmente me desagradan los famosos que se meten a bomberos ya que el porcentaje de famosillos que prestan alguna utilidad es muy bajo y mas encima tienen ciertos privilegios por ser personas publicas por ejemplo alcaldes, concejales, diputados, animadores etc., ya que como dijeron por ahí hay una diferencia entre bomberos famosos y famosos bomberos.
En el caso de esa gente VIP que solo figuran en la lista y sirven para que los compañeros de bomba digan "SOY COMPAÑERO DE BOMBA DE......" es mejor poner una maceta y plantarlos para adornar el cuartel ya que mas que un gomero no creo que sirvan.
Lamentablemente las compañias reciben a estas personas o las "HACEN" voluntarios solo para tener alguna chanse de conseguir regalos o cosas por el estilo pero cuando éstos dejan de ser publicos tambien dejan de ser utiles.

Lo dices por experiencia propia?

Saludos.
 

Gabriel Díaz

Chupe
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Miembro Regular
16 Oct 2014
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Otro dato nada que ver... El Che Guevara se quedo una noche en el cuartel de La Primera de Los Angeles, actual cuartel general, junto con su compañero en su famoso viaje en moto por Latinoamnerica; La unica condicion que le pusieron fue que en caso de llamado debia apoyar con sus conocimiento medicos.

Saludos
De esa no lo sabía :O
A pesar de las diferencias politicas que pueda provocar, yo creo que debería ser destacado dentro de la historia de la compañia, ya que es un personaje de fama mundial