Ercilla y Collipulli son los focos donde se producen incendios intencionados. ¿Cómo afrontan las emergencias? ¿Qué rol cumple Carabineros? ¿Cómo es la relación con las comunidades mapuches? Acá nos cuentan su día a día.
Escoltados por Carabineros. Así deben asistir a muchos llamados de emergencia los bomberos de la denominada “zona roja” del conflicto mapuche, que comprende las comunas de Ercilla y Collipulli, con el fin de resguardar la seguridad de voluntarios y de los carros bomba.
Y aunque el fin es evitar agresiones contra los voluntarios, como se han registrado en alguna oportunidades, la necesidad de contar con este protocolo de seguridad retarda en muchas ocasiones la respuesta de auxilio, ya que ambos cuerpos uniformados deben coordinarse antes de concurrir a las emergencias en esta zona rural de La Araucanía.
“Existen ciertas emergencias en las que se ve violencia y tomamos los resguardos para no ser parte de la emergencia en sí”, afirma a Sábado Joel Cárcamo, comandante del Cuerpo de Bomberos de Collipulli.
En primer lugar se debe confirmar la veracidad y luego esperar a personal de Fuerzas Especiales de Carabineros, para que escolten a los voluntarios hasta el sitio del siniestro.
“Este procedimiento sacrifica el concurrir de inmediato a la emergencia versus la seguridad de los voluntarios. Lamentablemente hemos tenido que crear estos protocolos, porque hay circunstancias en que se han visto agredidos bomberos y civiles”, agrega el comandante Cárcamo.
Así, el tiempo real de reacción desde que se origina una llamada de alerta cambia considerablemente si se trata del radio urbano o la zona rural. “Tenemos claro que frente a un incendio (en territorio rural), vamos a ir a remover escombros, considerando las distancias y el protocolo”, sostiene Cárcamo.
Esto ocurrió la madrugada del 2 de octubre, cuando un incendio destruyó el jardín infantil y sala cuna Antu Rayen, en el km 11 de la ruta que une Ercilla y Chacaico. En el lugar se hallaron panfletos alusivos a la reivindicación indígena.
El territorio
Ubicada a 85 km al norte de Temuco, en una zona donde la actividad económica es la forestal y agropecuaria, la comuna de Ercilla registra una población de 7.700 habitantes. Un 70% vive en zonas rurales, la mayoría, de la etnia mapuche. En la zona se encuentran algunas de las comunidades mapuches más radicales que luchan por la reivindicación de tierras -hoy en manos de forestales o particulares-, como la de Temucuicui.
Collipulli, 14 km al norte con poco más de 24 mil habitantes, es hogar de comunidades como Cancura, Lolenco, Chiguaihue, Perasco Bajo Malleco y Curaco, que mantienen un fuerte conflicto territorial con las empresas madereras de la zona.
Acá se han registrado hace décadas una serie de incendios intencionales, muchos de los cuales son atribuidos al conflicto mapuche. En varios, los voluntarios han sido objeto de agresiones cuando intentaban apagar las llamas.
Herbert Paredes, Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Ercilla, afirma que “lo más complejo, sin duda, son los incendios forestales, donde nuestra misión es resguardar las casas y, además, evitar que se propaguen. Nos vemos sobrepasados y la respuesta de ayuda de Conaf u otros organismos, es limitada. Ellos sí tienen temor de ingresar a las comunidades”.
Siniestros
El trabajo de los Bomberos de la zona en temporada de incendios forestales es intenso. Entre primavera y verano se registra un incremento de las emergencias, muchas de ellas de carácter intencional.
Las estadísticas del Cuerpo de Bomberos de Collipulli dan cuenta de dos incendios estructurales al mes en época de invierno. De octubre a abril, la cifra aumenta a 20 salidas diarias por incendios forestales.
Estrella González, operadora de la central de comunicaciones de la Primera Compañía de Collipulli, afirma que “sabiendo que hay una emergencia en alguna de las zonas de conflicto, uno tiene un poco de temor de que a nuestros chicos les pase algo”, aunque agrega que está primero “está el llamado de ayudar, sea quien sea, es lo primero que a uno le nace y al ingresar a la institución, tiene que tener el apoyo de la familia. Y estar mentalizada, en lo que uno se está metiendo”.
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