
SYDNEY.- Los enormes incendios forestales que se desencadenaron en el sureste de Australia oscurecieron con su humo el cielo de Sydney y han cobrado hasta ahora una víctima fatal, mientras equipos de Bomberos de distintos puntos del país tratan de controlar la emergencia.
Las llamas han destruido numerosas viviendas y se extienden por cientos de kilómetros.
El presidente del gobierno estatal, Barry O'Farrell, dijo a la cadena local ABC que la víctima, de 63 años, pereció en Lake Munmorah, a 124 kilómetros al norte de Sidney, mientras intentaba proteger su casa del fuego.
Unos 1.500 bomberos trabajan en la extinción de unos cien focos, de los cuales una treintena siguen ardiendo sin control en Nueva Gales del Sur, estado que afronta los peores fenómenos de este tipo una década.
El humo generado por los siniestros se extendió por decenas de kilómetros y cubrió el cielo de la ciudad más poblada de Australia. También se extendió sobre el Pacífico, según imágenes satelitales conocidas este jueves.
Centenares de viviendas destruidas
Las llamas arrasaron ayer unas treinta casas en la localidad de Springwood, a más de 70 kilómetros al oeste de Sydney y la más afectada por los incendios, indicó la agencia local AAP.
Calles enteras fueron destruidas en esta localidad, donde todavía no se conoce la extensión de los daños. No obstante, evaluaciones preliminares señalan que por lo menos un centenar de casas fueron afectadas.
"Estaremos contando las propiedades destruidas en docenas, quizás en cientos", advirtió el comisionado del Servicio Rural de Bomberos, Shane Fitzsimmons.
Mientras, los bomberos siguen intentando apagar las llamas que se extienden en la Costa Central y la zona de Southern Highlands, así como en la costa de Nueva Gales del Sur.
Los incendios han arrasado hasta el momento 88.200 hectáreas. El perímetro de los siniestros se extiende por 400 kilómetros, según el comisionado estatal de bomberos.
La esperanza de controlar el fuego viene ahora del clima. El tiempo se espera más frío y húmedo en contraste con el de las últimas horas, que registró temperaturas por encima de 34°C y vientos de más de 90 kilómetros por hora.
Los incendios forestales en la denominada "Navidad Negra" de 2001 arrasaron unos 3.000 kilómetros cuadrados en Nueva Gales del Sur.


Una imagen satelital muestra la extensión del humo sobre la costa australiana y el Pacífico

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