- El cónsul argentino Martín Rivolta calificó lo sucedido como algo “terrible”. - El cónsul británico, John Rees, actuó en su calidad de decano y anoche llegó un representante consular de Australia.
Hasta anoche, las autoridades civiles, policiales y de Justicia se negaban a entregar la nómina oficial de los turistas que fallecieron producto del incendio del hostal Blue House.
El decano del cuerpo consular y representante de Gran Bretaña, John Rees, sólo confirmó que los fallecidos fueron cuatro argentinos (un matrimonio y sus dos hijos menores), cuatro alemanes (dos parejas) y una australiana y una canadiense.
Según se explicó, la identidad de la familia argentina está perfectamente esclarecida, así como la de las dos parejas de jóvenes alemanes. El nombre de sus integrantes trascendió ayer sólo en forma extraoficial. Es la necesidad de tener mayor certeza sobre la correspondencia de los cuerpos de las dos mujeres canadiense y australiana la que inhibía a las autoridades a proporcionar nombres.
El fiscal regional, Pedro Corti, también confirmó la nacionalidad de las personas muertas y dijo que la identificación estaba bien encaminada, toda vez que se rescató gran parte de la documentación de los extranjeros, así como del registro del hostal.
El cónsul argentino, Martín Rivolta, calificó lo sucedido como algo “terrible” y se excusó de proporcionar la identidad del matrimonio argentino y sus dos hijos al señalar que sólo se habían contactado con familiares indirectos de estas personas, oriundas de Río Gallegos.
El decano del cuerpo consular, John Rees, debió no sólo atender la situación de cuatro británicos que también estaban alojados en el hostal y que no resultaron con lesiones, sino que hacerse cargo de coordinar operativos y contactos con las embajadas y familiares de los extranjeros de países europeos que no tienen representación consular en Punta Arenas.
Así, articuló las gestiones con la embajada germana a raíz de las dos parejas de alemanes que murieron en el lugar.
También informó que ayer siguieron viaje a Ushuaia los cuatro jóvenes británicos que salvaron con vida.
Debió actuar como intermediario entre la pareja de holandeses y la embajada de los Países Bajos en Santiago.
Su gestión también permitió que los holandeses pudieran ayer telefonear a sus padres.
Rees informó que anoche iba a llegar a Punta Arenas un representante consular de Australia, quien se hará cargo de los trámites de repatriación de la joven de dicha nacionalidad que murió en el incendio.
Como decano del cuerpo consular, debió, así, servir de nexo, además, en el caso de la joven canadiense, quien también falleció en esta tragedia.
Al perder su ropa y parte de su identificación, cuatro jóvenes de Israel fueron trasladados en la tarde a Santiago, con la ayuda de la embajada israelita.
Hasta anoche, las autoridades civiles, policiales y de Justicia se negaban a entregar la nómina oficial de los turistas que fallecieron producto del incendio del hostal Blue House.
El decano del cuerpo consular y representante de Gran Bretaña, John Rees, sólo confirmó que los fallecidos fueron cuatro argentinos (un matrimonio y sus dos hijos menores), cuatro alemanes (dos parejas) y una australiana y una canadiense.
Según se explicó, la identidad de la familia argentina está perfectamente esclarecida, así como la de las dos parejas de jóvenes alemanes. El nombre de sus integrantes trascendió ayer sólo en forma extraoficial. Es la necesidad de tener mayor certeza sobre la correspondencia de los cuerpos de las dos mujeres canadiense y australiana la que inhibía a las autoridades a proporcionar nombres.
El fiscal regional, Pedro Corti, también confirmó la nacionalidad de las personas muertas y dijo que la identificación estaba bien encaminada, toda vez que se rescató gran parte de la documentación de los extranjeros, así como del registro del hostal.
El cónsul argentino, Martín Rivolta, calificó lo sucedido como algo “terrible” y se excusó de proporcionar la identidad del matrimonio argentino y sus dos hijos al señalar que sólo se habían contactado con familiares indirectos de estas personas, oriundas de Río Gallegos.
El decano del cuerpo consular, John Rees, debió no sólo atender la situación de cuatro británicos que también estaban alojados en el hostal y que no resultaron con lesiones, sino que hacerse cargo de coordinar operativos y contactos con las embajadas y familiares de los extranjeros de países europeos que no tienen representación consular en Punta Arenas.
Así, articuló las gestiones con la embajada germana a raíz de las dos parejas de alemanes que murieron en el lugar.
También informó que ayer siguieron viaje a Ushuaia los cuatro jóvenes británicos que salvaron con vida.
Debió actuar como intermediario entre la pareja de holandeses y la embajada de los Países Bajos en Santiago.
Su gestión también permitió que los holandeses pudieran ayer telefonear a sus padres.
Rees informó que anoche iba a llegar a Punta Arenas un representante consular de Australia, quien se hará cargo de los trámites de repatriación de la joven de dicha nacionalidad que murió en el incendio.
Como decano del cuerpo consular, debió, así, servir de nexo, además, en el caso de la joven canadiense, quien también falleció en esta tragedia.
Al perder su ropa y parte de su identificación, cuatro jóvenes de Israel fueron trasladados en la tarde a Santiago, con la ayuda de la embajada israelita.