
No no fue en Gringoland si no en la isla de Cuba donde el año 1696 se constituyó por vez primera , entonces colonia de España, un rudimentario cuerpo de bomberos. El hecho tuvo lugar en la región central, conocida entonces como provincia de Las Villas, hoy Villa Clara. Un auto del 15 de junio de 1689, rubricado por la autoridad suprema de la Isla, y con la aprobación del Obispo, se ordenó la fundación de una nueva villa, denominada Gloriosa Santa Clara, hecho que tuvo lugar un año después. Con el transcurrir de los años se fue omitiendo el término Gloriosa, para quedar convertida en la Villa de Santa Clara solamente. Así, esta denominación primó durante más de un siglo, aunque se hizo frecuente que se le llamara, también, Villa Clara, nombre que ostenta la provincia en la actualidad. Por entonces, los vecinos de la naciente y floreciente urbe de Santa Clara, comenzaron a preocuparse por los incendios que accidentalmente ocurrían y en ocasiones producían notables pérdidas, por lo que decidieron, ante la necesidad fehaciente, crear un cuerpo de bomberos en esa región. La comunidad acordó para ello, sufragar ellos mismos los gastos de la compra de los útiles que eran necesarios para tales fines y de la primera bomba de agua para sofocar los incendios. Es precisamente este trascendental acontecimiento de organizar una actividad de extinción de incendios el que marca el nacimiento del Cuerpo de Bomberos en Cuba de manera oficial. Ello sucedió el 13 de noviembre de 1696. En la actualidad se tienen muy escasas noticias de incendios en Cuba durante las primeras centurias del colonialismo español, pues no se da cuenta de ello en crónicas ni documentos archivados excepto en pocas ocasiones y en documentos familiares muy someramente. En las primeras décadas del siglo XIX es que se lleva a cabo la creación, de manera efectiva y general, a lo largo de toda la nación, de numerosos cuerpos de bomberos bajo la égida de los representantes del gobierno hispano, en cuarteles a imagen y semejanza de los existentes en la península. Desde entonces multiplican voluntades y forjan una existencia cargada de historia y arrojo entre las llamas y el peligro, poniendo en juego sus vidas para salvar al prójimo.
Este año se celebra el aniversario 318 (año 2014) del histórico hecho, más de tres siglos salvando vidas, por lo que se dedica esa efeméride a celebrar el Día Nacional del Bombero como reconocimiento y homenaje al coraje y la consagración de los entregados a esa profesión, quienes tanto lo merecen. Cabe citar que Santa Clara de Asís es considerada la santa protectora de los bomberos. No es posible referirse a la seguridad de los ciudadanos si no tenemos en cuenta la labor del intrépido Cuerpo de Bomberos. En la actualidad la capital cuenta con el Museo de Bomberos, donde se encuentra enclavado el Cuartel No. 2 desde el pasado siglo.