Un voraz incendio afectó a por lo menos 34 casas ubicada en la comuna 13, al oriente de Cali, en donde según versiones de los habitantes de esa zona del departamento del Valle de Cauca, debido a la propagación de las llamas, el número de viviendas afectadas puedría aumentar. Las llamas de más de diez metros de altura consumieron una manzana en donde se agrupan numerosas familias humildes que han llegado a esta zona del populoso distrito de Aguablanca.
El Cuerpo de Bomberos de Cali, informo que siete máquinas extintoras, cuatro carrotanques y dos ambulancias fueron necesarias para controlar el voraz incendio que se desató hacia las 6:00 a.m., en la zona conocida como “Playa Baja”.
Wilmer Vargas, habitante de la zona, asegura que las llamas alcanzaron unos 15 metros de altura, lo cual generó más caos en el sector, debido a la caída de algunos cables de energía en el lugar de los hechos.
Aunque se desconocen las causas precisas de la conflagración, el Cuerpo de Bomberos Voluntarios aseguró que ya fue controlado mientras que el director del Consejo Municipal para la Gestión del Riesgo, Rodrigo Zamorano, indicó que fue activado un plan de contingencia para atender a los afectados.
Durante la labor de los Bomberos, uno de los 50 voluntarios, fue agredido con una botella por parte de la comunidad, que reaccionó de manera agresiva al ver llegar las máquinas a esta zona ubicada en la calle 72 con carrera 27, en el asentamiento subnormal de La Paz, en el sector de Comuneros II, en el oriente de la capital del Valle, donde hay gran concentración de personas desplazadas del departamento del Chocó.
El hecho obligó a suspender el servicio de gas en la zona, mientras que las autoridades tuvieron que contener el incendio para evitar que las llamas se propagaran a las demás viviendas del sector.
Los afectados por el incendio cuestionaron la rapidez con que fue atendida la emergencia; no obstante, el Cuerpo de Bomberos explicó que aunque el hecho fue atendido oportunamente, el material con que estaban construidas las casas favoreció la propagación de las llamas.
Algunos habitantes del sector temen ser trasladados, ya que podrían perder sus pertenencias, y desalojados de los terrenos que presuntamente serían zonas de invasión.
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