Matías Noguera se sintió cautivado desde un primer momento por la propuesta que le acercó Tabay Tours. Por eso convenció a sus padres de que pagaran el viaje de fin de estudios al Balneario Camboriú. En los últimos días no había dejado de hablar de eso junto a sus ocho compañeros que se habían enmarcado en la misma aventura. Hoy el muchacho de 18 años está internado en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital de Santo Angelo, estado de Santa Catarina, Brasil. Es uno de los sobrevivientes del trágico vuelco que ocurrió este viernes por la madrugada en la carretera BR-285, entre las poblaciones de Caibaté y San Miguel de las Misiones, a 145 kilómetros del puente que une San Borja con Santo Tomé, Corrientes, y que le costó la vida a dos estudiantes y a un coordinador del contingente que había partido un día antes de Posadas. Perdió un brazo.
César Noguera, el papá del estudiante del Instituto Politécnico San Arnoldo Janssen de Posadas, le contó a Misiones Online que su hijo está lúcido, al tanto de que le seccionaron una de las extremidades superiores. “Sabe bien lo que pasó. Se acuerda de todo y también es consciente del por qué de la amputación”, contó el hombre, instalado en la sala de espera del sector de emergencias del centro de salud junto a otras familias misioneras. Los une el alivio por la noticia de que sus hijos se salvaron, la preocupación por las lesiones que sufrieron y el dolor por las vidas perdidas.
En el centro de salud, de fachada antigua, pero de interiores modernos, con paredes blancas relucientes, los contuvieron desde el primer momento. Por eso César se deshace en elogios para con enfermeras, médicos, bomberos y policías brasileños.
“Mi hijo se encuentra en terapia, porque perdió mucha sangre y la herida llegó muy sucia”, detalló el padre. Noguera reveló que fue un bombero el que decidió cortarle el brazo al chico, porque de lo contrario no hubiera podido rescatarlo e iba a morir desangrado. “El propio bombero me lo explicó. Dijo que le hizo un torniquete y que lo trajo al hospital. Eso le salvó la vida”, aseguró.
Al menos ocho sobrevivientes del vuelco fueron asistidos en el hospital de Santo Angelo, pero con el correr de las horas casi todos recibieron el alta. Quedaron tres: Noguera, Erica Romero y Agustina Rolón, los más graves.
“Matías venía durmiendo cuando sucedió todo. Cuando el micro volcó, golpeó la cabeza contra la ventanilla y el vidrio se rompió. Ahí sacó la mano y lo aplastó el colectivo. El propio ómnibus sirvió de torniquete para el brazo hasta que el bombero tomó la decisión de cortarle el miembro. Fue uno de los últimos en ser rescatado”, relató César.
Según el hombre, “un amigo de Matías que venía despierto se dio cuenta de que algo malo pasaba, porque el micro empezó a moverse hacia su izquierda, en dirección al carril contrario, sin bajar la velocidad. Ahí se agarró del asiento. Ese chico fue el primero en salir y pidió ayuda a los automovilistas que pasaban por el lugar y llamó por teléfono a su madre para relatarle lo sucedido. Gracias a esa llamada nos enteramos nosotros también”.
Noguera padre está molesto con la empresa de turismo, porque no envió ningún representante a verlos. “Diferente fue la actitud del dueño de la empresa Río Uruguay, que vino a ponerse a disposición y movilizó a padres y estudiantes desde una ciudad a otra. Lo mismo los ministros de Salud Pública de Misiones (Walter Villalba) y de Gobierno (Marcelo Pérez), que se interiorizaron de todo lo ocurrido”, comparó.
Matías le contó al padre que todos los estudiantes que iban en el piso superior del colectivo fueron despedidos tras el vuelco y que no hubo más muertos de milagro. “Lo importante es que está vivo, ahora le espera una larga recuperación”, indicó César.
Finalmente, el padre de Matías dijo que en su opinión el accidente se produjo porque el chofer se había dormido. “Nos llegó la versión de que el jueves a las 11 volvió de un viaje y a las 14 ya estaba de nuevo al volante. Eso deberá ser investigado”, remató.
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