extraido de la version digital de nfpa-journal latinoamericano:
Por Nicholas Boshears
Son las 2 de la mañana y se ha recibido el aviso de un incendio en un complejo de condominios multifamiliares. En el camino, nos damos cuenta de que este incendio ha sido declarado en el mismo complejo que recientemente recibió mucha cobertura mediática debido a protestas que señalaban que el mismo estaba construido demasiado cerca de un área de conservación de vida silvestre.
Al llegar al lugar, rápidamente nos damos cuenta de que el complejo no tiene salvación. A pesar de un esfuerzo valeroso, el departamento de bomberos se vio forzado a proteger las exposiciones al fuego, incluyendo equipamiento de construcción. Afortunadamente, no se registran muertos o heridos, pero los daños ascienden fácilmente a $10 millones de dólares.
Cuando el departamento de bomberos está por finalizar sus operaciones, el comandante del incidente informa que la compañía de autobombas del departamento de bomberos descubrió un recipiente con líquido, con lo que parece ser un temporizador de cocina sujeto al mismo, debajo de una pieza de equipamiento de construcción. Cuando el oficial señala el dispositivo, nos damos cuenta de que parece un recipiente de gasolina con un temporizador para cocinar huevos.
En base a la capacitación y la experiencia, podemos determinar que el elemento parece ser un dispositivo incendiario improvisado. Con dicha información, se procede a evacuar el área, establecer un perímetro seguro y contactar el escuadrón de explosivos local.
Mientras que ciertos investigadores son muy buenos para determinar el origen y la causa; muchos otros tienen muy poca experiencia en dispositivos explosivos improvisados (IED, por sus siglas en inglés) y dispositivos incendiarios improvisados (IID, por sus siglas en inglés). La tarea de determinar si un elemento, como el descripto con anterioridad, es un IED o un IID y la posterior recopilación de la evidencia deben manejarse por un técnico de explosivos certificado asignado a un escuadrón de explosivos habilitado. Y con el uso cada vez mayor de IID y IED por parte de eco-terroristas, se ha vuelto vital la necesidad de que los investigadores de incendios premeditados y accidentales se mantengan en contacto con los técnicos de explosivos locales para lograr operaciones seguras en el lugar del incendio y la preservación de evidencia clave.
Técnicos en explosivos realizan operaciones remotas de desactivación.
Ejemplo de un dispositivo incendiario.
El papel de un técnico de explosivos
¿Cuál es el papel que debe desempeñar un técnico en explosivos en la escena de un presunto incendio premeditado? Primero, hace falta incluir un poco de antecedentes históricos.
En 1970, se solicitó al Ejército de los EE.UU. que creara un programa de capacitación para escuadrones civiles de explosivos, que se organizó en el Centro y Escuela de Misiles y Municiones en la fábrica de armamento Redstone, Alabama. En 1981, el Congreso dictaminó que el Centro de Información sobre Explosivos (BDC, por sus siglas en inglés) del FBI sería responsable del financiamiento y la administración de la Escuela de Dispositivos Riesgosos (HDS, por sus siglas en inglés). La HDS, un esfuerzo en conjunto con el FBI y el Ejército de los EE.UU., es la única escuela civil gubernamental sobre explosivos que se dedica a la certificación de técnicos en explosivos para la seguridad pública, quienes luego son asignados a escuadrones de explosivos.
El BDC garantiza que los técnicos en explosivos locales y estatales tengan el nivel adecuado de respaldo para hacer frente a atentados, amenazas terroristas y seguridad en eventos especiales a través de capacitación de punta sobre eliminación de dispositivos explosivos, intercambio de inteligencia, equipamiento y recursos. Todos los técnicos en explosivos deben ser también técnicos en materiales peligrosos, y reciben dicha certificación a través de sus agencias o departamentos respectivos. La mayor parte de los escuadrones de explosivos llevan a cabo capacitación en conjunto y participan en ejercicios de capacitación en campo con equipos de materiales peligrosos y los Equipos de Respaldo Civiles de la Guardia Nacional.
Para obtener la certificación de HDS, un escuadrón de explosivos local o estatal debe cumplir con requisitos específicos de equipamiento y capacitación establecidos por el Comité Asesor Nacional de Comandantes de Escuadrones de Explosivos. Esto incluye contar con por lo menos dos técnicos certificados en explosivos por escuadrón, mantener un nivel mínimo de equipamiento, llevar a cabo capacitación mensual, y efectuar una capacitación individual para obtener la re-certificación cada tres años.
Algunos agentes especiales del FBI también asisten a la HDS para obtener la certificación de técnicos en explosivos (SABT, por sus siglas en inglés) a fin de poder brindar asistencia técnica, capacitación especializada, e inteligencia a los escuadrones de explosivos locales y estatales. Una serie de SABT del FBI tiene vasta experiencia en conducir complejas investigaciones y prestar ayuda en las mismas en los Estados Unidos y en el exterior.
El papel del escuadrón de explosivos
Entonces, ¿cómo puede ayudar un técnico en explosivos a un investigador de incendios provocados o accidentales? En primer término, el escuadrón de explosivos local o el SABT del FBI puede ayudar a garantizar que la escena se encuentre segura. En el escenario del incendio premeditado descripto con anterioridad, el descubrimiento de lo que podría ser un IID amerita una investigación detallada y metódica de dispositivos secundarios dirigidos a herir a los primeros socorristas. Otros dispositivos que podrían no haber funcionado con la utilización prevista podrían encontrarse en el puesto del comando del incidente, lo que podría herir al personal y dañar la propiedad.
Aunque muchos primeros socorristas están entrenados para reconocer un dispositivo explosivo secundario, el escuadrón de explosivos local puede mejorar significativamente el barrido preventivo del área y responder de inmediato debido a su participación inicial.
En segundo término, el escuadrón de explosivos se encuentra capacitado y equipado con herramientas especializadas para evaluar una escena y determinar si un dispositivo está diseñado para funcionar como un IID o un IED. Si el escuadrón de explosivos determina que el dispositivo representa una amenaza, puede realizar procedimientos de desactivación de una manera que no sólo elimine la amenaza sino que también preserve la evidencia para investigaciones futuras y exámenes de laboratorio. Esto es especialmente necesario en casos en los que un dispositivo sospechoso se encuentra ubicado en un vehículo o en un compartimento oculto.
Que el comandante del escuadrón de explosivos analice los hechos relevantes que involucran una búsqueda y los antecedentes de la persona o grupo que están siendo investigados puede brindar valiosa información que aumentará la seguridad total de la escena. Si se sospecha un motivo relacionado con el terrorismo nacional, el investigador o el escuadrón de explosivos local puede solicitar la ayuda del SABT del FBI y del Grupo de Trabajo Conjunto contra el Terrorismo (JTTF, por sus siglas en inglés). Aunque el FBI ha sido designado como la agencia principal para la investigación de casos de eco-terrorismo, estos casos son a menudo investigados en conjunto para lograr una mejor comunicación entre agencias. El JTTF está conformado por miembros de la policía local y estatal y de numerosas agencias federales, como el Departamento de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego, quienes reciben capacitación constante sobre los diferentes aspectos del terrorismo.
Otro aspecto positivo que el técnico en explosivos puede ofrecer a los investigadores de incendios accidentales o intencionales es una capacitación personalizada basada en las necesidades del equipo de investigación. Esto puede cubrir temas incluidos en NFPA 921, que es la base de la certificación de Investigador de Incendios y Explosivos de la Asociación Nacional de Investigadores de Incendio.
Los técnicos en explosivos también pueden ser consultados en el lugar. Aunque a primera vista algunas escenas parecen contener almacenamientos "de rutina" de líquidos inflamables, éstos pueden, en realidad, ser explosivos que requieren un análisis y manipulación precisos. Los técnicos en explosivos certificados son los únicos profesionales de la seguridad pública con capacitación para manipular este material, que es extremadamente sensible al calor, los golpes y la fricción.
Si el investigador de incendios accidentales o intencionales espera encontrar o descubrir explosivos o municiones militares durante la investigación posterior al incendio, el escuadrón de explosivos local o el SABT del FBI puede contactar la unidad militar apropiada para que los ayuden a identificarlos y removerlos. Manipular un elemento que se considera un “rezago militar" o un "hallazgo de mercado de pulgas" puede resultar fatal porque el relleno explosivo puede haberse deteriorado o modificado de alguna manera. Todos esos elementos deben evaluarse como corresponde de una manera segura y oportuna.
Otro beneficio de obtener asesoramiento profesional de un técnico en explosivos se alcanza durante el análisis inicial de evidencia que se considera estar asociada con la causa del incendio. Además de contar con conocimientos sobre eliminación de explosivos, los técnicos en explosivos se encuentran capacitados para identificar componentes e interpretar daños provocados por explosiones y medios para iniciar los IID y IED más comunes.
Respaldo adicional
Los escuadrones de explosivos y el equipo de investigación de incendios accidentales e intencionales reciben el respaldo de laboratorios locales y estatales responsables de efectuar los exámenes forenses. Aunque el financiamiento de los laboratorios locales y estatales ha aumentado sustancialmente en los últimos años, muchos laboratorios solicitan la asistencia analítica y forense de avanzada de la Unidad de Explosivos (EU, por sus siglas en inglés) del FBI.
La EU, ubicada en el Laboratorio del FBI en Quantico, Virginia, está compuesta por químicos y examinadores que brindan testimonio pericial sobre la construcción y funcionalidad de los IID y IED, en especial detonadores, iniciadores, explosivos, cables, cintas, contenedores, componentes eléctricos, mecanismos temporizadores y fuentes de energía. La unidad también interactúa con fabricantes de explosivos nacionales y extranjeros, lleva a cabo investigaciones posteriores a la explosión, y brinda asistencia en las escenas de incendios accidentales e intencionales cuando así se lo solicita.
Además del análisis y el testimonio pericial, la EU puede ofrecer recomendaciones para recolectar y empacar evidencia en las escenas de incendio y explosión de una manera correcta. El personal también puede informar si un dispositivo cumple con los requisitos de un dispositivo destructivo según la definición de la ley federal, Título 18 U.S.C. 921. Mientras que esto puede parecer innecesario, ciertos dispositivos simples, tales como los cócteles Molotov, deben examinarse profesionalmente para determinar si funcionarán de acuerdo con el diseño, a fin de aplicar la pena máxima en una acción judicial.
Las pistas de investigación obtenidas mediante un análisis exhaustivo por parte del Laboratorio del FBI de un IID o un IED y la coordinación con el escuadrón de explosivos local a menudo pueden influir en forma positiva durante una acción judicial. El Examinador de servicio de la EU puede contactarse a través de su SABT local del FBI o mediante el Centro de Información Estratégica y Operaciones del FBI al (202) 323-3300 o (877) 324-6324.
Desde los atentados del 11 de septiembre, los primeros socorristas e investigadores han mejorado enormemente las comunicaciones y coordinación entre agencias a fin de manejar las escenas de emergencia de manera más congruente y eficiente, en especial en las que participa el terrorismo. Debido al uso cada vez mayor de explosivos improvisados y dispositivos incendiarios por parte de eco-terroristas, resulta importante mejorar las capacidades de su equipo de investigación de incendios accidentales e intencionales a través del contacto con el escuadrón de explosivos local. Mediante una capacitación conjunta en forma regular, cada equipo tendrá mayor conocimiento y confianza en la experiencia y equipamiento que se encuentra disponible, lo que se traduce en operaciones seguras y exitosas.
Nicholas Boshears, Agente Especial Técnico en Explosivos, trabaja en la oficina de campo del FBI de Boston. Es Investigador Certificado de Incendios y Explosivos de NAFI y Especialista Certificado sobre Protección contra Incendio de NFPA.
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<H4>El papel de los técnicos en explosivos en las investigaciones de incendios premeditados
Por Nicholas Boshears
Son las 2 de la mañana y se ha recibido el aviso de un incendio en un complejo de condominios multifamiliares. En el camino, nos damos cuenta de que este incendio ha sido declarado en el mismo complejo que recientemente recibió mucha cobertura mediática debido a protestas que señalaban que el mismo estaba construido demasiado cerca de un área de conservación de vida silvestre.
Al llegar al lugar, rápidamente nos damos cuenta de que el complejo no tiene salvación. A pesar de un esfuerzo valeroso, el departamento de bomberos se vio forzado a proteger las exposiciones al fuego, incluyendo equipamiento de construcción. Afortunadamente, no se registran muertos o heridos, pero los daños ascienden fácilmente a $10 millones de dólares.
Cuando el departamento de bomberos está por finalizar sus operaciones, el comandante del incidente informa que la compañía de autobombas del departamento de bomberos descubrió un recipiente con líquido, con lo que parece ser un temporizador de cocina sujeto al mismo, debajo de una pieza de equipamiento de construcción. Cuando el oficial señala el dispositivo, nos damos cuenta de que parece un recipiente de gasolina con un temporizador para cocinar huevos.
En base a la capacitación y la experiencia, podemos determinar que el elemento parece ser un dispositivo incendiario improvisado. Con dicha información, se procede a evacuar el área, establecer un perímetro seguro y contactar el escuadrón de explosivos local.
Mientras que ciertos investigadores son muy buenos para determinar el origen y la causa; muchos otros tienen muy poca experiencia en dispositivos explosivos improvisados (IED, por sus siglas en inglés) y dispositivos incendiarios improvisados (IID, por sus siglas en inglés). La tarea de determinar si un elemento, como el descripto con anterioridad, es un IED o un IID y la posterior recopilación de la evidencia deben manejarse por un técnico de explosivos certificado asignado a un escuadrón de explosivos habilitado. Y con el uso cada vez mayor de IID y IED por parte de eco-terroristas, se ha vuelto vital la necesidad de que los investigadores de incendios premeditados y accidentales se mantengan en contacto con los técnicos de explosivos locales para lograr operaciones seguras en el lugar del incendio y la preservación de evidencia clave.
Técnicos en explosivos realizan operaciones remotas de desactivación.
Ejemplo de un dispositivo incendiario.
El papel de un técnico de explosivos
¿Cuál es el papel que debe desempeñar un técnico en explosivos en la escena de un presunto incendio premeditado? Primero, hace falta incluir un poco de antecedentes históricos.
En 1970, se solicitó al Ejército de los EE.UU. que creara un programa de capacitación para escuadrones civiles de explosivos, que se organizó en el Centro y Escuela de Misiles y Municiones en la fábrica de armamento Redstone, Alabama. En 1981, el Congreso dictaminó que el Centro de Información sobre Explosivos (BDC, por sus siglas en inglés) del FBI sería responsable del financiamiento y la administración de la Escuela de Dispositivos Riesgosos (HDS, por sus siglas en inglés). La HDS, un esfuerzo en conjunto con el FBI y el Ejército de los EE.UU., es la única escuela civil gubernamental sobre explosivos que se dedica a la certificación de técnicos en explosivos para la seguridad pública, quienes luego son asignados a escuadrones de explosivos.
El BDC garantiza que los técnicos en explosivos locales y estatales tengan el nivel adecuado de respaldo para hacer frente a atentados, amenazas terroristas y seguridad en eventos especiales a través de capacitación de punta sobre eliminación de dispositivos explosivos, intercambio de inteligencia, equipamiento y recursos. Todos los técnicos en explosivos deben ser también técnicos en materiales peligrosos, y reciben dicha certificación a través de sus agencias o departamentos respectivos. La mayor parte de los escuadrones de explosivos llevan a cabo capacitación en conjunto y participan en ejercicios de capacitación en campo con equipos de materiales peligrosos y los Equipos de Respaldo Civiles de la Guardia Nacional.
Para obtener la certificación de HDS, un escuadrón de explosivos local o estatal debe cumplir con requisitos específicos de equipamiento y capacitación establecidos por el Comité Asesor Nacional de Comandantes de Escuadrones de Explosivos. Esto incluye contar con por lo menos dos técnicos certificados en explosivos por escuadrón, mantener un nivel mínimo de equipamiento, llevar a cabo capacitación mensual, y efectuar una capacitación individual para obtener la re-certificación cada tres años.
Algunos agentes especiales del FBI también asisten a la HDS para obtener la certificación de técnicos en explosivos (SABT, por sus siglas en inglés) a fin de poder brindar asistencia técnica, capacitación especializada, e inteligencia a los escuadrones de explosivos locales y estatales. Una serie de SABT del FBI tiene vasta experiencia en conducir complejas investigaciones y prestar ayuda en las mismas en los Estados Unidos y en el exterior.
El papel del escuadrón de explosivos
Entonces, ¿cómo puede ayudar un técnico en explosivos a un investigador de incendios provocados o accidentales? En primer término, el escuadrón de explosivos local o el SABT del FBI puede ayudar a garantizar que la escena se encuentre segura. En el escenario del incendio premeditado descripto con anterioridad, el descubrimiento de lo que podría ser un IID amerita una investigación detallada y metódica de dispositivos secundarios dirigidos a herir a los primeros socorristas. Otros dispositivos que podrían no haber funcionado con la utilización prevista podrían encontrarse en el puesto del comando del incidente, lo que podría herir al personal y dañar la propiedad.
Aunque muchos primeros socorristas están entrenados para reconocer un dispositivo explosivo secundario, el escuadrón de explosivos local puede mejorar significativamente el barrido preventivo del área y responder de inmediato debido a su participación inicial.
En segundo término, el escuadrón de explosivos se encuentra capacitado y equipado con herramientas especializadas para evaluar una escena y determinar si un dispositivo está diseñado para funcionar como un IID o un IED. Si el escuadrón de explosivos determina que el dispositivo representa una amenaza, puede realizar procedimientos de desactivación de una manera que no sólo elimine la amenaza sino que también preserve la evidencia para investigaciones futuras y exámenes de laboratorio. Esto es especialmente necesario en casos en los que un dispositivo sospechoso se encuentra ubicado en un vehículo o en un compartimento oculto.
Que el comandante del escuadrón de explosivos analice los hechos relevantes que involucran una búsqueda y los antecedentes de la persona o grupo que están siendo investigados puede brindar valiosa información que aumentará la seguridad total de la escena. Si se sospecha un motivo relacionado con el terrorismo nacional, el investigador o el escuadrón de explosivos local puede solicitar la ayuda del SABT del FBI y del Grupo de Trabajo Conjunto contra el Terrorismo (JTTF, por sus siglas en inglés). Aunque el FBI ha sido designado como la agencia principal para la investigación de casos de eco-terrorismo, estos casos son a menudo investigados en conjunto para lograr una mejor comunicación entre agencias. El JTTF está conformado por miembros de la policía local y estatal y de numerosas agencias federales, como el Departamento de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego, quienes reciben capacitación constante sobre los diferentes aspectos del terrorismo.
Otro aspecto positivo que el técnico en explosivos puede ofrecer a los investigadores de incendios accidentales o intencionales es una capacitación personalizada basada en las necesidades del equipo de investigación. Esto puede cubrir temas incluidos en NFPA 921, que es la base de la certificación de Investigador de Incendios y Explosivos de la Asociación Nacional de Investigadores de Incendio.
Los técnicos en explosivos también pueden ser consultados en el lugar. Aunque a primera vista algunas escenas parecen contener almacenamientos "de rutina" de líquidos inflamables, éstos pueden, en realidad, ser explosivos que requieren un análisis y manipulación precisos. Los técnicos en explosivos certificados son los únicos profesionales de la seguridad pública con capacitación para manipular este material, que es extremadamente sensible al calor, los golpes y la fricción.
Si el investigador de incendios accidentales o intencionales espera encontrar o descubrir explosivos o municiones militares durante la investigación posterior al incendio, el escuadrón de explosivos local o el SABT del FBI puede contactar la unidad militar apropiada para que los ayuden a identificarlos y removerlos. Manipular un elemento que se considera un “rezago militar" o un "hallazgo de mercado de pulgas" puede resultar fatal porque el relleno explosivo puede haberse deteriorado o modificado de alguna manera. Todos esos elementos deben evaluarse como corresponde de una manera segura y oportuna.
Otro beneficio de obtener asesoramiento profesional de un técnico en explosivos se alcanza durante el análisis inicial de evidencia que se considera estar asociada con la causa del incendio. Además de contar con conocimientos sobre eliminación de explosivos, los técnicos en explosivos se encuentran capacitados para identificar componentes e interpretar daños provocados por explosiones y medios para iniciar los IID y IED más comunes.
Respaldo adicional
Los escuadrones de explosivos y el equipo de investigación de incendios accidentales e intencionales reciben el respaldo de laboratorios locales y estatales responsables de efectuar los exámenes forenses. Aunque el financiamiento de los laboratorios locales y estatales ha aumentado sustancialmente en los últimos años, muchos laboratorios solicitan la asistencia analítica y forense de avanzada de la Unidad de Explosivos (EU, por sus siglas en inglés) del FBI.
La EU, ubicada en el Laboratorio del FBI en Quantico, Virginia, está compuesta por químicos y examinadores que brindan testimonio pericial sobre la construcción y funcionalidad de los IID y IED, en especial detonadores, iniciadores, explosivos, cables, cintas, contenedores, componentes eléctricos, mecanismos temporizadores y fuentes de energía. La unidad también interactúa con fabricantes de explosivos nacionales y extranjeros, lleva a cabo investigaciones posteriores a la explosión, y brinda asistencia en las escenas de incendios accidentales e intencionales cuando así se lo solicita.
Además del análisis y el testimonio pericial, la EU puede ofrecer recomendaciones para recolectar y empacar evidencia en las escenas de incendio y explosión de una manera correcta. El personal también puede informar si un dispositivo cumple con los requisitos de un dispositivo destructivo según la definición de la ley federal, Título 18 U.S.C. 921. Mientras que esto puede parecer innecesario, ciertos dispositivos simples, tales como los cócteles Molotov, deben examinarse profesionalmente para determinar si funcionarán de acuerdo con el diseño, a fin de aplicar la pena máxima en una acción judicial.
Las pistas de investigación obtenidas mediante un análisis exhaustivo por parte del Laboratorio del FBI de un IID o un IED y la coordinación con el escuadrón de explosivos local a menudo pueden influir en forma positiva durante una acción judicial. El Examinador de servicio de la EU puede contactarse a través de su SABT local del FBI o mediante el Centro de Información Estratégica y Operaciones del FBI al (202) 323-3300 o (877) 324-6324.
Desde los atentados del 11 de septiembre, los primeros socorristas e investigadores han mejorado enormemente las comunicaciones y coordinación entre agencias a fin de manejar las escenas de emergencia de manera más congruente y eficiente, en especial en las que participa el terrorismo. Debido al uso cada vez mayor de explosivos improvisados y dispositivos incendiarios por parte de eco-terroristas, resulta importante mejorar las capacidades de su equipo de investigación de incendios accidentales e intencionales a través del contacto con el escuadrón de explosivos local. Mediante una capacitación conjunta en forma regular, cada equipo tendrá mayor conocimiento y confianza en la experiencia y equipamiento que se encuentra disponible, lo que se traduce en operaciones seguras y exitosas.
Nicholas Boshears, Agente Especial Técnico en Explosivos, trabaja en la oficina de campo del FBI de Boston. Es Investigador Certificado de Incendios y Explosivos de NAFI y Especialista Certificado sobre Protección contra Incendio de NFPA.