En Cañete están chatos con pitanzas
Bomberos pagan por manguerear a bromista
Los chicos buenos del Cuerpo de Bomberos de Cañete están hasta más arriba del casco. Sus largas y azuladas ojeras delatan el cansancio que han tenido que aguantar porque un anónimo pailón, ocioso y bromista, los tiene para la paipa con un cóctel de pitanzas cuernofónicas que obstaculiza la pega de los voluntarios.
Desde el sábado 28 de julio que la especialidad del cobarde collar de melones ha sido pintar el simio a través de su celu, preferentemente durante la noche. El tonto se queda piola cuando lo atienden desde el cuartel, por lo que impide que ingresen otras llamadas.
El más perjudicado con las tallas del cargante pitancero ha sido el cuartelero y único telefonista de la comuna, Oscar Mariñán, que por mala pata pernocta detrás de la bomba y es el encargado de recepcionar las llamaditas. El hombrón confesó que se encuentra desesperado y angurri por culpa del odioso.
Se busca
Los bomberos cañetinos están tan apestados con la movida que armaron una campaña de búsqueda del gil de la pitanzas a través de todas la radios de la comuna.
Ofrecen la suculenta suma de 15 luquitas al que entregue la identidad del mamerto que el registrador telefónico reconoció con el número 98134268. El superintendente de bomberos, Hans Gabler, indicó que han llamado al fastidioso pitancero, pero no contesta los llamados. ¡Obvio!.
"En una ocasión se quemó una casa mientras el teléfono estaba ocupado", dijo Gabler.
Fuete: www.lacuarta.cl
YA NIÑOS!!!!!!!!!!:.....................A HACER LO NUESTRO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Bomberos pagan por manguerear a bromista
Los chicos buenos del Cuerpo de Bomberos de Cañete están hasta más arriba del casco. Sus largas y azuladas ojeras delatan el cansancio que han tenido que aguantar porque un anónimo pailón, ocioso y bromista, los tiene para la paipa con un cóctel de pitanzas cuernofónicas que obstaculiza la pega de los voluntarios.
Desde el sábado 28 de julio que la especialidad del cobarde collar de melones ha sido pintar el simio a través de su celu, preferentemente durante la noche. El tonto se queda piola cuando lo atienden desde el cuartel, por lo que impide que ingresen otras llamadas.
El más perjudicado con las tallas del cargante pitancero ha sido el cuartelero y único telefonista de la comuna, Oscar Mariñán, que por mala pata pernocta detrás de la bomba y es el encargado de recepcionar las llamaditas. El hombrón confesó que se encuentra desesperado y angurri por culpa del odioso.
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Ofrecen la suculenta suma de 15 luquitas al que entregue la identidad del mamerto que el registrador telefónico reconoció con el número 98134268. El superintendente de bomberos, Hans Gabler, indicó que han llamado al fastidioso pitancero, pero no contesta los llamados. ¡Obvio!.
"En una ocasión se quemó una casa mientras el teléfono estaba ocupado", dijo Gabler.
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