LUIS AIXALÁ PLUBINS, nació en Lérida (Cataluña), España. Ingresó a la 10ª Cía. “Bomba España” de Santiago el 23 de febrero de 1928, a la edad de 27 años. Teniente 2º, y Jefe de la Guardia Nocturna de la 10ª Cía., fallecido el 9 de marzo de 1930 a la edad de 29 años, en un incendio declarado a las 21,00 horas en la subida Bellavista esquina Oriente del Cerro Bellavista en Valparaíso.......
Ese día la colectividad española residente recibía la visita del Buque Escuela hispano “Sebastián Elcano”, en su segundo periplo de formación alrededor del mundo. Los festejos incluían un ejercicio bomberil entre las dos Compañías españolas; la 7ª Cía. de Valparaíso y su hermana de canje, la 10ª de Santiago.
De vuelta al cuartel y mientras continuaban las celebraciones y la alegría por el recibimiento al navío español, verdadero embajador de la Madre Patria, al momento de la despedida de la delegación de la 10ª Cía. los timbres de alarma avisaban de un incendio declarado. Inmediatamente porteños y santiaguinos tripularon el carro y veloces se dirigieron al lugar del siniestro ubicado casi a los pies del Cº. Bellavista. El Capitán de la 7ª dispuso el ataque al fuego, que afectaba a varias casas del lugar amagado, a través de la escalerilla de gatos que existía entre las líneas del ascensor Yungay (hoy "Espíritu Santo"), Tras dar las órdenes a la empleada del ascensor que por ningún motivo pusiera en marcha los carros, la Jefatura de bomberos dispuso el inmediato avance de los voluntarios por el estrecho y peligroso camino. En medio de la oscuridad avanzó como pitonero el voluntario Ibarra de la 7ª y, junto a él, el Teniente Aixalá, seguido de los demás que portaban las pesadas mangueras de lona. Cuando llegaban al sitio, para iniciar el ataque al fuego, el error del maquinista del ascensor puso los carros en marcha arrollando a Ibarra y Aixalá; Ibarra que estaba al pitón, logró asirse del cable del carro, siendo arrastrado por éste resultando muy magullado pero solo con lesiones de mediana gravedad, pero lamentablemente Aixalá que avanzaba siguiendo al pitonero no alcanzó a reaccionar, resultando aplastado por uno de los carros y arrastrado varios metros bajo las ruedas de éste. Fue rescatado moribundo por sus compañeros recibiendo los primeros auxilios en el lugar de parte del doctor Betzhold, siendo trasladado inmediatamente a la Clínica Española de la Av. Argentina con Santa Elena, más todos los esfuerzos fueron estériles, la muerte le sobrevino esa misma noche por ruptura de un pulmón, su vejiga, cadera y órganos vitales, cuando el reloj marcaba las 23:40 horas, luego de servir a su Institución 2 años 14 días. Según lo señalado por sus compañeros que le acompañaron hasta expirar; jamás perdió la conciencia y se mantuvo muy tranquilo en todo momento.