Leyendo sobre el Ebola y su avance (hace como 25 años que se habla lo mismo) y el riesgo latente que se convierta en Pandemia me recordó aquella epidemia de cólera que afecto a Sud américa legando a Chile donde se escribe una de las paginas de Gloria de los Cuerpos de Bomberos que a la fecha existían. ¿que pasaría hoy si tuviésemos la llegada de una epidemia o pandemia en Chile? ¿que hariamos Sr, Bomberos?,¿tenemos asimilado que podemos ser requeridos? no esta de mas recordar.
Foto referencia
Era 1886 a causa de la epidemia del Cólera, cuando a bomberos le cupo una encomiable labor en distintos ámbitos, pues trabajaron como "Guardia de la Ciudad", "Organización del Servicio de Carruajes", "Guardia de Acueducto de Agua Potable" y "Servicio Sanitario".
En diciembre de 1886, cuando llegó la epidemia de cólera a Chile, el miedo se apoderó de Santiago como una brisa rápida. Como hoy la radiación, en 1880 el cólera era una nube invisible y mortal que venía asolando al mundo en una pandemia mundial. Llevaba 8 millones de muertos desde Asia a Europa y cuando el 22 de diciembre de 1886 los diarios de la época informaron que en San Felipe, el peón Jerónimo Alvarez (criado del argentino Eloy Martínez) era el primer chileno que moría de cólera en manos de los curas Agustinos, en Santiago cundió el pánico.
La prensa de la época y algunas tesis y memorias realizadas documentan que el gobierno del Presidente José Manuel Balmaceda cerró la capital en un cordón sanitario tan obligatorio como inútil. Nadie podía entrar, pero sí salir. El tren al sur partía repleto desde Estación Central hasta Chillán. Los barcos en Valparaíso se mantuvieron a la gira y en cuarentena. Y siendo escasa la policía municipal, se convocó a los bomberos para controlar las calles y a los curas para atender los enfermos.
Los tónicos de hierbas, como el Licor de Hoffman, el mentol y el alcanfor, se agotaron en las droguerías en un día. Las cosechas de repollo (que el pensamiento popular consideraba culpable de la enfermedad) se incineraron completas. Pero el 15 de enero de 1887 cayeron los primeros enfermos en Barrancas, hoy Pudahuel. La ciudad se paralizó: la peste no tenía cura y sólo quedaba esperar encerrado en la casa tener la suerte de ver la espalda de la muerte cuando dejara Santiago.
Los bomberos recogían a los enfermos desde las casas marcadas y los llevaban a alguno de los tres lazaretos -hospitales provisorios que dispuso el gobierno para dejar agonizar a los contagiados- en carretas ambulancias. En las noches, esas mismas carretas tronaban tétricamente en los adoquines de una ciudad vacía, rumbo al cementerio. Al principio, a sus propias tumbas del Cementerio General, pero luego fueron tantos, que el gobierno dispuso la creación de un sitio especial en la ribera del río a dos kilómetros de donde terminaba la ciudad, en Avenida Independencia.
En el Cementerio de Coléricos se prohibieron los rituales fúnebres y los cuerpos eran sepultados en una bóveda uno junto a otro, sin ataúd, envueltos en lona. Luego, se tapiaban con tierra del río y una solución de sulfuro que se pensaba eliminaba el contagio. Más tarde, se cercó el lugar y mediante un decreto (el 606) se dispuso que se prohibía la exhumación, remoción y construcción en el lugar. Cuando se descubrió por casualidad en 2003 y luego de terminado el estudio arqueológico, la Costanera Norte depositó los cuerpos removidos en una nueva fosa de concreto.
Poco a poco se fue apagando esta epidemia de cólera, que asoló a varias provincias del territorio nacional. A raíz de lo sucedido, el gobierno creó el 19 de enero de 1889 el Consejo Superior de Higiene Pública. El proyecto presentado por el doctor Corbalán Melgarejo sirvió de base para la redacción de la ley que el 15 de noviembre de 1892, dio estructura definitiva a este Consejo. Aun cuando continuó únicamente como un organismo consultivo, esa ley tuvo la ventaja de permitir la creación del Instituto de Higiene, que tantos servicios prestó a la comunidad y que con el correr de los años se transformó en el Instituto Bacteriológico, hoy Instituto de Salud Pública.
¿Cuántas vidas cobró la epidemia? "La aparición del cólera motivó un sorpresivo y arduo trabajo de los sepultureros en 1886 y años siguientes. Según datos del registro civil, 23.432 personas murieron víctimas de esta enfermedad, lo que era bastante para una población de 3 millones".
El doctor Adolfo Murillo estimó en aproximadamente 40.000 el número de fallecidos en todo el país .
Reseña gentileza de Don Pedro Encina (Santiagonostálgico)
La epidemia fue a nivel pais vemos este extracto de la historia del 1ra. de Ranacgua
En el año 1886, hubo una gran epidemia de cólera y fueron los voluntarios de la Primera Compañía quienes ayudaban a transportar a los enfermos en una vieja e improvisada carreta que utilizaban como ambulancia, para llevarlos al Lazareto ubicado en Bueras esquina de Alameda y los fallecidos a los cementerios. Los voluntarios destacados de esa época fueron el capitán Rafael Rojas, su ayudante, José Santos Riquelme y su tesorero, Santiago Ramírez.
El 15 de abril de 1879, con motivo de la partida hacia el norte de la Guardia Municipal para participar en la Guerra del Pacífico, la Unidad suministra a 50 auxiliares y 10 voluntarios para cumplir la Guardia del Orden de la ciudad recorriendo las calles de a dos y a caballo.
En la grave epidemia del Cólera, que afectó a la región a fines de 1886 y principios de 1887, mientras la ciudad permanecía en cuarentena, sus voluntarios cubren servicio de policía en la parte baja de la población.
La historia de la Décima Compañía de Bomberos de Valparaíso, -
El 15 de abril de 1879, con motivo de la partida hacia el norte de la Guardia Municipal para participar en la Guerra del Pacífico, la Unidad suministra a 50 auxiliares y 10 voluntarios para cumplir la Guardia del Orden de la ciudad recorriendo las calles de a dos y a caballo.
En la grave epidemia del Cólera, que afectó a la región a fines de 1886 y principios de 1887, mientras la ciudad permanecía en cuarentena, sus voluntarios cubren servicio de policía en la parte baja de la población.

Foto referencia
Era 1886 a causa de la epidemia del Cólera, cuando a bomberos le cupo una encomiable labor en distintos ámbitos, pues trabajaron como "Guardia de la Ciudad", "Organización del Servicio de Carruajes", "Guardia de Acueducto de Agua Potable" y "Servicio Sanitario".
En diciembre de 1886, cuando llegó la epidemia de cólera a Chile, el miedo se apoderó de Santiago como una brisa rápida. Como hoy la radiación, en 1880 el cólera era una nube invisible y mortal que venía asolando al mundo en una pandemia mundial. Llevaba 8 millones de muertos desde Asia a Europa y cuando el 22 de diciembre de 1886 los diarios de la época informaron que en San Felipe, el peón Jerónimo Alvarez (criado del argentino Eloy Martínez) era el primer chileno que moría de cólera en manos de los curas Agustinos, en Santiago cundió el pánico.
La prensa de la época y algunas tesis y memorias realizadas documentan que el gobierno del Presidente José Manuel Balmaceda cerró la capital en un cordón sanitario tan obligatorio como inútil. Nadie podía entrar, pero sí salir. El tren al sur partía repleto desde Estación Central hasta Chillán. Los barcos en Valparaíso se mantuvieron a la gira y en cuarentena. Y siendo escasa la policía municipal, se convocó a los bomberos para controlar las calles y a los curas para atender los enfermos.
Los tónicos de hierbas, como el Licor de Hoffman, el mentol y el alcanfor, se agotaron en las droguerías en un día. Las cosechas de repollo (que el pensamiento popular consideraba culpable de la enfermedad) se incineraron completas. Pero el 15 de enero de 1887 cayeron los primeros enfermos en Barrancas, hoy Pudahuel. La ciudad se paralizó: la peste no tenía cura y sólo quedaba esperar encerrado en la casa tener la suerte de ver la espalda de la muerte cuando dejara Santiago.
Los bomberos recogían a los enfermos desde las casas marcadas y los llevaban a alguno de los tres lazaretos -hospitales provisorios que dispuso el gobierno para dejar agonizar a los contagiados- en carretas ambulancias. En las noches, esas mismas carretas tronaban tétricamente en los adoquines de una ciudad vacía, rumbo al cementerio. Al principio, a sus propias tumbas del Cementerio General, pero luego fueron tantos, que el gobierno dispuso la creación de un sitio especial en la ribera del río a dos kilómetros de donde terminaba la ciudad, en Avenida Independencia.
En el Cementerio de Coléricos se prohibieron los rituales fúnebres y los cuerpos eran sepultados en una bóveda uno junto a otro, sin ataúd, envueltos en lona. Luego, se tapiaban con tierra del río y una solución de sulfuro que se pensaba eliminaba el contagio. Más tarde, se cercó el lugar y mediante un decreto (el 606) se dispuso que se prohibía la exhumación, remoción y construcción en el lugar. Cuando se descubrió por casualidad en 2003 y luego de terminado el estudio arqueológico, la Costanera Norte depositó los cuerpos removidos en una nueva fosa de concreto.
Poco a poco se fue apagando esta epidemia de cólera, que asoló a varias provincias del territorio nacional. A raíz de lo sucedido, el gobierno creó el 19 de enero de 1889 el Consejo Superior de Higiene Pública. El proyecto presentado por el doctor Corbalán Melgarejo sirvió de base para la redacción de la ley que el 15 de noviembre de 1892, dio estructura definitiva a este Consejo. Aun cuando continuó únicamente como un organismo consultivo, esa ley tuvo la ventaja de permitir la creación del Instituto de Higiene, que tantos servicios prestó a la comunidad y que con el correr de los años se transformó en el Instituto Bacteriológico, hoy Instituto de Salud Pública.
¿Cuántas vidas cobró la epidemia? "La aparición del cólera motivó un sorpresivo y arduo trabajo de los sepultureros en 1886 y años siguientes. Según datos del registro civil, 23.432 personas murieron víctimas de esta enfermedad, lo que era bastante para una población de 3 millones".
El doctor Adolfo Murillo estimó en aproximadamente 40.000 el número de fallecidos en todo el país .
Reseña gentileza de Don Pedro Encina (Santiagonostálgico)

La epidemia fue a nivel pais vemos este extracto de la historia del 1ra. de Ranacgua
En el año 1886, hubo una gran epidemia de cólera y fueron los voluntarios de la Primera Compañía quienes ayudaban a transportar a los enfermos en una vieja e improvisada carreta que utilizaban como ambulancia, para llevarlos al Lazareto ubicado en Bueras esquina de Alameda y los fallecidos a los cementerios. Los voluntarios destacados de esa época fueron el capitán Rafael Rojas, su ayudante, José Santos Riquelme y su tesorero, Santiago Ramírez.
El 15 de abril de 1879, con motivo de la partida hacia el norte de la Guardia Municipal para participar en la Guerra del Pacífico, la Unidad suministra a 50 auxiliares y 10 voluntarios para cumplir la Guardia del Orden de la ciudad recorriendo las calles de a dos y a caballo.
En la grave epidemia del Cólera, que afectó a la región a fines de 1886 y principios de 1887, mientras la ciudad permanecía en cuarentena, sus voluntarios cubren servicio de policía en la parte baja de la población.
La historia de la Décima Compañía de Bomberos de Valparaíso, -
El 15 de abril de 1879, con motivo de la partida hacia el norte de la Guardia Municipal para participar en la Guerra del Pacífico, la Unidad suministra a 50 auxiliares y 10 voluntarios para cumplir la Guardia del Orden de la ciudad recorriendo las calles de a dos y a caballo.
En la grave epidemia del Cólera, que afectó a la región a fines de 1886 y principios de 1887, mientras la ciudad permanecía en cuarentena, sus voluntarios cubren servicio de policía en la parte baja de la población.
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