Rusia Las características del Be-200, el avión ruso que evalúa Chile para combatir incendios

bluebird3

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Chile
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Puede almacenar hasta 12 mil litros de agua e incluso ha colaborado en el rescate de una aeronave en el Mar de Java. Revisa aquí cómo es esta máquina.

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Fuente: Emol.com -
 

Firestorm

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Conociendo como se cocinan las cosas, la empresa que ofrezca el mejor incentivo $$$ va a ganar esta licitación internacional, el tema de la características técnicas es secundario en este tipo de negocios turbios...
 
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ron40

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En general, me gustan los modelos de avión de combate al fuego que son capaces de auto-abastecerse (del tipo "hidro-avión")

Dada la forma de nuestro país, en que el mar o un lago está siempre cerca, nos permitiría operar con este tipo de aviones en cualquier parte del país, independiente de la infraestructura aeroportuaria de la zona.

Por supuesto, hay varios factores mas a considerar, pero por lo ya indicado, me gustan estos modelos de avión
 

breslau

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Bien sabemos que en Chile la lógica entre ciertas autoridades no existe, al parecer siempre opera ciertos intereses bien particulares o como se dice "como voy ahí ...", sin importar el bien común.
 

ron40

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Acá un EXCELENTE artículo que salió en la Tercera en el 2012. fuente: http://diario.latercera.com/edicionimpresa/el-ultimo-hidroavion-de-sudamerica/


Santiago / Pág. 82
El último hidroavión de Sudamérica

El Catalina N° 32 está semioculto tras un hangar en Pudahuel. Aunque es el avión con mayor capacidad para apagar incendios en Chile -y está listo para volar-, yace en la losa sin combatir el fuego. por Roberto Farías
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El aeropuerto Arturo Merino Benítez es una verdadera ciudad, con rincones y secretos. En un apartado de la losa, tras una barrera infranqueable, hay un extraño aparato. Un verdadero ornitorrinco volador: tiene ruedas, pero flota como un bote. Aterriza en una pista o en cualquier lago o mar de Chile. Puede llevar 21 pasajeros o lanzar 4.500 litros de agua. Aunque tiene nombre de mujer, sus comodidades son las de un tractor. Y al igual que un ornitorrinco, su nariz es como de un pato. Es el Catalina-Canso N° 32. Es el último hidroavión que va quedando en Sudamérica, el único gran avión “bombero” de los incendios forestales. Pero en vez de apagar incendios está estacionado desde 2006 en un rincón del aeropuerto de Pudahuel.

El pasado jueves hizo rugir sus motores y este fin de semana estará en exhibición en la Fidae.

Su dueño, Gonzalo Parragué, podría haberse deshecho de él hace tiempo. Y “no gastar los millones que cuesta tenerlo operativo”, como dice. Pero él pertenece a los nostálgicos de los hidroaviones. “Los Catalina están en la historia de Chile”, advierte. Su padre fue Roberto Parragué, quien unió Isla de Pascua con el continente en el primer vuelo transoceánico en 1951 en un Catalina idéntico a éste. La gracia le costó sumarios, incomunicaciones, castigos y millones, pues pagó de su bolsillo la construcción de la pista de tierra de Mataveri para regresar. Finalmente, abrir la ruta aérea a la Polinesia le costó la renuncia a la Fach unos años después. También, hizo el primer vuelo a Juan Fernández en la década del 40 en un Catalina.

Pero más que en la historia, “donde debería estar este avión -dice Gonzalo Parragué- es apagando incendios”. Son verdaderos aviones bomberos.

Hasta 1991, los hidroaviones apagaban incendios en Chile. Hubo hasta cinco en vuelo, tres de los Parragué. En 1979 batieron el récord de 102 lanzamientos en 10 horas contra un incendio en Collico, Valdivia, acuatizando en el Calle Calle. Mucha gente los recuerda en las temporadas de catástrofe llegando a la laguna San Pedro, en Concepción, y al lago Peñuelas, en la V Región. Muchos veranos también acuatizaron en la laguna de Aculeo: recogían agua en 20 segundos sin detenerse y la iban a arrojar sobre el fuego en Talagante. “Esa es su gracia”, dice Parragué. “No tienen que regresar al aeropuerto, ser llenados por bombas y volver al fuego, sino que van al lago o playa más cercana, se llenan sin detenerse y siguen volando”. Porque, además, el Catalina es uno de los aviones con mayor autonomía de vuelo, capaz de volar de Arica a Punta Arenas con un estanque.

En 1990, junto a toda la política nacional, cambió la política de combate de incendios forestales. No se les renovó el contrato a los hidroaviones, así que los Parragué aceptaron una oferta para irse con los tres aviones que les quedaban a España y Portugal a combatir incendios forestales, igual que hoy hacen muchos brigadistas. Fue tal su éxito, que se quedaron 12 años en la península. España, Francia, Italia, Portugal y Grecia reúnen alrededor de 90 hidroaviones para combatir incendios. El 2002, regresaron a Chile, pero la estrategia contra el fuego había cambiado. Aunque los incendios forestales aumentaron, se optó por combatirlos desde el aire con helicópteros y aviones dromedarios, de fumigación. Son mucho más versátiles en terrenos difíciles, pero sólo arrojan mil y dos mil litros de agua, respectivamente.

Incluso, la Conaf invirtió 8,5 millones de dólares en comprar un helicóptero polaco Sokol, que arroja 1.500 litros y que integró a su flota de tres aviones. Más seis helicópteros arrendados.

“Hay un tremendo gasto para apagar incendios desde el aire”, explica Parragué. Según cifras de la Conaf, la corporación gasta cada verano $ 2.300 millones en el combate aéreo de incendios. Lo que se suma a los casi cinco mil millones que pagan las empresas forestales en arriendo de aviones y helicópteros privados. “Un helicóptero cuesta entre 1.500 y 5.000 mil dólares la hora”, dice Ricardo Rivera, presidente del comité técnico de la Corporación de la Madera, Corma. La mayor parte de esos dineros va a manos de empresas españolas. Faasa (Fumigación Aérea Andaluza), Inaer y Martínez Ria Ltda., que suman 15 helicópteros y 14 aviones dromedarios volando en Chile cada verano.

Por falta de presupuesto para mantenerlos, el 2002 Parragué vendió los otros dos Catalina que tenía a Australia. Allá siguen volando. En Chile, en cambio, el último hidroavión, el Catalina N° 32, está en un rincón de Pudahuel. La gente le toma fotos como a un bicho raro y siguen de largo, rumbo a las novedades de la Fidae.
 
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conociendo la administración pública, si no lo trae algún oferente que después devuelva la mano con un par de boletas para financiar campaña, es solo un mero voladero de luces, empezó la temporada de venta de humo.....
 

Oregon wff

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Cottage Grove , Oregon
Jajajaj, no en preocupes, aquí tengo una foto mía cuando era chico en el 35 el año 81 u 82, cuando mi viejo todabia estaba volando incedios con Conaf.
Esta foto fue sacada en carriel sur cuando, la central de despacho, y la brigada 301 (dividida en dos cuadrillas la alfa(helitrasportada) y bravo (terrestre) estaban albergadas al sur del aeropuerto, cerca del terminal nuevo.
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Quienes recuerdan el CANSO que operaba en Chile en los 80´s?

Mi carné llegó a rebotar en el suelo :oops:

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Firestorm

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Valdivia 1977

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Entrada al río desde el norte sobre el Puente Pedro de Valdivia

Fue la Field Aviation Co. la empresa encargada de efectuar la instalación de los estanques y sus sistemas de recarga y descarga de líquido, sistema conocido como Hawkshaw. Dicho sistema –en el caso de los Catalinas, permite 4.400 litros de líquido en total, distribuidos en dos estanques de 2.200 litros en el interior del Catalina, cerca del centro de gravedad del avión, con lo que el llenado y vaciado de los mismos no afecta en demasía el control de la aeronave. Existe una toma para carga de líquido en tierra, en el costado de babor del avión.

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Preparandose para cargar agua

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4.400 litros en 15 segundos

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De regreso al fuego

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El ataque

El piso del estanque es el mismo casco del avión, en el cual van las dos puertas de descarga que permiten la caída del líquido. Cuando el Catalina pasa rozando la superficie del agua, el piloto baja la sonda y con ello fuerza la entrada de agua en los estanques. La sonda en sí misma está ubicada en la parte inferior del casco, inmediatamente detrás del escalón.Hay otras aberturas en la parte superior del fuselaje con lo que, al llenarse los estanques, cualquier exceso de agua sale para así evitar su ruptura. Los estanques poseen planchas internas que minimizan el oleaje del líquido internamente. En caso de emergencia, el líquido puede ser descargado en tan solo un segundo.

Catalina+Color.jpg

Valdivia

Fuente: http://vuelofinal.blogspot.cl/2007/05/valdivia-1977.html
 
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