Recuerden tambien la fiesta del Agua en San Felipe, recientemente hecha
Version Diario La Cuarta
Chicos buenos de tres compañías lanzaron tremendo chorro en la tercera versión de la Fiesta del Agua, en la Quinta Región
Con la manguera en la mano bomberos sopearon a lindas sanfelipeñas
Más de seis mil almas quedaron con los chitecos estilando en tremendo vacilón acuático.
Son las tres de la tarde en punto en San Felipe y los patos caen asados. El termómetro está que revienta, marcando 40 grados a la sombra, y en la plaza cívica no cabe ni una lenteja de perfil.
De pronto uno de los animadores comienza la cuenta regresiva. Cuarenta y cinco bomberos asoman sus refrescantes mangueras sobre el escenario al son de los dejotas reguetoneros "AJ" y "Pablo Maas", que irrumpen con los hits "El Señor de la noche" y "Noche de Sexo".
De repente... ¡Splash! un tremendo chorro de H2O indica que la Tercera Fiesta del Agua comenzó.
El vital elemento limpio, puro y mojadito cae por los aires, dejando a la gallada sanfelipeña más sopeada que zapato de cartero. "¡Parece invierno!", gritaba una de las abuelis.
Otros alucinados se movían al ritmo del punchi punchi como si estuvieran en la Love Parade. El otro animador grita a voz en cuello: "sáquense la polera".
Los bomberos, otrora chicos buenos, se ponen malulos. Con precisión apuntan el chorro a mujeres, guaguas, embarazadas, viejitos, emos, pokemones, peloláis y cuanto desprevenido se les cruce.
Como no son tontos, mantenían el agua un buen rato sobre las minocas más tiernas, lindas, inocentes y ligeras de ropa.
"La idea es mojar a la mayor cantidad de gente posible. Mujeres, niños, abuelos y sobre todo a las lolas, para que muestren sus poleras mojadas", sopla un bombero califa con la mansa pitón.
GRIFO
Según cálculos al ojímetro, la fiestoca acuática reunió a más de 6 mil almas acaloradas. Para humedecer a tan extenso contingente, la Muni de San Felipe en conjunto con Esval dispuso de tres compañías bomberiles, un camión grúa y otro aljibe. Todo para derramar en las tres horas de carrete veraniego más de 450 metrolios cúbicos de agüita, que equivale a abrir tres grifos al mismo tiempo.
"La idea es enseñar que el agua nos puede entregar momentos para compartir en familia", señaló el alcalde sanfelipeño Jaime Amar, Con el terno mojado y la corbata por la cabeza debido al manguereo profesional.
Los bomberos están en su salsa. "Esto es mejor que apagar incendios", jura un chico de rojo.
Incluso hacen coreografías al estilo "Full Monty" con manguera en mano. Las que más disfrutan de la jarana estival son las mujeres y los niños. "Es súper divertido. Aunque se me ve todo", dijo la contorneada María Sáez, más mojadita que patito de tina.
BAÑO
Por su litro, la señora Jessica Huerta, que disfruta con su hija Paulette, se toma la actividad con mucho humor. "Esta fiesta ya tiene tres años y es la única oportunidad en la que aprovecho de bañarme", cuenta en plan tallero.
Y a las 18 horas se vino el corte de agua. La gente aplaude y se retira contenta a su tranquila vida. Aunque las calles quedan como piscina, la gallada tiene la mansa sonrisa en el caracho. Es su fiesta, les encanta y por un buen rato le dieron filo al calor.
"ME MOJARON HASTA EL COLALESS"
Isabel Martínez tiene 21 tiernos añitos y dice que de chiquita le encanta el agua. La bella muchacha trabaja en Unifrut, una empresa de exportación de la zona del Valle del Aconcagua. Jura a los cuatro vientos que es solterita y está en busca de su acuamán o, en su defecto, del hombre de La Atlántida.
"Llevo 7 años radicada en San Felipe y esta es mi primera vez. En esta fiesta, claro", señaló toda coquetona y cerrando un ojo.
La técnico agrícola acusó a un bombero de seguirla y mojarla enterita."Él me persiguió para mojarme. No sé por qué", señaló ingenua.
Luego del agüita, la lindura fue a comer un helado a Olguín y luego corrió a secarse: "Es que me mojaron hasta el colaless", agregó.
Saludos