La historia tras una jornada maratónica de Bomberos en Santa Cruz

Firestorm

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16 Abr 2011
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El pasado fin de semana en esa comuna colchagüina se vivió una marea de fuego. El sábado a un mega incendio forestal en Rinconada de Yáquil se sumó otro destructivo siniestro en el centro de la ciudad ; rematando el día con un accidente de tránsito, emergencias que dejaron a 80 voluntarios extenuados. Esta es la crónica de cómo los bomberos de la región deben enfrentar jornadas agotadoras y peligrosas cada verano.


Más allá de la frías y trágicas cifras que traen consigo los incendios estructurales y forestales, atrás de estos números están intensas historias humanas, especialmente de sus protagonistas, los voluntarios de Bomberos, quienes deben enfrentar estas emergencias muchas de las veces en cadena, como sucedió este fin de semana en la comuna de Santa Cruz.

El pasado sábado la ciudad colchagüina se vió azotada por dos tragedias que pusieron a prueba la fortaleza de sus unidades de bomberos. La primera fue un incendio forestal que comenzó durante horas de la tarde en el sector Rinconada de Yáquil donde con el pasar de las horas 2.143 hectáreas resultaron quemadas. Las intensidad de las llamas alcanzaron no solo el bosque nativo sino también plantaciones de nogal, maquinaria agrícola, y lo más dramático: las viviendas de decenas de familias que resultaron damnificas. Solo unas horas después, pasadas las 8 de la noche un nuevo siniestro destruyó cuatro locales del centro de la ciudad coronando una jornada extenuante para el cuerpo de bomberos de Santa Cruz.

“Nuestro cuerpo de bomberos está conformado por seis compañías y ese sábado fue muy complejo, estuvimos al límite de ser sobrepasados – relata el comandante, Pablo Jiménez- durante la mañana habíamos enviado dos compañías de apoyo a un incendio forestal en el límite entre Pichidegua y La Estrella sin saber lo que se venía en la tarde. Cuando comienza el incendio forestal sacamos nuestras compañías de Pichidegua y las trajimos todas a Rincón Yáquil, dejando solo una de las seis compañías en la ciudad, y fue esa única compañía la que enfrentó el incendio en el centro durante un tiempo largo ya que nosotros demoramos unos 25 minutos en llegar desde Yáquil”.

El comandante Jiménez indica que no cabe duda que jornadas como estas dejan extenuados a los voluntarios “ese día pedimos ayuda a unidades de San Fernando, Placilla y Chépica para apoyar, porque además a los dos incendios se sumó un accidente de tránsito. Ese día nuestro personal trabajó más de 12 horas sin parar, y nuestros voluntarios no se han recuperado porque el domingo nuevamente trabajamos tanto en Yáquil como en los locales siniestrados donde habían focos de reactivación del incendio”.

El comandante agrega que al agotamiento físico se suma el emocional, ya que los voluntarios de bomberos son la única opción concreta de ayuda que queda especialmente para las personas afectadas. “La mayoría de nuestros voluntarios están agotados más que nada por el estrés, porque no es solo trabajar en apagar el incendio sino también en atender las necesidades de la gente, que por ejemplo ven que los brigadistas de Conaf se van a las 7 de la tarde y que nosotros nos quedamos para evitar que el incendio se propague y llegue a sus casas ; la gente nos ruega, y textualmente nos implora que los ayudemos y salvemos sus cosas, y lo mismo pasó en el centro de Santa Cruz donde los locatarios nos rogaban para que detuviéramos el incendio”.

Aun así, Jiménez subraya que el apoyo de la población es fundamental para que los Bomberos cumplan su deber “lo que más rescato de jornadas como estas es a la comunidad, la gente se portó muy bien se preocuparon de ayudarnos, de darnos agua para beber y comida, nunca sufrimos una agresión y eso nos hace sentir muy apoyados, de ver que nuestro trabajo se valora”.


MANGUERAS QUEMADAS Y VOLUNTARIOS EXTENUADOS

Cuando suceden estas jornadas maratónicas, y las olas de calor e incendios forestales se suman uno tras otro, cabe preguntarse qué pasaría si este mismo escenario se repitiera solo un par de días después. Por ejemplo, las compañías que participaron en los incendios de Santa Cruz resultaron con un par de mangueras dañadas por quemaduras y herramientas perdidas. A eso se suma que durante el fin de semana, en esta emergencia pudieron trabajar a capacidad casi completa con 80 voluntarios desplegados por la zona afectada, sin embargo, según el comandante Pablo Jiménez, la dotación de voluntarios no superaría los 30 si una emergencia similar se replica un día de semana. “Si se repitiera un incendio forestal tendríamos la ayuda de otras compañías, pero este último por suerte fue un fin de semana ya que en los trabajos no a todos les dan permiso y la situación se haría más complicada”

Respecto al material técnico dañado, Jiménez explica que a través de convenios con Onemi este se recupera “estamos haciendo un catastro pero de todas formas el periodo de recuperación de estos elementos no es muy rápido, aún así hay un protocolo con Onemi que se encarga de gestionar los recursos a nivel central”, sentencia el jefe de bomberos de Santa Cruz.

Fuente: http://elrancaguino.cl/2017/01/17/la-historia-tras-una-jornada-maratonica-de-bomberos-en-santa-cruz/