El fin de semana anterior se cumplieron 15 años del incendio que destruyó la industria Mathiesen Molypac, ubicada en el límite de las comunas de San Bernardo y La Cisterna. La magnitud del siniestro –que consumió diversos productos químicos almacenados en bodegas- aún es recordada por los bomberos que intervinieron en la extinción de las llamas y aseguran que ese 17 de diciembre de 1995, no solo estuvo en riesgo la seguridad de los propios bomberos que acudieron al combate de las llamas. Tal fue el desconocimiento que se tuvo las primeras 8 horas de la situación, que perfectamente se pudo haber lamentado una tragedia sin precedentes en la historia del país, tras un incendio que durante muchas horas se mantuvo sin control.
Hasta la emergencia se movilizaron unidades provenientes de todos los rincones de la región metropolitana y aunque se contó con material y agua suficiente, el trabajo realizado no fue eficiente, ya que se careció de un mando visible la mayor parte del tiempo que coordinara los trabajos a seguir. Cuanto este por fin se estableció -tras varias horas de trabajo- no había mucho más trabajo que realizar.
El siguiente material publicado por la revista NFPA Journal Latinoamérica, en su edición de diciembre de 2006, relata una de las formas y la importancia de contar con un adecuado sistema de comunicaciones en el desarrollo de una emergencia (independiente de su naturaleza), que a la larga se convertirá en el único método que permitirá la organización de varios intervinientes –a través de un Sistema de Comando de Incidentes- para el éxito de las operaciónes.
COMUNICACIÓN Y MANDOS EFECTIVOS
Es imposible coordinar y controlar, sin una comunicación efectiva.
Escrito por Russ Sanders y Ben Klaene.
La Figura 1 da el ejemplo de una red de comunicación siguiendo la estructura del NIMS. Nótese que se utiliza la comunicación cara a cara para comunicarse con el sector de planeamiento y el oficial de enlace, quienes están instalados en el puesto de comando del incidente. Mientras resulte práctico, la comunicación cara a cara es el medio preferible para transmitir la información, pero no es un modo razonable de comunicarse con las unidades que trabajan a distancia del puesto de comando. En la Figura 1, el comandante del incidente (CI) ha retenido las operaciones y está utilizando el Canal 2 para comunicarse con todas las unidades de campo.
En este ejemplo, el CI sólo utiliza dos canales de radio: uno para comunicarse con despachos, y el otro para las comunicaciones de campo. Con tantas divisiones y empresas de incendios utilizando el Canal 2, el orden y la disciplina en las comunicaciones de radio es imperativa, y este único canal se encuentra sobrecargado. Si hubiera múltiples canales disponibles, la red de comunicaciones podría expandirse, utilizando cada división un canal separado para comunicarse con las unidades bajo su supervisión, y reservando el Canal 2 u otro canal a designar para comunicarse con el ramal interno. El CI podría comunicarse con el ramal interno por el Canal 2, y el ramal interno podría utilizar el Canal 2 u otro para comunicarse con la División 1, 2, 3, y 4. A cada división le podría ser asignado un canal diferente, tal como fue hecho para la policía y los ramales médicos.
Sin importar el número de canales de radio o de los tipos de equipamiento disponibles para las comunicaciones, la disciplina en la radio es importante para mantener la frecuencia disponible para las transmisiones vitales. Las ondas aéreas no deben congestionarse con mensajes no esenciales. Cada transmisión deberá ser pertinente y concisa—la escena de una emergencia no es el lugar para largas disertaciones.
Es esencial que el CI y todas las unidades que reportan al sector de operaciones limiten el número de canales de radio utilizados por cada una de las personas, para reducir la posibilidad de pérdidas de mensajes críticos de empresas o cuadrillas que se encuentran operando. Mientras que es posible monitorear varios canales de radio utilizando las radios como escáner, es muy difícil mantener con exactitud las comunicaciones bidireccionales en más de dos canales.
Las radios son las herramientas de comunicación móvil más comunes para operaciones de emergencia. Sin embargo, otros dispositivos de comunicación ofrecen ventajas y deben ser considerados durante situaciones de larga duración o de comunicación intensiva. Estos dispositivos alternativos incluyen teléfonos celulares, satelitales, y de línea, sistemas públicos de megafonía, computadoras, y faxes. Las comunicaciones cara a cara y los mensajeros también son útiles.
Dentro de la estructura del NIMS existe una unidad de comunicaciones que reporta al jefe de logística. En incidentes a gran escala, es vital establecer en la escena una unidad de comunicación responsable de establecer un plan de comunicaciones y de instalarlo, procurando, y manteniendo los equipos para la comunicación. Esta puede ser una asignación particularmente importante en incidentes a gran escala que involucren varias agencias.
www.bomberos.cl
Hasta la emergencia se movilizaron unidades provenientes de todos los rincones de la región metropolitana y aunque se contó con material y agua suficiente, el trabajo realizado no fue eficiente, ya que se careció de un mando visible la mayor parte del tiempo que coordinara los trabajos a seguir. Cuanto este por fin se estableció -tras varias horas de trabajo- no había mucho más trabajo que realizar.

El siguiente material publicado por la revista NFPA Journal Latinoamérica, en su edición de diciembre de 2006, relata una de las formas y la importancia de contar con un adecuado sistema de comunicaciones en el desarrollo de una emergencia (independiente de su naturaleza), que a la larga se convertirá en el único método que permitirá la organización de varios intervinientes –a través de un Sistema de Comando de Incidentes- para el éxito de las operaciónes.
COMUNICACIÓN Y MANDOS EFECTIVOS
Es imposible coordinar y controlar, sin una comunicación efectiva.
Escrito por Russ Sanders y Ben Klaene.
En el estudio de grandes y pequeños incidentes, la causa de fallas en las operaciones más frecuentemente mencionada, es la pobreza en las comunicaciones. Además de los problemas operativos internos, existen comunicaciones insuficientes a nivel intra departamental. Esto se vio particularmente claro durante el ataque terrorista al World Trade Center y durante el Huracán Katrina.
Para mejorar nuestra habilidad para comunicarnos en un incidente y sostener una unidad de comando dentro de la organización del NIMS (Sistema Nacional de Manejo de Incidentes, por sus siglas en inglés), debemos aprender tanto de nuestros éxitos como de nuestros fracasos. Es importante mantener la red de comunicaciones tan simple como sea posible. No es necesario designar decenas de canales de radio en cada incidente, aun si se tiene el equipamiento para hacerlo. Cuando es necesario utilizar varios medios de comunicación para coordinar y controlar un incidente, es esencial que el sistema de comunicaciones sea manejable.La Figura 1 da el ejemplo de una red de comunicación siguiendo la estructura del NIMS. Nótese que se utiliza la comunicación cara a cara para comunicarse con el sector de planeamiento y el oficial de enlace, quienes están instalados en el puesto de comando del incidente. Mientras resulte práctico, la comunicación cara a cara es el medio preferible para transmitir la información, pero no es un modo razonable de comunicarse con las unidades que trabajan a distancia del puesto de comando. En la Figura 1, el comandante del incidente (CI) ha retenido las operaciones y está utilizando el Canal 2 para comunicarse con todas las unidades de campo.
En este ejemplo, el CI sólo utiliza dos canales de radio: uno para comunicarse con despachos, y el otro para las comunicaciones de campo. Con tantas divisiones y empresas de incendios utilizando el Canal 2, el orden y la disciplina en las comunicaciones de radio es imperativa, y este único canal se encuentra sobrecargado. Si hubiera múltiples canales disponibles, la red de comunicaciones podría expandirse, utilizando cada división un canal separado para comunicarse con las unidades bajo su supervisión, y reservando el Canal 2 u otro canal a designar para comunicarse con el ramal interno. El CI podría comunicarse con el ramal interno por el Canal 2, y el ramal interno podría utilizar el Canal 2 u otro para comunicarse con la División 1, 2, 3, y 4. A cada división le podría ser asignado un canal diferente, tal como fue hecho para la policía y los ramales médicos.
Sin importar el número de canales de radio o de los tipos de equipamiento disponibles para las comunicaciones, la disciplina en la radio es importante para mantener la frecuencia disponible para las transmisiones vitales. Las ondas aéreas no deben congestionarse con mensajes no esenciales. Cada transmisión deberá ser pertinente y concisa—la escena de una emergencia no es el lugar para largas disertaciones.
Es esencial que el CI y todas las unidades que reportan al sector de operaciones limiten el número de canales de radio utilizados por cada una de las personas, para reducir la posibilidad de pérdidas de mensajes críticos de empresas o cuadrillas que se encuentran operando. Mientras que es posible monitorear varios canales de radio utilizando las radios como escáner, es muy difícil mantener con exactitud las comunicaciones bidireccionales en más de dos canales.
Las radios son las herramientas de comunicación móvil más comunes para operaciones de emergencia. Sin embargo, otros dispositivos de comunicación ofrecen ventajas y deben ser considerados durante situaciones de larga duración o de comunicación intensiva. Estos dispositivos alternativos incluyen teléfonos celulares, satelitales, y de línea, sistemas públicos de megafonía, computadoras, y faxes. Las comunicaciones cara a cara y los mensajeros también son útiles.
Dentro de la estructura del NIMS existe una unidad de comunicaciones que reporta al jefe de logística. En incidentes a gran escala, es vital establecer en la escena una unidad de comunicación responsable de establecer un plan de comunicaciones y de instalarlo, procurando, y manteniendo los equipos para la comunicación. Esta puede ser una asignación particularmente importante en incidentes a gran escala que involucren varias agencias.
Todas las comunicaciones de radio en un incidente deben hacerse en lenguaje claro y simple. Debe evitarse el uso de los códigos “10” porque pueden confundirse fácilmente. Más aún, el personal de las diferentes jurisdicciones o agencias pueden no estar familiarizados con alguno de los códigos.
La interoperabilidad es una inquietud particular en incidentes que reúnen varias agencias, o agencias de más de una única jurisdicción. Con un planeamiento y equipo apropiado, sin embargo, es posible comunicarse con cada agencia en la escena así como con aquellos que brindan su apoyo desde afuera del lugar. Cuando las comunicaciones de radio son limitadas, las comunicaciones con otras agencias pueden facilitarse mediante la intervención de representantes de las agencias interventoras y sus equipos de comunicación en el puesto de comando. Los representantes son entonces responsables del manejo y la comunicación con los socorristas de sus propias agencias. Se podría también asignar un oficial de enlace para comunicarse con otras agencias, asignar el sector de logística para comunicarse con agencias proveedoras de equipamiento e insumos, y dirigir las radio-transmisiones a técnicos responsables de re transmitir mensajes críticos al CI. Esta responsabilidad podría asignarse a la unidad de comunicaciones del sector logística.

www.bomberos.cl