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Bomberos de León y voluntarios de La Bañeza intentan controla un incendio que ha provocado el corte de la LE-420 La policía ha comenzado a desalojar la zona próxima al incendio que arrasa la fábrica de Embutidos Rodríguez en Soto de la Vega. Una gigantesca columna de humo, que se divisa a kilómetros de distancia, ha obligado a la intervención. Los conductores detenidos en la carretera LE-420, que permanece cortada al tráfico, han sido evacuados.
Los Bomberos de León y voluntarios de La Bañeza intentan controlar el incendio que se desató sobre las cinco en el matadero nuevo de la empresa y que ha provocado una impresionante columna de humo. Por ahora se desconocen las causas.
La intensa humareda afecta al tráfico en la LE-420, la carretera que une La Bañeza con Hospital de Órbigo, que ha quedado cortada al tráfico. Una patrulla de la policía local impide ya el paso de los coches en la rotonda de La Bañeza . Es tan grande la columna de humo que se ve a kilómetros de distancia.
El incendio se ha producido en la zona del matadero nuevo. El fuego es de grandes dimensiones y las llamaradas se ven a distancia. Decenas de personas quedaron detenidas en la carretera y los vecinos han salido a la calle. El viento arrastra el humo hacia el pueblo y aunque la fábrica está a la otro lado de la carretera y no hay viviendas cerca, no se descarta alguna medida si no se logra contener el incendio.
Embutidos Rodríguez, una empresa familiar con más de 90 años que se dedica a la elaboración de embutidos de calidad y de productos cárnicos de porcino, es la mayor cárnica de la provincia y una de las más grandes de la Comunidad. Con un gran volumen de facturación, exporta a todo el mundo y da empleo directo a casi un centenar de personas en la comarca.
Un incendio destruye toda la zona de producción de Embutidos Rodríguez El fuego afecta a varias partes de la fábrica, aunque aún se desconoce el alcance final con la valoración de los daños Los trabajadores esperan conocer cuanto antes cuándo podrá retomarse la actividad en las instalaciones de Soto. La consejera de Agricultura, Milagros Marcos, visita hoy el matadero para evaluar las consecuencias del siniestro
Tarde negra. Un espectacular incendio, declarado sobre las cinco de la tarde, destruyó ayer toda la zona de producción de Embutidos Rodríguez, en Soto de la Vega. Las llamas que, al parecer, se originaron en el digestor de la fábrica, zona donde se trituran los deshechos, se propagaron con rapidez por las instalaciones colindantes y más nuevas, calcinando el matadero, la sala de congelado y de despiece y destruyendo cámaras y maquinaria. Aunque aún no hay una valoración de los daños —se esperará al lunes para tratar de perfilar el alcance del siniestro— todo parece indicar que el fatal suceso también haya podido afectar a otras partes de la industria cárnica.
El incendio provocó una imponente columna de humo, visible desde varios kilómetros a la redonda. Hasta la zona se desplazaron muchos vecinos de las localidades cercanas y un buen número de trabajadores, que esperan conocer cuanto antes cuándo se podrá retomar la actividad.
El fuego alcanzó los depósitos de amoníaco, grasas y aceite, propiciando un humo negro, bastante tóxico, lo que obligó a desplazar varios metros a las personas que allí estaban. Además, la humareda, que saltaba por la carretera, obligó a cortar el tráfico en la LE-420, entre La Bañeza y Hospital de Órbigo, a consecuencia de la escasa visibilidad en el entorno del incendio.
Los Bomberos de León y bomberos voluntarios de La Bañeza lucharon y se afanaron durante horas por mantener controlado el fuego y evitar la destrucción total de la fábrica. Al incendio se desplazaron desde primera hora los alcaldes de La Bañeza, José Miguel Palazuelo, y Soto de la Vega, Lorenzo Callejo, quien lamentó las consecuencias que el siniestro pueda tener para la comarca, a la que tampoco parece que acompañarán esta campaña los rendimientos del campo.
El regidor de León, Antonio Silván, bajo cuya responsabilidad están los bomberos de León, también quiso personarse en el lugar para conocer de primera mano la situación de las instalaciones. Tampoco faltó el Jefe del Servicio Territorial de Agricultura de la Junta, Fidentino Reyero, y hoy se espera la visita de la consejera Milagros Marcos para valorar in situ el alcance del siniestro.
Para controlar el suceso, también se requirió de los camiones de la institución autonómica, de varias dotaciones de Guardia Civil, así como los miembros de Protección Civil para tratar de desalojar la zona más próxima a la fábrica.
Aunque el suceso se ha cobrado importantes consecuencias materiales, no hay que lamentar daños personales de gravedad. No obstante, los servicios médicos desplazados en la zona tuvieron que atender a un herido leve con cortes, que finalmente no tuvo que ser trasladado al Hospital de León.
En el momento que comenzó el fuego —que ha avivado en la zona la polémica por la falta de parques de bomberos comarcales— el matadero permanecía cerrado, aunque en las instalaciones se estaba trabajando en unas obras de acondicionamiento. De hecho, las personas que allí se encontraban fueron quienes dieron la primera voz de alarma.
A consecuencia del suceso, decenas de personas quedaron detenidas en la carretera y los vecinos salieron a la calle alarmados. El intenso viento arrastró el humo hacia Soto de la Vega y aunque la fábrica está al otro lado de la carretera y no hay viviendas cerca, el alcance del suceso era muy visible desde cualquier punto del municipio y de La Bañeza.
Pasadas las once de la noche de ayer, el incendio estaba ya bastante controlado, aunque los planes eran mantener la vigilancia toda la noche. De hecho, estaba previsto hacer cortafuegos para que las llamas no llegaran al secadero y a otras zonas. Además, se desplazó otro equipo de Bomberos de León para las labores de refresco durante la madrugada.
Tristeza e incertidumbre
Al poco de conocerse la noticia y empezar a notar en el ambiente las consecuencias, hasta la fábrica se desplazaron rápidamente muchos trabajadores del matadero para ver en el lugar el alcance del siniestro. Los comentarios, las preguntas y los esquemas que trataban de hacerse para entender la situación se confundían con las órdenes para alejarse de la zona y con la mirada atónita ante lo que ocurría, que dejaba entrever una mezcla de sentimientos.
La incertidumbre convive ahora con la impotencia y la rabia, al ver cómo las llamas devoraban también algunos de sus proyectos, sueños o posibilidades. Las muestras de tristeza fueron una constante en la zona, donde los trabajadores esperaban alguna noticia de primera mano que les resultara algo más esperanzadora que la imagen que tenían delante de sus ojos. Algunos no pudieron aguantar las lágrimas ante el futuro incierto y meses o años dedicados a este trabajo.
En este sentido, el alcalde de Soto de la Vega, Lorenzo Callejo, incidió en que este incendio supone «un drama» para la zona, ya que Embutidos Rodríguez es una empresa importante que da trabajo a centenares de personas y también a otras empresas. «Es doloroso, porque muchas personas quedan en una situación delicada», explicó Callejo, a la espera de conocer también el balance final que ayude a tomar las decisiones y a marcarse los plazos de actuación.
El fuego ha vuelto a golpear duro a la zona, destruyendo parte de una fábrica señera en la comarca, que generaba cientos de empleos directos e indirectos. Ahora, toca esperar al lunes para hacer un primer balance según los planes de la empresa. Mientras, hoy el matadero no abrirá sus puertas.
Así fue el incendio que arrasó la fábrica Arde el corazón de Embutidos Rodríguez, la cárnica más importante de la provincia
Ayer fue una tarde negra. Un espectacular incendio, declarado sobre las cinco de la tarde, destruyó ayer toda la zona de producción de Embutidos Rodríguez, en Soto de la Vega. Las llamas que, al parecer, se originaron en el digestor de la fábrica, zona donde se trituran los deshechos, se propagaron con rapidez por las instalaciones colindantes y más nuevas, calcinando el matadero, la sala de congelado y de despiece y destruyendo cámaras y maquinaria. Aunque aún no hay una valoración de los daños —se esperará al lunes para tratar de perfilar el alcance del siniestro— todo parece indicar que el fatal suceso también haya podido afectar a otras partes de la industria cárnica.
El incendio provocó una imponente columna de humo, visible desde varios kilómetros a la redonda. Hasta la zona se desplazaron muchos vecinos de las localidades cercanas y un buen número de trabajadores, que esperan conocer cuanto antes cuándo se podrá retomar la actividad.
El fuego alcanzó los depósitos de amoníaco, grasas y aceite, propiciando un humo negro, bastante tóxico, lo que obligó a desplazar varios metros a las personas que allí estaban. Además, la humareda, que saltaba por la carretera, obligó a cortar el tráfico en la LE-420, entre La Bañeza y Hospital de Órbigo, a consecuencia de la escasa visibilidad en el entorno del incendio.
Los Bomberos de León y bomberos voluntarios de La Bañeza lucharon y se afanaron durante horas por mantener controlado el fuego y evitar la destrucción total de la fábrica. Al incendio se desplazaron desde primera hora los alcaldes de La Bañeza, José Miguel Palazuelo, y Soto de la Vega, Lorenzo Callejo, quien lamentó las consecuencias que el siniestro pueda tener para la comarca, a la que tampoco parece que acompañarán esta campaña los rendimientos del campo.
El regidor de León, Antonio Silván, bajo cuya responsabilidad están los bomberos de León, también quiso personarse en el lugar para conocer de primera mano la situación de las instalaciones. Tampoco faltó el Jefe del Servicio Territorial de Agricultura de la Junta, Fidentino Reyero. Hoy por la mañana llegó la consejera Milagros Marcos para valorar in situ el alcance del siniestro. Marcos comprometió ayudas igual que la Junta hizo con Campofrío.
Para controlar el suceso, también se requirió de los camiones de la institución autonómica, de varias dotaciones de Guardia Civil, así como los miembros de Protección Civil para tratar de desalojar la zona más próxima a la fábrica.
Aunque el suceso se ha cobrado importantes consecuencias materiales, no hay que lamentar daños personales de gravedad. No obstante, los servicios médicos desplazados en la zona tuvieron que atender a un herido leve con cortes, que finalmente no tuvo que ser trasladado al Hospital de León.
En el momento que comenzó el fuego —que ha avivado en la zona la polémica por la falta de parques de bomberos comarcales— el matadero permanecía cerrado, aunque en las instalaciones se estaba trabajando en unas obras de acondicionamiento. De hecho, las personas que allí se encontraban fueron quienes dieron la primera voz de alarma.
A consecuencia del suceso, decenas de personas quedaron detenidas en la carretera y los vecinos salieron a la calle alarmados. El intenso viento arrastró el humo hacia Soto de la Vega y aunque la fábrica está al otro lado de la carretera y no hay viviendas cerca, el alcance del suceso era muy visible desde cualquier punto del municipio y de La Bañeza.
Pasadas las once de la noche de ayer, el incendio estaba ya bastante controlado, aunque los planes eran mantener la vigilancia toda la noche. De hecho, estaba previsto hacer cortafuegos para que las llamas no llegaran al secadero y a otras zonas. Además, se desplazó otro equipo de Bomberos de León para las labores de refresco durante la madrugada.
Tristeza e incertidumbre
Al poco de conocerse la noticia y empezar a notar en el ambiente las consecuencias, hasta la fábrica se desplazaron rápidamente muchos trabajadores del matadero para ver en el lugar el alcance del siniestro. Los comentarios, las preguntas y los esquemas que trataban de hacerse para entender la situación se confundían con las órdenes para alejarse de la zona y con la mirada atónita ante lo que ocurría, que dejaba entrever una mezcla de sentimientos.
La incertidumbre convive ahora con la impotencia y la rabia, al ver cómo las llamas devoraban también algunos de sus proyectos, sueños o posibilidades. Las muestras de tristeza fueron una constante en la zona, donde los trabajadores esperaban alguna noticia de primera mano que les resultara algo más esperanzadora que la imagen que tenían delante de sus ojos. Algunos no pudieron aguantar las lágrimas ante el futuro incierto y meses o años dedicados a este trabajo.
En este sentido, el alcalde de Soto de la Vega, Lorenzo Callejo, incidió en que este incendio supone «un drama» para la zona, ya que Embutidos Rodríguez es una empresa importante que da trabajo a centenares de personas y también a otras empresas. «Es doloroso, porque muchas personas quedan en una situación delicada», explicó Callejo, a la espera de conocer también el balance final que ayude a tomar las decisiones y a marcarse los plazos de actuación.
El fuego ha vuelto a golpear duro a la zona, destruyendo parte de una fábrica señera en la comarca, que generaba cientos de empleos directos e indirectos. Ahora, toca esperar al lunes para hacer un primer balance según los planes de la empresa. Mientras, hoy el matadero no abrirá sus puertas.