Un incendio de grandes proporciones consumió casi por completo ayer de tarde un depósito de cuatro pisos y parte del show room y oficinas administrativas de la firma “Moto Giro”, dedicada a la venta de repuestos y accesorios para motocicletas, en la avenida Eusebio Ayala de la capital. El siniestro se originó con un cortocircuito, que a su vez provocó una fuerte explosión. Más de 20 carros y 70 bomberos tuvieron que ser movilizados. No hubo víctimas.
El voraz incendio afectó el edificio de la firma “Moto Giro”, situado en la avenida Eusebio Ayala casi R.I. 1 “2 de Mayo”.
Helmut Hiebert, dueño del local, relató que cerca de las 14:45 detectaron un cortocircuito en el último piso y que después ya se escuchó una fuerte explosión que desató las llamas.
Rápidamente, ocho empleados intentaron evitar que el fuego alcanzara los pisos inferiores, al combatir las llamas con extintores industriales.
Sin embargo, en el sector donde empezó el siniestro estaban depositados más de 1.000 litros de aceite para motor, los que avivaron aún más las llamas, por lo que los trabajadores fueron evacuados.
La mayor parte de los cuatro pisos que se destruyeron estaban repletos de materiales inflamables, como repuestos, lubricantes y accesorios de protección para motociclistas.
En cuestión de minutos, las llamas envolvieron casi todo el edificio y amenazaron con devorar también la sala de ventas y las oficinas administrativas. Los negocios adyacentes también corrieron peligro.
Intervención
Bomberos de casi todas las estaciones de Asunción y también del área metropolitana, junto con los carros de la Policía Nacional llegaron al área en pocos minutos, pero la intervención resultó por momentos casi imposible debido al humo negro y tóxico que salía del sitio.
Las comisarías aledañas bloquearon la avenida Eusebio Ayala, desde la avenida De la Victoria hasta la calle Cedro, para evitar que los automovilistas entorpecieran el combate al siniestro.
Los bomberos voluntarios se quejaron de que en una zona tan comercial como la avenida Eusebio Ayala no hubiera siquiera una boca hidrante.
El propietario del negocio no supo precisar ayer a cuánto ascendería la pérdida, pero se limitó a mencionar que es millonaria. Dijo que el edificio no está asegurado.
Helmut Hiebert mencionó que trabaja en la zona desde hace siete años y que hace dos años refaccionó casi por completo el edificio, cuyas dimensiones son de 12 metros de ancho y 50 metros de largo.
Añadió también que tiene los permisos y habilitaciones municipales y que su local estaba equipado con todas las normas de seguridad vigentes, según refirió el empresario.
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