:format(jpeg)/www.elespectador.com/resizer/PSwRvHE3z5J13wDnCcaCfXImpkw=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/PSEZOQCK3BFWVF4SFRVF65L7LU.jpg)
Las llamas alcanzaron todo su interior y también dañaron varias construcciones circundantes en el distrito de Giza.
En la noche del 15 de marzo, un fuego infernal alarmó El Cairo, Egipto. El estudio Al-Ahram, uno de los más antiguos y prestigiosos del mundo árabe, sufrió el calor de las brasas hasta quedar destruido.
Las llamas alcanzaron todo su interior y también dañaron varias construcciones circundantes en el distrito de Giza.
Según las autoridades, las causas del incendio aún están en investigación y hasta el momento registraron casos leves de asfixia, sin ninguna víctima mortal.
Varios medios locales informaron que el suceso ocurrió 24 horas después del rodaje de una novela emitida a propósito del mes sagrado del Ramadán.
Durante este período, la televisión experimenta un aumento en su audiencia tanto en el país norteafricano como en el mundo árabe en general.
La estructura, construida en 1944 y con una superficie de 27 mil metros cuadrados, incluye tres sets de rodaje, una sala de proyección y otra de edición.
En la década de 1950, Egipto era el tercer productor de audiovisuales más importante del mundo, con actores como Omar Sharif, Hind Rostom, Suad Husni o Shukri Sarhan.
Pero en 2022 la producción disminuyó significativamente a solo 21 películas, debido a la grave crisis económica que atraviesa la nación.
