La proximidad de la nueva fábrica, la presencia de barcos amarrados, la densa humareda y la posibilidad de que quedasen restos de amoníaco dispararon todas las alarmas en el Puerto de Avilés.
Un espectacular incendio declarado en torno a las ocho y media de la tarde de ayer devoró la antigua fábrica de hielo de la vieja rula y disparó todas las alarmas en el complejo pesquero y su entorno. La proximidad de otra fábrica de hielo, la posibilidad, posteriormente descartada, de que quedasen restos de amoníaco en su interior, la presencia en el entorno de numerosos vehículos comerciales y de barcos pesqueros amarrados a escasos cinco metros del inmueble -dos de ellos tuvieron que soltar rápidamente amarras- y la densa y negra humareda provocaron momentos de tensión que no se disiparon hasta que el amplio despliegue de bomberos consiguió dominar la situación. No hubo que lamentar heridos ni más daños materiales que los del propio edificio. Fuera de servicio desde el pasado mes de abril, la maquinaria había sido desmantelada e iba a ser derribado. A la hora de cerrar esta edición, pasadas las once de la noche, el fuego aún no había sido sofocado, aunque sí controlado.
La intervención del remolcador 'Pau Casals' resultó decisiva. Dotado con dos cañones que se alimentan directamente del mar, maniobró hasta situarse a unos metros del edificio, situado a pie de muelle, y comenzó a arrojar agua. Daba la impresión de que su intervención podía resolver la situación en cuestión de minutos, pero no fue así. El fuego se reavivaba una y otra vez, las llamas volvían a brotar por puertas, ventanas y cubierta y la humareda, que ya desde el primer momento obligó a la policía a cortar la avenida del Conde de Guadalhorce y calles adyacentes, volvía a a hacerse más fuerte. El humo llegó hasta Salinas.
El 'Pau Casals' estuvo durante cerca de dos horas arrojando poderosos chorros de agua sobre el destartalado edificio al mismo tiempo que los bomberos, al menos las dotaciones de cinco vehículos, atacaban el fuego desde distintos puntos. También acudieron numerosos efectivos de las policías Local y Nacional así como una ambulancia, cuya intervención no fue necesaria.
La situación no quedó controlada hasta cerca de las once de la noche, si bien aún salía abundante humo del interior del edificio y la carretera continuaba cerrada al tráfico. Las causas del incendio se desconocen. En un principio se especula que pudiese ser de origen eléctrico, extremo que no se podrá confirmar hasta que concluya la correspondiente investigación.
Aunque el edificio había sido desmantelado aún había en su interior aparejos, cajas, plásticos y otros enseres que alimentaron las llamas. Además, al tratarse de una fabrica de hielo contaba con un revestimiento que probablemente también sirvió de combustible.
Si en ocasiones parecía que los bomberos comenzaban a controlar la situación acto seguido las llamas resurgían y la columna de humo volvía a hacerse más negra y más densa. La policía amplió el cordón de seguridad al mismo tiempo que llegaban nuevas dotaciones de bomberos. Uno de ellos, lógicamente equipado con un sistema de respiración autónomo, accedió al interior del edificio, momento en el que las llamas volvieron a cobrar fuerza.
Unos cuarenta minutos después de que se declarase el fuego apareció la figura salvadora del Pau Casals, que estaba amarrado a unos setecientos metros de distancia. Su intervención resultó sin lugar a dudas decisiva. Poco después se personaron en el lugar el presidente de la Autoridad Portuaria, Santiago Rodríguez Vega, y la alcaldesa, Mariví Monteserín.
La antigua fábrica de hielo se inauguró en 1980 y fue pieza clave del profundo proceso de modernización que acorde con las necesidades experimentó a principios de la década de los ochenta el sector pesquero en Avilés.
Galería de fotos
Fuente: http://www.elcomercio.es/aviles/201608/12/espectacular-incendio-devora-antigua-20160812002708-v.html
Un espectacular incendio declarado en torno a las ocho y media de la tarde de ayer devoró la antigua fábrica de hielo de la vieja rula y disparó todas las alarmas en el complejo pesquero y su entorno. La proximidad de otra fábrica de hielo, la posibilidad, posteriormente descartada, de que quedasen restos de amoníaco en su interior, la presencia en el entorno de numerosos vehículos comerciales y de barcos pesqueros amarrados a escasos cinco metros del inmueble -dos de ellos tuvieron que soltar rápidamente amarras- y la densa y negra humareda provocaron momentos de tensión que no se disiparon hasta que el amplio despliegue de bomberos consiguió dominar la situación. No hubo que lamentar heridos ni más daños materiales que los del propio edificio. Fuera de servicio desde el pasado mes de abril, la maquinaria había sido desmantelada e iba a ser derribado. A la hora de cerrar esta edición, pasadas las once de la noche, el fuego aún no había sido sofocado, aunque sí controlado.
La intervención del remolcador 'Pau Casals' resultó decisiva. Dotado con dos cañones que se alimentan directamente del mar, maniobró hasta situarse a unos metros del edificio, situado a pie de muelle, y comenzó a arrojar agua. Daba la impresión de que su intervención podía resolver la situación en cuestión de minutos, pero no fue así. El fuego se reavivaba una y otra vez, las llamas volvían a brotar por puertas, ventanas y cubierta y la humareda, que ya desde el primer momento obligó a la policía a cortar la avenida del Conde de Guadalhorce y calles adyacentes, volvía a a hacerse más fuerte. El humo llegó hasta Salinas.
El 'Pau Casals' estuvo durante cerca de dos horas arrojando poderosos chorros de agua sobre el destartalado edificio al mismo tiempo que los bomberos, al menos las dotaciones de cinco vehículos, atacaban el fuego desde distintos puntos. También acudieron numerosos efectivos de las policías Local y Nacional así como una ambulancia, cuya intervención no fue necesaria.
La situación no quedó controlada hasta cerca de las once de la noche, si bien aún salía abundante humo del interior del edificio y la carretera continuaba cerrada al tráfico. Las causas del incendio se desconocen. En un principio se especula que pudiese ser de origen eléctrico, extremo que no se podrá confirmar hasta que concluya la correspondiente investigación.
Aunque el edificio había sido desmantelado aún había en su interior aparejos, cajas, plásticos y otros enseres que alimentaron las llamas. Además, al tratarse de una fabrica de hielo contaba con un revestimiento que probablemente también sirvió de combustible.
Si en ocasiones parecía que los bomberos comenzaban a controlar la situación acto seguido las llamas resurgían y la columna de humo volvía a hacerse más negra y más densa. La policía amplió el cordón de seguridad al mismo tiempo que llegaban nuevas dotaciones de bomberos. Uno de ellos, lógicamente equipado con un sistema de respiración autónomo, accedió al interior del edificio, momento en el que las llamas volvieron a cobrar fuerza.
Unos cuarenta minutos después de que se declarase el fuego apareció la figura salvadora del Pau Casals, que estaba amarrado a unos setecientos metros de distancia. Su intervención resultó sin lugar a dudas decisiva. Poco después se personaron en el lugar el presidente de la Autoridad Portuaria, Santiago Rodríguez Vega, y la alcaldesa, Mariví Monteserín.
La antigua fábrica de hielo se inauguró en 1980 y fue pieza clave del profundo proceso de modernización que acorde con las necesidades experimentó a principios de la década de los ochenta el sector pesquero en Avilés.
Galería de fotos
Fuente: http://www.elcomercio.es/aviles/201608/12/espectacular-incendio-devora-antigua-20160812002708-v.html