El incendio que motivó la creación de los bomberos de Osorno

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1 Dic 2010
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Chile
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Ocurrió un 13 de enero de 1864 cuando la ciudad florecía social y económicamente. El siniestro quemó los edificios públicos principales y la cárcel.
El 13 de enero de 1864 fue uno de los días más tristes para la ciudad de Osorno, fue el día del Gran Incendio, y que destruyó los edificios de la Gobernación, la municipalidad, la cárcel, el juzgado y varias viviendas particulares.

Osorno a mediados del siglo XIX estaba a la merced de los incendios, pues no existía un cuerpo de bomberos organizado para frenar las catástrofes. En 1864 la ciudad estaba recién viviendo el auge económico y ganadero con la llegada de familias alemanas y de algunas que se asentaban transitoriamente en sus fronteras antes de iniciar la colonización de la cuenca del lago Llanquihue.

Atrás habían quedado los días inciertos de la Guerra de la Independencia y de la Guerra a Muerte o de la resistencia de montoneros realistas por lo que la sociedad osornina estaba en franca construcción. Antes de la llegada de los alemanes muchas familias de origen chilote llegaron a aportar a la ciudad del río Rahue -al igual que en Valdivia- y fueron la base de la comunidad osornina. Por eso no se puede desconocer el aporte de los habitantes de la isla de Chiloé en la construcción o reconstrucción de asentamientos sureños en Chile.

APORTE GERMANO

La verdad es que la ciudad no resultaba muy atractiva en la primera mitad del siglo XIX, de hecho en un informe del intendente Cavareda de 1834 describe a Osorno como “un villorrio de 102 casas horrible y paupérrimo”, de acuerdo a lo que cita el libro de Gabriel Peralta “Historia económica y urbana de Osorno”. Pero con la llegada de los colonos alemanes la situación cambió de la tierra al cielo. Osorno empezó a producir insumos y abastecimientos provenientes de la ganadería y las curtiembres, además de otros productos derivados y que eran requeridos por ciudades vecinas, en especial por Valdivia.

En 1851 ya había siete familias alemanas viviendo en Osorno y el número aumentó. Las casas osorninas, así como las de la mayoría del sur del país, eran de madera, material que permitía la rápida propagación de incendios.

TRAGEDIA Y OPORTUNIDAD

Se cree que ese 13 de enero de 1864 la catástrofe se inició en el edificio de la Gobernación. El viento hizo que pronto se propagara hacia la municipalidad, el juzgado y la cárcel que quedaban alrededor de la plaza de la ciudad. El siniestro ocasionó la irreparable pérdida de libros y documentos de un valor inapreciable sobre la historia de la ciudad y de su refundación en 1796.

Los vecinos contaban con precarios materiales para detener un siniestro de tal magnitud., sólo poseían algunos baldes y una bomba de agua del comerciante Justo Geisse.

Pero el desastre también hizo posible que se organizara la creación del Cuerpo de Bomberos de Osorno, inexistente en esos años, igualmente se avanzó aún más en la urbanización de la ciudad, por lo que sus habitantes transformaron la pérdida en una oportunidad para crecer.

En diciembre de 1864 llegó el gobernador Adolfo de la Cruz para reorganizar los servicios públicos y, tras escuchar a los vecinos, impulsó a la Junta Provisional que, entre otras cosas, se sensibilizó en la idea de crear un cuerpo de bomberos. Esta junta empezó a operar en febrero de 1865 y la integraban vecinos que en el futuro serían líderes de Osorno, tal como Saturnino Barril, Francisco Geisse, Gedeón Schwarzenberg, Francisco Herguth, el padre Antonio Barrientos, Ernesto Ewertz, Justo Geisse, Federico Lorca, Guillermo Schiele y Ramón Galo García.

Tras varias reuniones el gobernador De la Cruz firmó un contrato de compra de una bomba contra incendios pagada a plazo. El 5 de agosto de 1865, tras un año y medio del incendio, se reúne una comisión para redactar los estatutos de los bomberos osorninos y se pidió a la municipalidad el aporte de 25 pesos de la época para levantar el cuartel general en el patio de lo que había sido la cárcel pública. Finalmente el 27 de agosto de 1865 se realiza una reunión en una escuela, la que fue dirigida por Juan Francisco Muñoz, para fundar el Cuerpo de Bomberos de Osorno.

El Director Comandante -con carácter honorífico- fue el Gobernador Alfonso de la Cruz, su capitán fue Francisco Geisse Reinolds, el secretario ayudante Saturnino Barril, el tesorero Gedeón Schwarzenberg Schroeder, el teniente sección chilena Ramón Galo García Pérez y el teniente sección alemana fue Jorge Aubel. Eran 26 chilenos y 37 alemanes los que dieron origen a la Primera y Segunda Compañía del Cuerpo de Bomberos de Osorno.

MÁS INCENDIOS

Los bomberos osorninos tuvieron que afrontar varias batallas contra el fuego. Después del incendio del 13 de enero de 1864 hubo otros desastres en la ciudad, tal como el ocurrido en 1898 cuando se incendió el Banco de Chile, ubicado en calle Ramírez. En abril de 1901 se produjo el incendio del hospital que en aquellos años estaba en calle Los Carreras con Angulo. En 1908 otra vez se incendió el hospital en el lugar donde fue reconstruido y dejó seis muertos y muchos heridos.

El 15 de septiembre 1903 hubo un voraz incendio en las calles Ramírez con Portales que destruyó 13 casas, bodegas y el Hotel Amthauer. En 1904 se quemó el Hotel Ellwanger, ubicado en Bilbao con Bulnes, que en aquellos años era un importante lugar de reunión social y cultural de Osorno

El 28 de agosto de 1914 se quemó el Colegio Inmaculada Concepción, actual Colegio Santa Marta, ocasión en la que Osorno tuvo a su primer mártir bomberil, el voluntario de la Cuarta Compañía Juan Lagos Aros. El 24 de febrero de 1923, un incendio en calle O’Higgins, a media cuadra de la Plaza de Armas, afectó a toda la cuadra y manzana, con 26 propietarios y 31 construcciones particulares, entre ellas el Liceo de Niñas y la Tesorería.

El 17 de febrero de 1926 un incendio afectó la iglesia San Mateo (hoy catedral), la casa parroquial y el Liceo Alemán. El 10 de julio de 1932 el Portal Piwonka, primera galería comercial, se destruyó de manera total por el fuego.

El 24 de diciembre de 1943, pasadas las 3 de la madrugada, se incendió el convento y seminario menor San Francisco, muriendo 15 novicias. Finalmente se recuerda el incendio del 2 de febrero de 1952, una tragedia que afectó a varias viviendas de Rahue, además de la Barraca Günther.