Golpeándolo con las patas despertó a ocupante y alertó sobre el peligro que se avecinaba.
Se despertó al sentir que lo movían y vio a su perro regalón que con sus patas delanteras le daba manotazos, de inmediato sintió un fuerte olor a humo, logrando escapar minutos antes del pavoroso incendio, que destruyó su vivienda en un 80 por ciento.
Este jueves, a las 12,20 horas la alarma del Cuerpo de Bomberos alertó sobre un incendio en calle Balmaceda Nº0770 (esquina Avenida Santiago Bueras) en la ciudad de Puerto Natales. Hasta el lugar concurrieron tres carrobombas con cerca de 40 voluntarios. Pese a su rápido actuar, nada pudieron hacer frente a las llamas que cubrieron rápidamente la antigua vivienda de material ligero, que resultó con daños en un 80 por ciento de su estructura.
El comandante del Cuerpo de Bomberos de Puerto Natales, Sergio Ramírez (en la vivienda afectada vive su hermana, su cuñado y su sobrino) informó que el origen del incendio fue una falla eléctrica que se produjo en el sector de la cocina. El fuego se inició en la pared propagándose hacia el entretecho y desde allí a toda la vivienda. Ayudó a la propagación de las llamas el hecho que se trataba de una casa antigua que contaba con un sistema de aislación en base a aserrín.
Su perro lo salvó
Eduardo Huete, de 28 años, junto a sus padres, son amantes de los animales y por eso tienen cuatro mascotas, entre ellas un cachorro, que obedece al nombre de “Chocolo”.
Eduardo trabaja en el Hotel Costa Australis y estudia en el Centro Universitario de la Umag en Puerto Natales. Ayer aprovechaba de descansar luego de una ardua jornada, por ello se encontraba en su dormitorio con su puerta entreabierta. No supo en qué momento se quedó dormido y sólo despertó cuando sintió los manotazos que le daba su perro regalón. De inmediato sintió un fuerte olor a humo. En primera instancia pensó que se trataba de un incendio cercano de su casa, razón por la que abrió la ventana de su pieza. En esos momentos escuchó unas explosiones a su espalda y se dio cuenta que la afectada era su propiedad. Se acercó hasta la puerta, donde pudo darse cuenta que el living se encontraba cubierto con un denso humo. Sólo atinó a saltar junto a su perro por la ventana de su pieza para ponerse a salvo de las llamas que cubrieron todo el inmueble.
“El es el verdadero héroe”, relató mientras miraba a su perro que jugaba en el patio sin percatarse de la valerosa acción.
Es un animal de raza grande, pelo oscuro, con pechera blanca, que por su comportamiento muestra que se trata de un cachorro. En agosto cumplirá dos años y vive con ellos porque Eduardo decidió adoptarlo debido a que “lo iban a llevar al campo a trabajar y era en invierno, por lo que sentí pena porque iba a pasar mucho frío, así que lo dejé para mí. Es inquieto porque todavía es un cachorrito”, aseveró.
Su tío, Sergio Ramírez, destacó que “si el perro no lo hubiese despertado estaríamos frente a una desgracia”.
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