La vida no ha sido fácil para Alejandro “Flaco” Acuña, quien llegó hasta el Liceo Politécnico Andrés Bello de esa comuna, esperando que le dieran el sí.
Alejandro Acuña Pérez es técnico eléctrico, trabaja en la Dirección de Administración de la Educación Municipal de Loncoche y es voluntario de la Unidad de Rescate de la Primera Compañía de Bomberos.
Su vida no ha sido fácil. Enviudó hace unos años quedando con cuatro hijos menores: Andrea, María José, Francisca, y Diego. Según sus cercanos, es un hombre responsable, de mucho esfuerzo; salió adelante, sus hijos crecieron y este año decidió enfrentar un nuevo desafío: Casarse nuevamente.
Este lunes a las 21,30 horas, las unidades R1 y RX1 de la Primera Compañía con numerosos voluntarios a bordo salieron en misión especial con rumbo al Liceo Politécnico Andrés Bello de esa comuna. Entre ellos iba Alejandro “Flaco” Acuña; todos correctamente uniformados.
En ese establecimiento se encontraba en clase en un taller, Evelyn Aravena Fernández, a quien el voluntario Acuña pidió matrimonio en compañía de sus camaradas bomberos. La complicidad de la directora del liceo, las hijas del enamorado y asistentes de la educación facilitaron las cosas. Obviamente la respuesta fue positiva.
Alejandro Acuña tiene 43 años, ha sido director de la Cuarta Compañía de Huiscapi, teniente primero de la Primera Compañía, e inspector de telecomunicaciones del Cuerpo Bomberos. En 2014 sufrió un grave accidente mientras trabajaba con sus compañeros rescatistas en un accidente en la Ruta 5 Sur, debiendo estar hospitalizado largo tiempo, intervenido quirúrgicamente y sin trabajar durante meses.
El año pasado fue postulado, junto a otro voluntario de su compañía, al premio que ofreció el empresario Farkas a un bombero destacado de Chile.
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