Sublime Gracia,
cuan dulce el sonido
¡Que salvó
a un miserable como yo!
Estuve perdido,
pero ahora me encontré,
Estaba ciego,
pero ahora puedo ver.
Fue la gracia
que le enseñó
a mi corazón a temer,
y la gracia
mis miedos alivió;
Que precioso
fue esa gracia al aparecer,
¡El momento en que creí
por primera vez!
A través
de muchos peligros,
esfuerzos y enredos,
que ya superé;
Esta gracia
me ha traído seguridad,
Y esta gracia
me dirigirá a casa.
Cuando hemos estado
aquí diez mil años
Resplandecientes
como el sol
No nos sobran los días
para cantar alabanzas a Dios
Como cuando
recién habíamos empezado
Gracia asombrosa,
cuan dulce el sonido
¡Que salvó
a un desgraciado como yo!
Estuve perdido,
pero ahora me encontré,
Estaba ciego,
pero ahora puedo ver.
"Amazing Grace" es un himno cristiano escrito por el clérigo y poeta inglés John Newton (1725-1807) y publicado en 1779. La composición, una de las canciones más conocidas en los países de habla inglesa, transmite el mensaje cristiano de que el perdón y la redención es posible a pesar de los pecados cometidos por el ser humano y de que el alma puede salvarse de la desesperación mediante la Gracia de Dios.
Newton escribió la letra a partir de su experiencia personal. Educado sin ninguna convicción religiosa, a lo largo de su juventud vivió varias coincidencias y giros inesperados, muchos de ellos provocados por su recalcitrante insubordinación. Fue forzado a unirse a la Royal Navy y, como marinero, participó en el mercado de esclavos. Durante una noche, una tormenta golpeó tan fuertemente su embarcación que, aterrorizado, imploró la ayuda de Dios, un momento que marca el comienzo de su conversión espiritual. Su carrera como tratante de esclavos duró algunos años más, hasta que abandonó la marina para estudiar teología.
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