“Conducíamos como si estuviéramos locos” Primera parte

Firestorm

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16 Abr 2011
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Por NFPA JLA

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Desde los comandos en sitios de incendio, los EPP y también en las temerarias prácticas de conducción, el combate de incendios en décadas pasadas era una orgullosa y a su vez sucia fraternidad con pocas reglas y pocos procedimientos establecidos – y una cantidad alarmante de muertes y bomberos lesionados.

No obstante, con la adopción de NFPA 1500, Programa de Seguridad y Salud Ocupacional en 1987, todo eso comenzó a cambiar. Treinta años más tarde, NFPA Journal entrevistó a algunos de los principales artífices de la norma, para que dar testimonio de su historia hasta el presente momento :su creación, controversias e impacto duradero.

En mayo de 1987, los miembros de NFPA votaron formalmente para aceptar NFPA 1500, Programa de Seguridad y Salud Ocupacional, la primera norma nacional dirigida a integrar el cuidado de la salud, la seguridad y el bienestar de los miembros del servicio de bomberos. Nunca antes en sus 200 años de historia, los bomberos de la nación habían contado con un conjunto tan completo sobre los mínimos requisitos de cómo proteger su seguridad – un hecho sorprendente, considerando el peligro de la profesión y la cantidad de bomberos que murieron o sufrieron lesiones en su lugar de trabajo.

El nuevo documento abordó los requisitos necesarios para una amplia gama de temas sobre seguridad, desde equipos y capacitación hasta el uso de vehículos contra incendios, calificaciones profesionales, exámenes médicos, y desarrollo de registros sanitarios, comités de seguridad, y mejores prácticas. Por primera vez, se exigiría que los camiones de bomberos contaran con cinturones de seguridad, y que los bomberos viajaran dentro del camión. Se les proporcionarían reglas y capacitación a los conductores de autobombas. Los bomberos serían sometidos a exámenes médicos. Se evaluarían los equipos para asegurar que cumplieran con un mínimo nivel de seguridad. Se les exigiría a los bomberos que utilizaran aparatos de respiración autónoma, y a los cuerpos de bomberos que mantuvieran registros sanitarios y que investigaran y registraran los incidentes y accidentes.

Las sugerencias parecen obvias en la actualidad, pero hace 30 años muchos las consideraban radicales. El comité técnico del documento se saturó de comentarios públicos, nunca antes un documento NFPA había recibido tantos comentarios hasta ese momento. Algunos predijeron un fracaso y proclamaron que su aprobación acabaría con el servicio de bomberos estadounidense. Otros aclamaron el documento y su intención – largamente postergada de abordar el preocupante récord de baja seguridad de los bomberos. Sí reconocieron todos que fue, por decir lo menos, una audaz alteración en el statu quo. El impacto del documento fue asombroso. En las tres décadas desde que se creó NFPA 1500, el promedio anual de muertes de bomberos en servicio se redujo en casi un 40 por ciento mientras que la cantidad total de llamados de emergencia aumentó a más del triple. Las lesiones de los bomberos se redujeron en aproximadamente un 30 por ciento. Mientras tanto, se desarrollaron los equipos, vehículos, procedimientos, comando de incidentes, operaciones en el sitio del incendio, entre otros, siempre teniendo en mente la seguridad de los bomberos. Es todo parte de lo que el Dr. Denis Onieal, vice administrador de la Administración Estadounidense de Incendios, denominó “la evolución de los bomberos: un llamado, una ocupación, una profesión”.

El legado real de NFPA 1500 ha sido “causar un cambio cultural en los bomberos – y logró que por primera vez los bomberos se centraran en la salud y la seguridad, y durante un par de años tuvo su efecto”, dijo J. Gordon Routley, jefe de la división para el Cuerpo de bomberos de Montreal y bombero durante muchos años en Phoenix y miembro del comité técnico original de NFPA 1500. “Pasamos de tener un actitud de “Este es un negocio peligroso y tenemos que aceptar los riesgos”, a decir “Este es un negocio peligroso pero tenemos que hacerlo de la manera más segura y humanamente posible”. Creo que la cultura de la seguridad está conscientizada; aún está evolucionando, pero está instalada con firmeza. Ya no se puede volver atrás”.

NFPA Journal habló en profundidad con Routley y muchos de los otros responsables de crear la primera versión de NFPA 1500, así como con los primeros en adoptarla y con bomberos de toda la vida cuya profesión se vio profundamente modificada por el documento. Ellos reflexionaron sobre sus carreras de bomberos antes de NFPA 1500 y sobre la creación, reacción y legado de esta norma trascendental sobre salud y seguridad para los bomberos.

Las décadas del 60 y 70: un enfoque salvaje.

“La operación en escena implicaba mucho trabajo independiente. Era casi una batalla campal sobre cómo nos enfocábamos en los incendios. Nadie tenía ninguna responsabilidad. Los roles descritos y la coordinación eran prácticamente nuevos”.

—_Alan Brunacini, ex jefe del Cuerpo de Bomberos de Phoenix, presidente del comité técnico original de NFPA 1500.

“Era un enfoque salvaje para el combate de incendios”.

—_J. Gordon Routley, jefe de división para el Cuerpo de Bomberos de Montreal, ex asistente del jefe de bomberos en Phoenix, y miembro original del comité técnico de NFPA 1500.

“Usábamos el EPP que fuera más barato… como por ejemplo cascos de fibra de vidrio sin inserciones ni protección contra choques, guantes de plástico que se derretían en nuestras manos, pantalones sin protección contra incendios, operábamos tal vez con solo dos aparatos de respiración autónoma para un cuerpo de seis a ocho bomberos en servicio. La capacitación era mínima y heredada, sin conocimientos definidos de lo que debíamos saber”.

—__Ken Willette, ex jefe de bomberos en Concord, Massachusetts, actualmente director de la división de socorristas en NFPA

“Dependiendo de quién fuera el oficial, era posible escuchar decir, ´Ni siquiera se molesten en llevar ese SCBA-no es así como combatimos los incendios aquí´”.

—Scott Kernwood, actual jefe de bomberos del Servicio de Rescate de Incendios de Hutto (Texas), que se unió al comité técnico de NFPA 1500 en 1988

“Todos teníamos camiones con cabinas abiertas, sin cinturones de seguridad, viajábamos en los escalones traseros o agarrados de las puertas traseras. Recuerdo conducir por la ruta bajo un aguacero, y que hubiera más agua adentro que afuera del camión. O conducir con nieve, había que arreglárselas para que el frío penetrante no nos venciera” – K.W.

“Conducíamos como si estuviéramos locos”. – A.B.

“El primer funeral de un bombero al que asistí fue en Easthampton, Massachusetts, y fue la de un bombero que se cayó de un camión en camino a una emergencia. Un tiempo después fui al funeral de un bombero que murió cuando una fachada de ladrillos colapsó sobre su cabeza – él usaba un casco de aluminio sin protección contra choques. Como bombero joven que era, nunca se me ocurrió que esas muertes eran innecesarias”. – K.W.

“Habiendo dicho todo eso, existía sin embargo un toque de encanto y romanticismo en lo que hacíamos. Después de una emergencia, nos quitábamos el equipo, lo tirábamos dentro del camión, nos parábamos en la parte trasera, nos sujetábamos con una mano el camión arrancaba. Para un bombero joven había cierto entusiasmo, cierta atracción en todo eso”– K.W.

“Parte del drama de ser un bombero es que se pone en riesgo la vida, y aún así lo seguimos haciendo” – A.B.