Conozca la historia de “Terry”: El simpático perro Bombero de La Calera

Tiene 15 años y en sus tiempos mozos llegaba a las emergencias corriendo junto al carro. Hoy disfruta del cariño y afecto de sus “colegas” humanos

LA CALERA.- Haciendo el cálculo tradicional para convertir la edad de un perro en años humanos, podría decirse que “Terry”, un lanudo mestizo albinegro calerano, ya se encuentra en la tercera edad. A sus aproximadamente 15 años caninos, este conocido perro es hoy octogenario.


“Terry” es el conocido y querido perro de los voluntarios de la Primera Compañía de Bomberos “Enrique López Maqueira” de La Calera, ubicada en Alonso Zumaeta, en el sector donde se ubica la tradicional feria de frutas y verduras.

La historia de “Terry” es una historia de nobleza y de voluntariado. Así, tal como se lee, ya que este famoso perrito es considerado por los bomberos de esa unidad como uno más y que en sus años mozos, incluso asistía a las emergencias junto a sus camaradas humanos.

“Terry” llegó pequeño a las dependencias de la Primera Compañía. Fue llevado por Carlos Román, antiguo cuartelero de la unidad y que actualmente es voluntario en la Cuarta Compañía de Bomberos. Pese a que tenía su hogar junto a él, “Terry” prefería estar en el cuartel, junto a los bomberos. “Siempre estuvo con nosotros. Se quedaba a dormir en nuestras camas en la guardia nocturna”, explica el capitán de la Primera Compañía de Bomberos, David Hormazábal Zúñiga, quien agrega que “al tiempo después el cuartelero se fue, cumplió su periodo y se llevó al perro a su casa, pero ‘Terry’ volvió y se quedó con nosotros”.

Aunque hoy lleva una vida más apacible y menos agitada, en sus años de vitalidad, “Terry” era uno más de la compañía calerana. “Salía detrás del carro cuando íbamos a alguna emergencia. Muchas veces llegaba y otras no, porque no nos alcanzaba”, explicó el bombero calerano, quien llegó hace once años a esa labor.

Esa vida agitada de perro inquieto, juguetón y voluntario, en más de una oportunidad puso en riesgo su vida. Al salir corriendo detrás del carro de bomberos, alguna vez fue atropellado en la calle y también lo han golpeado e incluso hace cinco años aproximadamente, fue apuñalado. “Estuvo al borde de morir en esa ocasión, lo hicieron solo por maldad”, comenta el capitán Hormazábal.

En la Primera Compañía de Bomberos de La Calera habitualmente hay cinco o 10 voluntarios y todos se preocupan de su bienestar. “Es uno más de nosotros. Es un compañero, un amigo. Nos cuida, aunque ya no tanto porque está viejito, le cuesta pararse y ladrar. Pero en su tiempo fue un buen cuidador”, señala.

“Terry” es querido y conocido de los feriantes que cada martes, jueves y sábado ofrecen sus productos en las afueras de la compañía. Lo conocen y por lo mismo lo cuidan y le dan alimento cuando se pasea tranquilo entre las verduras y frutas.

Los voluntarios caleranos lo cuidan, lo alimentan y cada vez que lo ha requerido lo llevan al veterinario. Hoy sus días transcurren con tranquilidad, está más tiempo en el cuartel y ya no sale corriendo detrás del carro, pero sí cada vez que hay un llamado, “Terry” aúlla y llora, avisándole a sus compañeros que deben salir. “Cada compañía tiene un tono o sonido distinto de llamados, él reconoce el nuestro y llora, como apurándonos”, comenta David Hormazábal, quien explica que se ha conversado que cuando “Terry” muera, se le harán los honores como a cualquier otro voluntario, con guardia de honor en su velorio, asumiendo que este apacible can es uno más de ellos.